El escritor da su opinión en un diario Español (Reuters)
En un artículo del diario "El País" de España
El escritor destaca que, con los 65 diputados logrados en la Asamblea
Nacional, "habiendo obtenido un 52% del voto", "la oposición tendrá la
fuerza necesaria para frenar las reformas constitucionales que Chávez
preparaba".
EL UNIVERSAL
domingo 3 de octubre de 2010 08:03 AM
Madrid.- La "derrota" del
presidente venezolano, Hugo Chávez, en las recientes elecciones
legislativas "es mucho más significativa de lo que indican las cifras",
pero la oposición venezolana no debe "cantar victoria ni confiarse por
este excelente resultado", en opinión del escritor peruano Mario Vargas
Llosa.
El resultado de los comicios del pasado domingo "muestra la creciente impopularidad del caudillo venezolano y su régimen" y "saca a la luz pública la grotesca manipulación del voto popular", escribe el autor en un artículo publicado hoy por el diario español "El País" titulado "La derrota de Chávez", informó EFE.
Vargas Llosa destaca que, con los 65 diputados logrados en la Asamblea Nacional, "habiendo obtenido un 52% del voto", "la oposición tendrá la fuerza necesaria para frenar las reformas constitucionales que Chávez preparaba".
"El avance del régimen hacia un modelo cubano, de dictadura marxista leninista integral, tendrá muchos más escollos para materializarse", añade el autor, que, no obstante, insta a las fuerzas de la oposición a no "cantar victoria", "ni volver a cometer errores como el del año 2005".
Entonces, señala Vargas Llosa, "por abstenerse de participar en el proceso electoral, regalaron a Chávez una Asamblea Nacional servil y autómata, que todos estos años no ha sido más que una dócil sirvienta de los desafueros constitucionales y legales del Comandante".
Por ello, considera "imprescindible" que "se mantenga y se afiance" la unión de partidos, movimientos y personas de la oposición que supone la Mesa de Unidad Democrática, para seguir así "ganando adeptos y sumando a sus filas a los venezolanos que, abrumados o atemorizados por las represalias del régimen, se abstuvieron de participar en esta contienda".
"A muchos de estos abstencionistas escépticos, la victoria electoral de la resistencia tiene que haberlos sacudido y demostrado que todavía hay razones para la esperanza", agrega el autor, que discrepa de las críticas que se hacen a la oposición venezolana por carecer de líderes.
"¿Eso queremos? ¿Que venga un nuevo Chávez a librarnos de Chávez?", se pregunta.
Vargas Llosa prevé que los próximos meses y años "no serán fáciles" para Venezuela, porque, a su juicio, "el régimen ha avanzado demasiado en la construcción de unas estructuras dictatoriales" como para que el mandatario venezolano, acatando la voluntad popular, "esté dispuesto a retirarse del poder si así lo mandan las urnas".
"El peligro mayor es que, después de esta golpiza pacífica que acaba de recibir, se embravezca y quiera conseguir, mediante ucases y matonerías represivas, lo que no ha podido conseguir a través de las ánforas", escribe.
Aunque, a su juicio, "no le será fácil", porque "ya ha perdido ese estado de gracia de caudillo mesiánico de que gozó algunos años y ahora no sólo él, también el pueblo venezolano, sabe que es falible y vulnerable".
Para Vargas Llosa, "se avecina un periodo tenso, en el que, una vez más, como hace dos siglos, se decidirá en tierra venezolana el futuro de la libertad en toda América Latina".
El resultado de los comicios del pasado domingo "muestra la creciente impopularidad del caudillo venezolano y su régimen" y "saca a la luz pública la grotesca manipulación del voto popular", escribe el autor en un artículo publicado hoy por el diario español "El País" titulado "La derrota de Chávez", informó EFE.
Vargas Llosa destaca que, con los 65 diputados logrados en la Asamblea Nacional, "habiendo obtenido un 52% del voto", "la oposición tendrá la fuerza necesaria para frenar las reformas constitucionales que Chávez preparaba".
"El avance del régimen hacia un modelo cubano, de dictadura marxista leninista integral, tendrá muchos más escollos para materializarse", añade el autor, que, no obstante, insta a las fuerzas de la oposición a no "cantar victoria", "ni volver a cometer errores como el del año 2005".
Entonces, señala Vargas Llosa, "por abstenerse de participar en el proceso electoral, regalaron a Chávez una Asamblea Nacional servil y autómata, que todos estos años no ha sido más que una dócil sirvienta de los desafueros constitucionales y legales del Comandante".
Por ello, considera "imprescindible" que "se mantenga y se afiance" la unión de partidos, movimientos y personas de la oposición que supone la Mesa de Unidad Democrática, para seguir así "ganando adeptos y sumando a sus filas a los venezolanos que, abrumados o atemorizados por las represalias del régimen, se abstuvieron de participar en esta contienda".
"A muchos de estos abstencionistas escépticos, la victoria electoral de la resistencia tiene que haberlos sacudido y demostrado que todavía hay razones para la esperanza", agrega el autor, que discrepa de las críticas que se hacen a la oposición venezolana por carecer de líderes.
"¿Eso queremos? ¿Que venga un nuevo Chávez a librarnos de Chávez?", se pregunta.
Vargas Llosa prevé que los próximos meses y años "no serán fáciles" para Venezuela, porque, a su juicio, "el régimen ha avanzado demasiado en la construcción de unas estructuras dictatoriales" como para que el mandatario venezolano, acatando la voluntad popular, "esté dispuesto a retirarse del poder si así lo mandan las urnas".
"El peligro mayor es que, después de esta golpiza pacífica que acaba de recibir, se embravezca y quiera conseguir, mediante ucases y matonerías represivas, lo que no ha podido conseguir a través de las ánforas", escribe.
Aunque, a su juicio, "no le será fácil", porque "ya ha perdido ese estado de gracia de caudillo mesiánico de que gozó algunos años y ahora no sólo él, también el pueblo venezolano, sabe que es falible y vulnerable".
Para Vargas Llosa, "se avecina un periodo tenso, en el que, una vez más, como hace dos siglos, se decidirá en tierra venezolana el futuro de la libertad en toda América Latina".
FUENTE: El Universal