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RAMIRO VALDEZ Y EL SUPER NEGOCIO ROBO-LUCIONARIO DE LA ENERGIA ELECTRICA
El problema energético de Venezuela siempre fue visto por Fidel Castro y Hugo Chávez Frías COMO UN SUPER-NEGOCIO para seguir enriqueciéndose con los dineros de todos los venezolanos. Hace 4 años, el régimen venezolano, a conciencia de que se avecinaba el problema energético, lejos de iniciar las inversiones necesarias, se compraron cientos de millones de bombillos ahorradores de energía en Vietnam a un precio irrisorio de 40 centavos de dólares por unidad y al triangularlos a través de Cuba se los facturaron a Venezuela a 1.2 dólares. Parte de esos bombillos fueron “regalados” a Nicaragua. En ese super-negocio participaron el General Ramiro Valdez en representación de Fidel y por Venezuela Andan Chávez y Alí Rodríguez Araque. Ahora Valdez se reencuentra con sus compinches en Venezuela para importar, a través de Cuba por supuestos, más de 1500 generadores de electricidad, cuyo pedido están siendo procesados con dólares a 2.6 bolívares de CADIVI. Mientras, en las aduanas venezolanas hay órdenes de no permitir ninguna importación de plantas eléctricas a nadie que no sean las 5 empresas pertenecientes a Alí Baba y los 40 ladrones. Pero el negocio de todos los negocios de esta ROBO-LUCION está materializándose con los contratos de compra, instalación y mantenimientos de los super generadores hidroeléctricos y la reposición de los dos generadores a gas de 283 MW robados a la planta de Tacoa y regalados a Nicaragua y Bolivia. Se manejan suman cercanas a los 15.000.000.000 de dólares.
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CORRUPCION, INCOMPETENCIA Y 900 AÑOS DE DICTADURA,
Por: Carlos Arosemena
Después de 11 años de ilusiones y promesas incumplidas, de bravatas y amenazas, de omnipotencia e impunidad, de saqueo de las arcas publica y corrupción galopante, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías y sus parientes, nacidos en las modestas viviendas de un polvoriento pueblo de los llanos y sus compinches, en sus lujosos yates y aviones, se pavonean por el mundo como grandes millonarios capaces de derrochar cualquier cantidad de dinero robados al pueblo venezolanos. Son cientos de miles de millones de dólares que los administradores chavistas han desaparecido. No hay la menor duda, revolución es sinónimo de corrupción y corrupción para los Chávez es un medio de vida. Hay que aprovechar que los poderes públicos, que tenían la misión contralora, se encuentran secuestrados y a las órdenes del Caudillo. Todos los poderes, sin excepción alguna, pervertidos por el Presidente, como nunca antes en nuestra historia, les son sumisos y obedientes, expuestos a ser sometidos a la extorsión por los esbirros de la DISIP, del DIM y del G2 cubano, quienes registran sus fechorías como garantía de que no podrán escaparse del círculo de corrupción en que se encuentran sumergidos. Chávez es un dictador de facto. Es Presidente del Ejecutivo, Jefe Máximo del Tribunal Supremo de Justicia, Alto Contralor de la República, Defensor del Pueblo, Presidente del CNE y Presidente de la Asamblea Nacional. Chávez mueve los hilos de todas las instituciones del Estado como un titiritero a sus muñecos. Mientras, los venezolanos tenemos que calarnos las consecuencias de la ineficiencia de este grupo de facinerosos incapaces de resolver problemas como la falta de energía eléctrica, seguridad, educación, salud y de alimentos, la corrupta administración chavista mueve sus piezas para continuar entrampando al pueblo con sus mentiras y falso patriotismo.
Las cárceles siguen abarrotándose de presos políticos, por designios del “carcelero” Hugo Chávez Frías, el hampa común campea en todo el territorio nacional sembrando de cadáveres las calles de los barrios cuyos humildes habitantes claman por una justicia que nunca les llega. Mientras, El Dictador Hugo Chavez Frias, disfrazado de General de Generales, se divierte en sus frecuentes orgias embriagado por las voces adulantes de sus compinches.
El país se derrumba inexorablemente hacia la oscuridad. Chávez, cree ser infalible, perfecto, insustituible, necesario e indispensable, con derecho a ser Presidente eterno. Como cualquier dictador que se autoestime, Sebastián (como cariñosamente lo mencionan en los círculos periodísticos) proclama una revolución que duraría más de 900 años.
Pero lo peor es que Sebastián cree que el pueblo es masoquista y que va a votar en las próximas elecciones para la Asamblea Nacional por sus candidatos nombrados a dedo. Pero se equivoca; las trampas montadas por el CNE no serán suficientes para parar la avalancha de votos que emitirán los amantes de la libertad y la democracia para recuperar esa institución y retomar su función fundamental de contraloría a objeto de retornar al equilibrio de poderes que fundamentan a una verdadera democracia.-
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MENSAJE A LAS FUERZAS ARMADAS VENEZOLANAS
“Quienes debieran ser los centinelas de la democracia han sido los verdaderos verdugos de su noble pueblo.”
