Lecciones aprendidas del Oviedazo.
Por: Eduardo Figueroa Marchena .
España, 5 de Junio de 2022. Twitter: @eduardoeam
Me gusta creer que soy un tipo reflexivo,
por lo cual me tomo tiempo para escuchar, para ver, para leer lo que me rodea y
lo que estando lejos me interesa. Lo sucedido en el aula magna de Oviedo me va
dejando varias lecciones, y de eso va este artículo. Lo principal y considero
más importante, es que un simple ciudadano, uno de a pie, que fuera de
Venezuela tiene como profesión es repartidor de paquetes, puede y debe increpar
a los que se titulan como sus representantes. Imaginemos entones como debemos hacerlo con
los que son electos, cuando volvamos a tener esa alternativa.
Con gran sorpresa me doy cuenta
que el desgano ciudadano no era de las dimensiones que asumía, lo que pasó hace
4 días o sólo desnuda al escueto interinato, le manda un centellazo al régimen,
recordándole que no tienen al toro agarrado por lo cachos, con las acciones
oportunas, en los momentos oportunos, se avivará la llama que ellos creían
extinta, y cuando ocurra, calcinará a los dos bandos que tienen a Venezuela
sumergida en la miseria, dando paso a lo que merecemos.
Estoy seguro que el que iba
teniendo dudas hoy se reconoce como auditor titulado de su país y las personas
que lo administran, sean estás legitimas o no. Espero con ilusión navideña que
entendamos que la política no es en absoluta sucia, es una ciencia hermosa que
busca incansablemente el bienestar común y el crecimiento armónico de las
sociedades. Sucios, burdos, son quienes sin estudiarla ni entenderla la van
jugando creyendo que saludar, sonreír, practicar la hipocresía, estrechar manos
y moverse como guabina sobre los terrenos más fangosos te hunde como actor
político, y no es así.
Mientras escribo estas líneas,
las cúpulas de los partidos (G4) están saltando como hienas en desespero sobre
los familiares de los nuestros presos políticos, lo hacen con la premura
juvenil de quien no estudió para el examen final y tiene riesgo de que le quede
la materia. Espero que esa efervescencia repentina por servir no dure dos semanas, como
indican sus averages.
Como evito alargarme en los artículos, ya cerrando, siento que la misión fue cumplida, así sea por mero interés los partidos que sin nuestra venia administran millones dé dólares, aunque está por verse, se abalanzan sobre nuestros presos de conciencia, la ciudadanía demostró que está allí, a la espera, atenta al surgimiento de nuevas voces, las cuales pueden provenir de cualquier esquina. El marcador cierra el inicio de éste primer tiempo con gol a favor de la ciudadanía activa.
Eduardo José Figueroa Marchena.
eduardofigueroamarchena@gmail.com