¡GENERALES SIN CORDURA!
Enrique
Prieto Silva
Domingo
18 de abril de 2020
Insistimos en el tema de los generales, porque lo que ocurre
en Venezuela no tiene otro culpable sino los generales; que son tantos, que no
podemos identificar a los verdaderos protagonistas. Tal vez pudiéramos culpar a
los generales chavistas, pero nos es imposible identificarlos dentro de la
camada.
Duro es decirlo, pero no solo la incertidumbre apesadumbra,
sino que por desgracia del destino, pudo más la mediocridad de algunos, que
llegaron a convencer a la mayoría, por no decir a todos, para hacer colapsar la
jerarquía militar, que se tradujo en el colapso del país apesadumbrado, que en
el pasado creyó que la institución militar era la más racional de todas las
instituciones, que junto a la Iglesia podría ayudar a reinstitucionalizar al
país, unos con la enseñanza del evangelio y los generales con la cordura que le
ha dado la historia de ser los gestores de la estrategia y el arte de la guerra.
Esa racionalidad que en el pasado fue conducida como en la
Iglesia por el Eclesiastés, cuando el
predicador religioso se valió de la Sagrada Escritura, seguidora de los
proverbios, para en discurso público hacer anuncios de las verdades sublimes,
esas que Salomón, como el heraldo de la sabiduría, proclama como las más serias
verdades; esas verdades que nos dicen que todo lo
humano es vanidad, pues el hombre, durante su vida
en la tierra, es más transitorio que todas las cosas en la naturaleza, cuyo
curso admira, pero no comprende.
Sí, es triste decirlo, pero hay
que decirlo, ¡pudo más la vanidad en el militar que la cordura y la sapiencia!,
pensó solo en su beneficio personal, que en la misión que juró cumplir por la
patria y se dejó llevar por la miserable idea de quien se autoproclamó “nuevo
libertador de la patria de Bolívar” y engatusó a “tirios y troyanos”, los
buenos y los malos, los intelectuales y los escasos mentales, hasta dejar de
ser, los defensores de la patria, para convertirse en “gobernantes salvadores
de un ígneo socialismo del siglo XXI”, que no dejó nada al pueblo, pero sí dio
sus frutos a los “líderes del nuevo militarismo”, ese que nos ha conducido a la
¡aterradora Venezuela!.
Es esto lo que ven los venezolanos y deben ver
los generales, si quieren reivindicar la jerarquía, ¡la dictadura
chavista huele el riesgo! “…No tiene dinero, se le acaba el combustible y la
circunstancia de mantener a un pueblo encerrado en cuarentena ante el COVID-19
no puede sostenerla de manera indefinida. Eso lo saben los usurpadores y por
ello sus ajustes son de tipo militar para reprimir e impedir la protesta. Los
cuidados sanitarios, la distribución de alimentos, son asuntos secundarios. ´Para la dictadura, lo primero, además de
mantenerse en el poder, es el negocio´. Y para que ese negocio no se caiga,
necesitan a los pobres contenidos bajo amenaza de ser aplastados.
La estrategia cubana ha centrado sus esfuerzos desde hace meses en hacer de
Caracas una burbuja que logre frenar la explosión social. Así, los habitantes
de Los Andes y Zulia, en general todo el interior del país, han sido
maltratados de manera despiadada sin servicio eléctrico, gas y agua. La
provincia ha sufrido el abandono al ser entregada a malhechores, bandas armadas
civiles y militares que se reparten territorios como parte de un botín, tal
como sucede con las minas en el Estado Bolívar…”
¡Colegas generales!, solo el raciocinio alumbra la sensatez
y hay que oír al pueblo que reclama el ¡cese del militarismo que acrisola la dictadura!,
porque como dice el pueblo: “…la verdadera pandemia que vienen sufriendo los
venezolanos, que ha causado muertes, acabado con la producción, arrasado con la
tierra, destruido la empresa petrolera, es ahora más peligrosa cuando se está
sintiendo cercada y se prepara a una nueva pelea que puede terminar de hundir
al país...”, y desgraciadamente, ha sido el militarismo el culpable de ese
acrisolamiento, por culpa de los ¡generales sin cordura!.