Las realidades internacionales del régimen en la práctica han limitado su radio de acción al apoyo que le prestan 5 países: Rusia, China, Irán, Cuba y Turquía. El rol y las características de cada una de estas relaciones es descrito en una forma completa y excelente en el análisis de CSIS The Fabulous Five: How Foreign Actors Prop up the Maduro Regime in Venezuela . Ninguno de estos le puede ayudar a superar el bloqueo financiero internacional, pero el régimen sigue buscando la rendija que le permita acceder a dicho apoyo externo. Se siente reforzado por la llegada al poder de aliados en México, Argentina y ahora Bolivia y también asume como propio el resultado del referéndum en Chile. Este grupo de países aliados ya se está envalentonando, pidiendo incluso la renuncia de Almagro en la OEA. Sin embargo, hacia donde apuntan todas las expectativas del régimen es a una posible derrota del Presidente Trump en las elecciones estadounidenses. Indudablemente las encuestas indican la probabilidad de una victoria del candidato Biden, aun cuando lo mismo se estimaba en 2016 y Trump sorprendió venciendo.
Es importante no olvidar que el tema Venezuela es uno de los muy pocos que tiene el absoluto apoyo bipartidista en Estados Unidos. Más allá de ese hecho, hoy Venezuela representa una amenaza narcoterrorista en el propio patio continental de Estados Unidos. Ese tipo de situaciones es manejado como un tema de estado y por ello el tratamiento que se le da es institucional y va más allá de quién detente el poder en cierto momento. Por ello, las posibilidades de que al régimen de Maduro se le levanten las sanciones y pueda obtener apoyo financiero en caso de una victoria de Biden son inexistentes, a menos que esté dispuesto a realizar cambios mayores, a los cuales se ha negado ya que pondrían a riesgo su permanencia en el poder.
La oposición trata de definirse
El país vivió la fuga del líder político Leopoldo López, quién finalmente pudo reunirse con su esposa e hijos, después de seis años de injusta prisión y albergo en la Embajada de España. Independientemente de las circunstancias que rodearon su salida, esta seguramente tendrá efecto sobre la oposición G4/Guaidó. Siempre se ha conocido que López tiene influencia sobre Guaidó, pero su permanencia en la Embajada de España limitaba su capacidad pública de comunicación y eso cambia ahora. Ahora bien, la situación más transcendental inmediata para el G4/Guaidó se refiere a lo que pueda ocurrir con la Consulta y con la AN a partir del 5E 2021. Aparte de la figura legal que se está tratando de proponer para la extensión de la vida de la AN, se tienen dudas sobre la posibilidad de reunir los votos necesarios. Varios diputados de la coalición han manifestado su desacuerdo con la extensión de actuación de la AN. También ha aparecido la posibilidad que algunos opositores temen, la formación de un Gobierno interino en el exilio dirigido por Leopoldo López.
La Fracción 16J y Vente han mantenido una posición consistente de enfrentamiento al régimen y de exigir que se cumpla el compromiso de cese de la usurpación antes que una transición o participación en elecciones. Tiene decisiones importantes que tomar asociadas a la posible extensión de actuación de la AN en Enero 2021 y al manejo de expectativas y del apoyo internacional en el caso de una victoria de Biden en Estados Unidos. Por su lado, Capriles y los seguidores de su posición de acuerdos con el régimen han quedado descolgados al no haber podido conseguir un mínimo de garantías para su participación en las elecciones parlamentarias.
Chile como lección
El año pasado se descubrió que en Chile, el país donde se habían hecho los mayores avances económicos en América Latina, no todo estaba bien. Esas mejoras no habían beneficiado a todos los sectores de la sociedad y ese descuido, sumado al aprovechamiento que hizo del hecho la izquierda extrema, llevaron al país a una crisis mayor. El gobierno tuvo que aceptar la posibilidad de una nueva constitución, que sustituya a la vigente desde hace 40 años y que está inclinada al sector privado. Para ello, el pasado domingo se realizó un plebiscito en Chile para determinar si el país requiere una nueva constitución. Su aprobación fue apoyada por todos los sectores políticos, menos los que están hacia el extremo de la derecha, pero con una nueva Constitución no solucionarán todos los problemas»: los retos tras el histórico referendo .
La nueva constitución que terminará siendo aprobada presenta dos preocupaciones, una es que aumente la carga estadal y se limite el aporte privado al país a un punto similar al de otros países de América Latina y termine siendo un país más con todos los problemas de estos. La inquietud más grave se refiere a una constitución tipo la venezolana, que destruya el país absolutamente. La responsabilidad de los partidos democráticos de Chile es de trabajar incansablemente para que nada de esto ocurra.
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