El régimen revolucionario de Hugo Chávez Frías, pretende fracturar la credibilidad institucional de la Iglesia Católica en Venezuela. En su intento se desdibuja la imagen de Jesucristo, se incentiva la perdida de la fe y se vilipendia constantemente a los prelados del Catolicismo. El Autócrata se conduce como Dueño y Amo, mostrándose como un Dios ante la Nación, pero su actitud lo deja en evidencia, como traidor y tirano ante nuestro Señor, su creador; y este lo observa simplemente, como su Tiranuelo.
Sabemos que Hugo Chávez se arrastro, lloró y confeso sus pecados el 12 de Abril del 2002, pero ahora el sesgo revolucionario, el cuento socialista y la fábula comunista nos presenta a un redentor acosado por un nefasto Monseñor y un oscuro Cardenal que lo asediaron para que “firmara la renuncia,” cuando en realidad “cobardemente” había abandonado el cargo, luego de atropellar, asesinar y victimizar a miles de ciudadanos pacíficos, que bajo el marco de un maquiavélico Autogolpe, marcharon hacia el Palacio de Miraflores, para exigir su inmediata renuncia y por eso él generó, una matanza.
Hoy para conservar su nuevo legado, otorgado por el FRAUDE electoral del 4 de Diciembre de 2006, nos quiere conducir hacia un escenario de tragedia. Nos induce a sostener un enfrentamiento colectivo, en función de ganar tiempo para reformar la Constitución y erigirse como presidente indefinido, perpetuo, vitalicio, sinónimos o nociones afines. En su afán, busca elementos de distracción para mantener ocupada la atención del país, mientras va alineando la mira de su fusil, contra la Iglesia Católica. Por eso ya se ven algunos sacerdotes con vestigios revolucionarios, profiriendo acusaciones y embistiendo contra los pronunciamientos, de la Conferencia Episcopal y estigmatizando a los presbíteros de la organización, como: “Políticos con Sotana”
La situación venezolana y especial la eclesiástica ha trascendido al plano internacional. El arzobispo de Honduras argumento que Hugo Chávez se siente como Dios y atropella a toda la población, situación que generó un escándalo por el insulto que Chávez dio a su dignidad y las disculpas que el “monaguillo” Hugo Rafael expresó por televisión al presidente del dicho País: “Él fue quien ofendió primero.” En las relaciones internacionales, no se concibe ese escenario, pero Hugo Chávez Frías argumenta que estamos en tiempos de Batalla y que ante cualquier ofensiva, tendrán su contraofensiva. Por eso, desde el proceso revolucionario, algunos “fariseos,” conminan a los Sacerdotes a quitarse la sotana y lanzarse al ruedo político, como si esto, significase la solución a la debacle nacional, causada por el nefasto régimen.
En la FAN, muchos militares que profesan la religión católica y en especial los Sacerdotes Asimilados a la actividad castrense, mantiene un “silencio sepulcral” ante los insultos del Amo a la Dignidad eclesiástica tratando de solapar la cantaleta revolucionaria en una especie de “catolicismo ligth,” de: Patria, Catecismo y Suerte, derivado de las bondades otorgadas para las catequesis en los cuarteles y la confortable Sede construida para el Ordinario Militar, en el Fuerte Tiuna, contigua a la autopista Valle-Coche. Parecería que esto mantiene invisibles las “aureolas” de los superiores que mostraban sus críticos cuestionamientos que otrora recibíamos, por confidencias del sacerdocio militar.
Pero en síntesis, no hay discusión. La actuación gubernamental de Hugo Chávez Frías, es tiránica, despótica, cruel, opresiva, dictatorial, totalitaria y absolutista. Su personalidad dista mucho de ser tolerante, justo o humano y en su forma de gobierno revolucionaria, socialista y castro comunista, solo quedan vestigios de Libertad y Democracia y a pesar de eso, Hugo Chávez pretende transmitir que es: Dios. Así se trate de relacionar a Nuestro Señor Jesucristo con el Comunismo y mediante resolución interna, del bandidaje del sector de la izquierda, que desgobierna al País, lo incorporen como icono político Socialista, sabemos que no lo es.
Así se trate de ideologizar con el argumento que Jesucristo adoptó un camino rebelde para convertir su lucha religiosa en Comunismo, no tiene asidero en la Historia Universal y así Hugo Chávez vuelva a aparecer con el Cristo en la mano implorando perdón, sabremos que es una manifestación de su antigua filiación, al grupo de teatro de la Academia Militar. Por Hugo Chávez rezamos el Salmo LI: “Contra un Traidor” (...)
3) ¿Por qué haces alarde de tu malignidad, tu que sólo empleas el valimiento para obrar la iniquidad?
4)Todo el día está tu lengua empleándose en la injusticia; cual navaja afilada, así tu has hecho traición.
5) Preferiste el mal al bien, la calumnia al lenguaje de la verdad.
6) Toda suerte de palabras mortíferas son las que has amado, ¡oh lengua alevosa!
7) Por lo tanto Dios te destruirá para siempre; te arrancará y echará fuera de la mansión en que habitas, te desarraigará de la tierra de los vivientes.Véanlo los justos, y temblarán y ríanse de él diciendo:
9) He ahí el hombre que no contó con el favor de Dios, sino que puso su confianza en sus grandes riquezas, y no hubo quien lo apeara de su vanidad.
10) Yo al contrario, a manera de un fértil olivo subsistiré en la casa de Dios, para siempre y por los siglos de los siglos, por haber puesto mi esperanza en la misericordia de Dios (...)
Rechazamos categóricamente los ataques que hace Hugo Chávez y sus acólitos a los miembros de la Iglesia Católica. Hugo Chávez, no es redentor, ni Jesucristo, ni está a la diestra del padre, para indicarnos que es un ser Superior. Hasta lo que hemos visto, parece ser un simple mortal, que mantiene un poder económico por el vilipendio de los recursos de todos los venezolanos, sostenido por un enquistado y nauseabundo “poder militar.” Por eso apreciamos que no es Dios y menos su antítesis. Aunque fuese el propio Lucifer, seria obra de Dios, porque también el Diablo, es fruto de Dios.
La Nación, no puede ser condenada al arbitrio indefinido de Hugo Chávez porque a nuestros ojos, es un Tirano. Pero, ante la omnipotencia e inmensidad, de la obra de Dios, un Tirano no es nadie. Recordemos que el Tirano también es obra del Señor y ante su creador, él es insignificante. Por eso Hugo Chávez, dará cuenta ante Dios de sus atrocidades y en su juicio final, será tratado como lo que es: El Tiranuelo del Señor.
Cita: ¿Quiere usted que yo continúe haciendo el papel de Jesucristo sin ser Dios? Esto es muy duro, esto supera mis fuerzas.”
Simón Bolívar
Coronel (AV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 8 de Agosto de 2007.