Por: Patricio Carbacho Astorga*
De vez en cuando es bueno hacer un alto, ya sea para contemplar el paisaje, corregir el rumbo o mirar atrás lo andado “volviendo a experimentar” la vivencia de lo pasado. Esto nos permite tener plena conciencia de tres hitos importantes: de donde venimos, qué somos y hacia donde vamos.
Observando la historia y el desarrollo de la institución militar, suele ser casi un lugar común el hecho que a los uniformados se les inculcan los valores patrios hasta hacer de sus símbolos verdades absolutas grabadas en forma indeleble en su corazón, verdaderos axiomas de vida que conforman el gentilicio, definen la institución militar y proyectan ese acerbo hacia sus paisanos. Por ello suele decirse que los militares son el primero y último bastión cuando la patria está amenazada. Por ello también, no es extraño ver a los cuerpos militares ayudando al rescate de sus conciudadanos frente a desastres naturales, como tampoco llama la atención el verlos proyectando hacia la civilidad aquellos valores patrios que rememoran las gestas heroicas de la independencia.
No podría ser de otra forma dado que el pueblo ha dado a las instituciones uniformadas el monopolio de las armas y por consiguiente, la facultad de ejercer el monopolio de la violencia bajo cánones estrictos: la defensa del territorio frente a una invasión, la defensa de la propiedad privada ante la amenaza de una asonada, y la defensa de la infraestructura nacional y la institucionalidad del país.
Vistas así las cosas, un militar venezolano debiera ser lo más cercano a un patriota en uniforme. Alguien que defiende los valores propios de Venezuela, alguien que vela por la seguridad de sus paisanos, en fin, un adalid de la institucionalidad.
Y cuando nos detenemos y evaluamos donde estamos, brota en forma espontánea la comparación con el punto de partida: donde estábamos once años atrás, qué éramos entonces y qué somos ahora. Dolorosamente, la comparación muestra una Venezuela disminuida que ha venido debilitándose hasta quedar hoy prácticamente inerme.
La otrora poderosa PDVSA, orgullo de la nación venezolana y una de las siete más grandes compañías petroleras del mundo, hoy está endeudada en más de veintiún mil millones de dólares; su producción está estancada en 2.3 millones de barriles diarios (casi quinientos mil menos que hace once años), sólo cuenta con una cincuentena de taladros muy lejos de los ciento cuarenta de otrora; desapareció el CIED y el INTEVEP, y lo peor de todo, ha olvidado su principal objetivo y razón de ser: la producción petrolera. En efecto, ha diversificado su quehacer al punto de estar dedicada incluso a la importación y distribución de bienes de consumo en supermercados. Mientras, la maravillosa invención venezolana de la orimulsión y Bitor, son un recuerdo más de lo que el país ha desperdiciado en este infausto camino descendente.
Nuestra pujante CVG orgullo de Guyana, hoy tiene un SIDOR con sus hornos apagados, VENALUM está prácticamente detenida, EDELCA dueña de la segunda represa más grande del mundo, a punto de colapsar.
Si volcamos la mirada hacia la industria privada, vemos que el panorama es igualmente preocupante. En estos once años la industrialización del país ha descendido desde casi doce mil industrias a poco más de cinco mil. Al mismo tiempo el sector público ha más que duplicado su tamaño con el consiguiente gasto que ello significa para el erario nacional.
Volviendo ahora la mirada a la gente, nos damos cuenta que prácticamente seis de cada diez niños venezolanos no completan el octavo año de enseñanza básica, que la infraestructura educacional está cada día más deteriorada y que lo poco que se hace en este aspecto tiene costos enormes debido a la rampante corrupción.
La salud está igualmente deteriorada, los hospitales públicos están colapsados y las clínicas privadas deben soportar la pesada carga de dar auxilio a quienes no pueden pagar y al mismo tiempo cargar con las cuentas de gobierno impagas. Han brotado nuevamente enfermedades que estaban controladas si acaso no desaparecidas, como el cólera y el paludismo.
Es decir, en estos once años resulta evidente para cualquier persona medianamente informada, que el país ha debilitado su estructura productiva y se ha hecho absolutamente dependiente de una menguada producción petrolera, disipando el producto de sus ingresos en importaciones, despilfarro, ineficiencias y exportación ideológica mediante una seudo solidaridad que nadie logra entender.
Frente a un cuadro tan grave como el panorama que nos muestra el camino recorrido por la revolución bolivariana, las alarmas del país debieran haberse disparado. Y la primera alarma que acude a nuestra memoria, aquella que permanentemente debiera estar midiendo el potencial de la nación, la que día y noche golpea nuestros oídos con “Gloria al Bravo Pueblo” y se cree dueña absoluta y única poseedora del patriotismo, la institución uniformada, es sin embargo la que porta el estandarte de la destrucción del país, dirigida por un confundido tambor mayor que en cada país que visita actúa como camaleón ideológico y que mantiene en forma pertinaz la preconcepción que todos sus problemas provienen de un imperialismo que lo único que ha hecho es llenarle los bolsillos de aquellos dólares que ha dilapidado.
