A Insulza, ya que parece tener un ataque de institucionalidad, se le debe enviar a decirle a los Castro que le regresen su soberanía al pueblo de Cuba, esa que tienen secuestrada hace 50 años y que a Insulza y a todos los canallas como él les ha importado un comino. Que si está preocupado por la democracia no es Honduras el lugar en donde tiene que ir a exigirla sino a Cuba, claro, si tiene vergüenza y pantalones para ello.
Si sus chaperones Cristina, Correa y comparsa lo acompañan intentando pisotear la soberanía hondureña y humillar al pueblo hondureño, cosa que sería motivo para ellos de escándalo, si algún extranjero pretendiera hacer lo mismo e imponerles a los argentinos o ecuatorianos un presidente en contra de su orden jurídico y de la voluntad de su pueblo, se le debe presentar a dichos pandilleros dos opciones.
1- Dado que no han sido invitados oficialmente al país deben devolverse en el mismo avión al lugar desde donde vinieron.
2- Si desean ingresar en Honduras como ciudadanos privados deben realizar los trámites de visado correspondientes, renunciar a sus fueros como jefes de estado, y respetar las leyes del país y sus actuales autoridades; de cometer un delito deben ser arrestados de inmediato como cualquier extranjero que viole las leyes hondureñas.
Si todavia a Cristina le queda energía y vocación por los derechos, que se la gaste en el lugar justo y no en el equivocado, que se la gaste en Cuba donde una pandilla de delincuentes tienen secuestrado al pueblo cubano y se dan el lujo de permitir o negar a los cubanos entrar y salir libremente de su propio país. ¿No Cristina?, o ¿quieres que Hilda Molina y su pobre madre te lo recuerden?
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