Zelaya asegura que no tiene intenciones de pedir asilo a Brasil
ND (22/09/09-05:57pm).- En declaraciones a Globo de Brasil, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró que no pretende pedir asilo político a Brasil. Zelaya, quien se encuentra en la Embajada de ese país en Tegucigalpa, dijo que sólo espera "protección" de Brasil e insistió en que no se irá del país centroamericano. El Gobierno de Roberto Micheletti ha instado a Brasil a que entregue a Zelaya a la justicia o le dé asilo político.
ND (22/09/09-05:57pm).- En declaraciones a Globo de Brasil, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró que no pretende pedir asilo político a Brasil. Zelaya, quien se encuentra en la Embajada de ese país en Tegucigalpa, dijo que sólo espera "protección" de Brasil e insistió en que no se irá del país centroamericano. El Gobierno de Roberto Micheletti ha instado a Brasil a que entregue a Zelaya a la justicia o le dé asilo político.
Así lo recoge ADN:
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó hoy a un canal de televisión de Brasil que no pretende pedir asilo político a este país y que está "optimista", pese a "haber sido recibido con bombas y balas" en Tegucigalpa.
"Sólo le pido a Brasil protección", declaró Zelaya por teléfono al canal de televisión Globo desde la embajada brasileña en la capital de Honduras, a la que llegó por sorpresa este lunes.
El presidente derrocado reiteró que no sabe cuánto tiempo deberá permanecer en la legación diplomática. "No se sabe, pues depende de un proceso de negociación política", indicó.
"Soy optimista, aunque nos han recibido con bombas y balas", apuntó Zelaya en alusión a la dura acción policial realizada esta mañana por agentes de policía enviados por el Gobierno de Roberto Micheletti para dispersar a sus partidarios congregados frente a la embajada de Brasil.
Zelaya aclaró que no pedirá asilo político a Brasil y también insistió en que no saldrá de su país, al que ha regresado 86 días después del golpe de Estado del 28 de junio, cuando los militares lo expulsaron de Honduras y el Parlamento designó a Micheletti como presidente.
El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien supo de la llegada de Zelaya a la embajada de su país cuando viajaba hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, dijo hoy que se ha comunicado telefónicamente con el presidente depuesto.
Lula indicó que le pidió a Zelaya que mantenga la calma y no dé argumentos para una violación de la sede diplomática, aunque también aclaró que confía en que "los golpistas no se metan con la embajada brasileña".
El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, declaró por su parte, también en Nueva York, que Brasil no está dispuesto a "tolerar ninguna acción contra su embajada" y que se plantea la posibilidad de pedir que el asunto sea tratado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Asimismo, Amorim explicó que el Gobierno brasileño, junto con la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), las autoridades de Estados Unidos y de otros países, realiza intensas gestiones en búsqueda de una salida rápida y pacífica a la nueva situación.
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó hoy a un canal de televisión de Brasil que no pretende pedir asilo político a este país y que está "optimista", pese a "haber sido recibido con bombas y balas" en Tegucigalpa.
"Sólo le pido a Brasil protección", declaró Zelaya por teléfono al canal de televisión Globo desde la embajada brasileña en la capital de Honduras, a la que llegó por sorpresa este lunes.
El presidente derrocado reiteró que no sabe cuánto tiempo deberá permanecer en la legación diplomática. "No se sabe, pues depende de un proceso de negociación política", indicó.
"Soy optimista, aunque nos han recibido con bombas y balas", apuntó Zelaya en alusión a la dura acción policial realizada esta mañana por agentes de policía enviados por el Gobierno de Roberto Micheletti para dispersar a sus partidarios congregados frente a la embajada de Brasil.
Zelaya aclaró que no pedirá asilo político a Brasil y también insistió en que no saldrá de su país, al que ha regresado 86 días después del golpe de Estado del 28 de junio, cuando los militares lo expulsaron de Honduras y el Parlamento designó a Micheletti como presidente.
El mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien supo de la llegada de Zelaya a la embajada de su país cuando viajaba hacia Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, dijo hoy que se ha comunicado telefónicamente con el presidente depuesto.
Lula indicó que le pidió a Zelaya que mantenga la calma y no dé argumentos para una violación de la sede diplomática, aunque también aclaró que confía en que "los golpistas no se metan con la embajada brasileña".
El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, declaró por su parte, también en Nueva York, que Brasil no está dispuesto a "tolerar ninguna acción contra su embajada" y que se plantea la posibilidad de pedir que el asunto sea tratado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Asimismo, Amorim explicó que el Gobierno brasileño, junto con la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), las autoridades de Estados Unidos y de otros países, realiza intensas gestiones en búsqueda de una salida rápida y pacífica a la nueva situación.