Y los uniformados patrioteros con barrigas abultadas y maletines repletos de dólares, olvidaron a sus camaradas caídos en Falcón y Machurucuto y hoy están encompadrados con el enemigo de otrora y le entregan la salud, los deportes, el registro civil e incluso modifican la ley para permitir su ingreso a los institutos armados.
Así las cosas, esta revolución socialista hoy exhibe racionamientos de agua y energía eléctrica, caminos deteriorados, acumulación de basura urbana, desabastecimiento de productos de primera necesidad, falta de medicamentos, deterioro del valor de la moneda e inflación galopante…. y quienes debieran ser los centinelas de la democracia han sido los verdaderos verdugos de su noble pueblo. Así no más soga y cuello. Para un botón de muestra, vean lo que sufren los estudiantes cuando protestan la falta de libertades, gas del bueno y tridentes medievales, y a las radioemisoras y canales de televisión simplemente las cierran esgrimiendo cualquier razón.
Menguada hora para un país que fuera un orgullo en América por su pujanza y los valores democráticos que sustentaba. Perdonen la intromisión.
*Ex embajador de la OEA en Caracas, Patricio Carbacho fue capitán de aviación de la Fuerza Aérea de Chile hasta el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Fue detenido, encarcelado y debió salir al exilio, iniciando sus actividades en la OEA, en Washington. . Sirvió como embajador en Caracas durante 12 años, hasta ser destituido por su connacional José Miguel Insulza.
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NUEVO MINISTRO DE LA DEFENSA CARLOS JOSE MATA FIGUEROA, CUESTIONADO EN EL ESTAMENTO MILITAR
Por: Patricia Poleo
“Un 10 de Agosto de 1975 ingresó Carlos José Mata Figueroa –C.I. 5 473807- a la Academia Militar de Venezuela (AMV). Sus compañeros de promoción recuerdan que mientras la mayoría tenía que pulir el piso del dormitorio con un "trapito", un pequeño grupo presidido por Mata, secuestro una pulidora industrial para el dormitorio que ocupaban. Mata Figueroa se gradúa un 6 de julio de 1979 en el Patio de Honor de la Academia Militar de Venezuela en la promoción General de División José Félix Blanco ocupando el puesto Nro. 33.
Mata Figueroa establece una relación con Francisco Rangel Gómez quien también es Artillero y egresado de la segunda promoción Simón Bolívar del año 1975, compañeros de Hugo Chávez Frías. Cuando Chávez llega al poder y llama a Rangel Gómez a ocupar cargos, llama también a los “artilleros amigos”, entre ellos Mata Figueroa, quien siempre ha sido un oportunista sin prestigio alguno entre sus, compañeros y subalternos.
Cuando Rangel Gómez pasa a presidir la CVG, la esposa de Mata Figueroa ocupa posiciones gerenciales en la empresa, manejando negocios de alta envergadura como por ejemplo las concesiones en los bosques de pino de Uveritos para la explotación de madera y pulpa de papel. La esposa de Mata Figueroa tenía el poder de asignar a dedo a quienes dar o no la licencia para las explotaciones. Mata, se benefició de la relación laboral entre su esposa y Rangel Briceño para después desplazarlo.”
La semana pasada, después que el Presidente nombrara a Carlos Mata Figueroa Ministro de la Defensa, en sustitución del renunciado Ramón Carrizales, se dio la orden irrestricta en los cuarteles de asistir al acto de juramentación en el que se le rendiría un homenaje al nuevo Ministro. Después de haber dado esta orden, y a pesar de que en el patio de la Academia Militar estaba todo preparado para el acto, con toldos, sistema de sonido, sillas, etc, etc, se recibió la orden en el Ministerio de la Defensa de levantar todo y suspender el acto, que fue sustituido por un juego de softball en el que participaron todos los generales y el propio Presidente de la República.
La razón de la suspensión, fue las murmuraciones y el malestar que provocó el nombramiento del nuevo Ministro, que no tiene ascendiente ni en el Alto Mando Militar ni entre los cuadros medios de la Fuerza Armada.
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EL SAQUEO DE LAS ARCAS PUBLICAS CON LOS HERMANOS CASTROS CONTINUA
El régimen dictatorial cubano percibirá 2,4 millardos de dólares adicionales con la ampliación (en 1.000 megavatios) del programa de generación distribuida de electricidad anunciada el domingo por el presidente Hugo Chávez Frías. Víctor Poleo, informó que, según el acuerdo, Venezuela paga al Gobierno cubano 1.000 dólares por kilovatio instalado, además de 1.200 y 200 dólares el KW por infraestructura asociada y en operación, respectivamente.
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BOLETIN DE NOTICIAS LXXXVII
FRENTE INSTITUCIONAL MILITAR
Caracas, 10 de Febrero de 2010
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