Las desmotivaciones hacia el futuro socio político, nos orientaba a pensar que en materia gubernamental lo habíamos visto todo; gobiernos malos, corruptos, populistas, dictatoriales, militaristas, demagógicos, incapaces y otros. Nunca nos percatamos que a partir de 1999, nos acechaba. las pretensiones de la implantación de un sistema político con bases Comunistas, reforzada por la bota militar, de nuestras propias Fuerzas Armadas Nacionales. ¡Que insólito!
Nos sorprendemos cuando observamos las dimensiones que ha tomado el problema político en Venezuela y quedamos estupefactos cuando advertimos las actitudes de nuestros hermanos, familiares, amigos, compañeros de trabajo, parientes, vecinos y gente que nos conocieron de vista trato y comunicación que ahora nos aborrecen y desconocen por el simple hecho de no compartir los ideales políticos, en torno al saqueo la invasión y la entrega de la patria, a un pretendido proceso revolucionario que adelantan los mismos que por razones de fuerzas de invasión internacional, o mediante intentos de golpes de Estado, no lograron controlar el poder en la Nación en otras oportunidades.
La salud, la amistad y la familia son algunas bondades de las mas preciadas que podamos tener los seres humanos, después del don de la vida; pero algunos hemos preferido perder amistades, otros familiares y en caso extremos la salud y naturalmente muchos han perdido la vida, por enfrentarse a los desmanes del bochinche revolucionario del momento.
El nefasto y pretendido proceso revolucionario Castro Comunista que vive transitoriamente Venezuela se ha encargado de tratar de “imponernos” una ideología macabra con bases Comunistas que denominan Socialismo del Siglo XXI pero en vez de avanzar, retrocedemos. En la economía actual del Estado Venezolano no se quieren consorcios, sino cooperativas de trabajadores.
Tampoco se quiere respetar el derecho a manifestación porque se repelen con las armas, y no se pueden hacer elecciones en forma tradicional, porque la electrónica garantiza la trampa, la permanencia y quizás la perpetuidad de los bandidos en el poder del Estado, hasta que el pueblo lo permita y se niegue claro y categóricamente a la imposición de las fuerzas invasoras Fidelistas, en asuntos soberanos de la Nación.
Pensamos que en lo sucesivo los venezolanos auténticos, rechazaremos concurrir a los comicios electorales del 4 de diciembre de los corrientes, y declararemos que nos asiste el derecho de no participar en los eventos electorales amañados por el desgobierno nacional, invocando el desconocimiento del régimen, mediante la activación del Artículo 350 de la Constitución Nacional, por la política generalizada de la IMPOSICIÓN, la cual aborrecemos y estamos en desacuerdo.
Cuando señalamos estas cosas, lo hacemos basados en el conocimiento simple de la condición del venezolano; afable, amable, chistoso, juguetón, dicharachero, cantante, amigo, solidario, enamorado, apasionado, trabajador, profesional, con alta vocación de servicio, amante del deporte, la diversión y muchos otros atributos. De allí podemos observar que los venezolanos que aman la verdadera democracia, la independencia y la libertad tienen la CONVICCIÓN de ser católicos, empresarios, obreros, sacerdotes, campesinos, maestros, profesores, ingenieros, petroleros, abogados, comerciantes, militares, estudiantes y demás profesiones, oficios y empleos pero porque así lo quieren y están convencidos de ello.
El conocimiento cabal de la situación critica que vivimos, nos ha llevado a cumplir nuestros deberes como ciudadanos, demócratas, patriotas y nacionalistas, contrario a la estigmatización que se ha querido hacer desde el seno del régimen gubernamental, etiquetándonos como escuálidos, golpistas, fascistas y terroristas. Con certeza pensamos que la gran mayoría de los venezolanos no nos vamos a convertir en Comunistas, Socialistas, Marxistas, Leninistas, Guevaristas, Maoístas o Castristas.
De allí nuestra seguridad de ser admiradores de la gesta independentista de Venezuela, por lo cual reconocemos que esta no es solo de Simón Bolívar, El Libertador, sino por la contribución y participación de diversos héroes de la patria, así lo entendemos, lo conservamos, lo atesoramos, lo guardamos y por ello rechazamos categóricamente el bolivarianismo político desenfrenado, para sustentar las bases de un régimen totalitario.
Persuadidos estamos de ser "anti imperialistas," porque rechazamos la intromisión, la dominación, la entrega, el saqueo y el despilfarro. No aceptamos la invasión del “imperio del mal,” sustentado por la revolución, el Fidelísimo, el Socialismo y el Comunismo, de allí que desaprobemos que todo lo que acontece en Venezuela se resuelva con una amenaza de despojo de bienes, de una imputación, de una orden de captura y detención por voluntad de la “justicia revolucionaria” que impone la persecución, la encarcelación, la tortura y la muerte a los enemigos del régimen de turno.
Por ello nos negamos a ser esclavos, a ser resentidos sociales, a ser funcionarios públicos ladrones, a ser asesinos a sueldo, a poseer dinero mal habido y descartamos de plano ser pobres de espíritu patriótico por no prestarnos al saqueo desmedido en nombre de una “revolución de incapaces.”
Con certidumbre pensemos siempre en defender la república libre, independiente y de gozar del ejercicio pleno de nuestros derechos constitucionales, rechazando la practica política malsana de fomentar el odio entre todos los venezolanos por IMPOSICIÓN del desgobierno Nacional. En lo sucesivo nuestro deber nos conduce a garantizar por CONVICCIÓN que nuestras virtudes patrióticas, nacionalistas y bolivarianas auténticas, serán las bases fundamentales para erradicar el desprecio a los semejantes por razones proselitistas, para así negarles a los traidores a la patria, la entronización del Comunismo en nuestro país.
Cita: “Solo los malvados pueden profesar odio a la virtud”
Simón Bolívar.