Última actualización: jueves, 6 de agosto de 2009 - 00:36 GMT
Yolanda Valery
BBC Mundo, Venezuela
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a Colombia de tratar de "chantajear" a su país con el caso de los lanzacohetes de fabricación sueca y propiedad venezolana, incautados a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En rueda de prensa con los medios extranjeros, Chávez sostuvo que las denuncias del gobierno colombiano a este respecto se producían justamente cuando él estaba criticando el establecimiento de bases militares estadounidenses en el vecino país, por lo que las calificó de "arma sucia".
El mandatario advirtió que esas bases, que dijo sumarían al menos siete, podrían desatar una guerra en Sudamérica.
"Se trata de los 'yankis', la nación más agresora de la historia de la humanidad, capaz de lanzar bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki", señaló.
El decomiso de las armas y el acuerdo colombo-estadounidense para la creación de las bases militares han generado un nuevo episodio de tensión entre las dos naciones, cuyas relaciones se encuentran técnicamente "congeladas" en este momento.
Este miércoles, Chávez anunció que suspendería una planeada importación de 10.000 vehículos colombianos, lo cual representa la primera medida de carácter concreto que afecta al comercio binacional, y que se produce como resultado de las tensiones políticas.
Asunto "viejo"
Durante su encuentro con los periodistas, Chávez explicó el funcionamiento de los lanzacohetes y mostró documentos según los cuales el material incautado a las FARC formaba parte de un arsenal tomado durante un ataque a un puesto militar fronterizo en 1995, situación que, dijo, es del pleno conocimiento del gobierno colombiano.
El mandatario mostró un informe correspondiente a una investigación de la Fiscalía colombiana sobre el caso que indica, además, que el material debía destruirse por no encontrarse en óptimas condiciones, es decir, no podía utilizarse.
Chávez se dijo sorprendido por el hecho de que Suecia le haya pedido explicaciones al respecto, lo que equiparó a "haber caído en el juego" de Colombia y Estados Unidos.
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El director de Asuntos Internacionales del partido opositor Un Nuevo Tiempo (UNT), Timoteo Zambrano, opinó que "lo que tiene que hacer el gobierno es iniciar una investigación suficientemente convincente para Colombia y para Suecia, cotejando los seriales de los lanzacohetes".
"Sin embargo, el tema de fondo es que Venezuela tiene que demostrar que no tiene una relación con las FARC, o demostrar cuáles son los términos de esa relación", dijo en conversación con BBC Mundo.
En cuanto a la cuestión de las bases estadounidenses en Colombia, Zambrano reconoció que "el presidente tiene que estar preocupado", porque su existencia "de alguna manera limita o constituye un elemento disuasivo de Colombia hacia vecinos que le son hostiles".
Sin embargo, descartó que vaya a haber una guerra. "Eso es una fantasía del presidente que piensa como militar, y que piensa que toda diferencia se resuelve por la vía de las armas", afirmó.
En su opinión, la tensión entre los dos países se recrudecerá en los próximos días, pero la realidad del comercio binacional (Colombia es uno de los principales socios comerciales de Venezuela) y de todo el intercambio que se produce como resultado de la vecindad terminará imponiéndose.