La Asamblea Nacional venezolana aprobó este jueves por la noche en segunda lectura y por unanimidad una ley sobre educación que ha dividido a la sociedad venezolana y fue origen de manifestaciones en los últimos días.
Los 56 artículos de la ley fueron aprobados a medianoche con ligeras modificaciones por el órgano legislativo, donde el oficialismo es ampliamente mayoritario, después de una sesión de unas 10 horas.
Según sus detractores, esta nueva norma da un papel preponderante al ministerio de Educación y prevé un "adoctrinamiento" de los estudiantes en consonancia con los ideales del actual gobierno, que defiende un "socialismo del Siglo XXI".
Para el ministro de Educación, Héctor Navarro, esta ley es "necesaria" para garantizar la "igualdad de oportunidades" en un país como Venezuela.
Durante la jornada, varios millares de personas habían salido a las calles de Caracas para dar su apoyo o protestar por esta propuesta.
Adeptos y detractores de la normativa coincidieron en los alrededores de la Asamblea Nacional, en medio de una fortísima presencia de la policía, que acabó dispersando a los grupos contrarios al gobierno con gases lacrimógenos.
"Educación primero para el hijo del obrero y educación después para el hijo del burgués", cantaban los simpatizantes del gobierno, que aguardaron la aprobación de la ley a las puertas del Parlamento.
Por la tarde, una docena de periodistas venezolanos que protestaban en contra de un artículo de esta ley resultaron heridos tras ser golpeados por presuntos simpatizantes del gobierno.
Finalmente, la aprobación de la ley se produjo en ausencia del pequeño grupo de diputados de oposición, que abandonó el Parlamento para mostrar su repudio ante la forma en que este proyecto de ley era debatido.
Los seis parlamentarios opositores adelantaron que solicitarán un referéndum para saber si el pueblo venezolano está de acuerdo con esta ley.
"Les vamos a dejar el escenario para que ustedes terminen de aprobar su ley (...) No sólo es que no oyen nuestros argumentos, nos cortan la palabra", lamentó Ismael García, diputado por el partido Podemos (disidente del chavismo).
El proyecto de ley sobre educación fue aprobado en una primera discusión en 2001 y volvió a ser presentado al Parlamento con modificaciones la semana pasada para que fuera ratificado en una segunda lectura.
Opositores al gobierno, estudiantes y responsables universitarios subrayan que este proyecto no es el mismo que fue aprobado en 2001 y por tanto, hay que comenzar el proceso de cero.
"Este proyecto no fue a consulta. Reiteramos el rechazo a los artículos que dan poderes omnipotentes al Estado. Sabemos que ese poder lo va a asumir el gobierno y va a hacer más difícil el proceso educativo", reclamó la diputada opositora Pastora Medina, antes de abandonar la plenaria.
Entre los puntos que más polémica ha causado está el artículo 50, que establece de manera más explícita que en la ley de 1981, vigente hasta ahora, que los medios de comunicación tienen prohibido publicar informaciones "que produzcan terror en los niños, inciten al odio, atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la salud mental y física de la población".
Además, la ley otorga a los consejos comunales, órganos de gobierno locales vinculados al gobierno del presidente Hugo Chávez, un papel "pedagógico liberador para la formación de una nueva ciudadanía y construcción de los sujetos sociales de transformación".
La iglesia católica en Venezuela también protestó porque la ley prohíbe la educación religiosa durante el horario escolar.
Para el ministro de Educación, este proyecto de ley estuvo rodeado de una "campaña de desprecio" para engañar a los venezolanos y privarles de una educación "liberadora".
"Estoy seguro que muchos de los diputados están levantando la mano sin haber leído la ley. ¿Por qué tanta prisa? Esto no va a arreglar ninguno de los problemas que tenemos en educación", lamentó a la prensa el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Ugalde.