PORTACHUELO/René Núñez (*)
Es la economía no la ideología…
Los
venezolanos no debemos seguir como vamos. Persiste un ambiente
encontrado de mucha insatisfacción. Dos sectores: uno acumulando motivos
y fuerza de división y de violencia y el otro reclamando derechos para
el entendimiento del compromiso de hacer del país un espacio integrado,
con tolerancia y diálogo permanente capaz de resolver conflictos en paz
en procura de una mejor y mayor calidad de vida integral sin distingo de
índole alguno. La mayoría reclama a ambos bandos comprensión y
solidaridad con sus problemas, con sus soluciones. Con sus deberes.
La violencia no favorece a nadie.
Ignorarla como sociedad, no deja de ser un detonante más de
consecuencias impredecibles. No se debe confundir a la violencia con la
fuerza. Craso error. La fuerza “es el conjunto de medios y
procedimientos de toda naturaleza: físicos, sicológicos, económicos,
sociales, etc... de lo que se vale el Derecho para obligar
coercitivamente al cumplimiento de la norma”. En cambio, la
violencia supone el uso indiscriminado e ilegítimo de la fuerza, sin
respeto alguno por los principios éticos.
Cuando la violencia se desata o se estimula desde esferas del poder
se hace más anárquica y terrorífica. Uno de los efectos de la práctica
de la violencia es que lleva a ser respondida con más violencia. Ojala
no se llegue a esos extremos.
Se habla de 150 mil muertes en los últimos doce años.
Un problema de seguridad de Estado que no se termina de asumir... Sus
causas son múltiples intrínsecas cuyas mayores responsabilidades recaen
en los administradores de justicia por un lado, y en el poder ejecutivo
por otro. A los primeros se les ha olvidado la competencia
constitucional de sentenciar de manera oportuna, objetiva y justa. El
segundo, no ha podido con los problemas económicos, sociales, políticos y
culturales de los ciudadanos.
La política económica cerrada aplicada, ha resultado un fracaso rotundo y contraproducente.
Los indicadores en negativo de la inflación, del crecimiento anual, del
valor de la moneda, entre otros, así lo confirman. Y todo por anteponer
a la fuerza lo ideológico sobre lo económico. Las expropiaciones, las
restatizaciones, las intervenciones bancarias, las confiscaciones, han
producido mucho daño al proceso económico en general. Con desinversión,
sin estímulos, sin reglas claras, muy difícil crecer y progresar. Sin la
participación del capital privado menos. Acabamos de ver la semana
pasado un ejemplo claro, contundente y realista de cómo se comportan los
países grandes exitosos en el mundo moderno de las relaciones
internacionales a propósito de la visita efectuada a Estados Unidos por
el premier chino, comunista: Hu Jintao cuando afirmó que llevaba la
misión estratégica de fortalecer los vínculos comerciales, con la
primera potencia del mundo. En su primer día, Jintao lo primero que hizo
fue reiterar a los empresarios norteamericanos que los quiere como
socios comerciales no sólo en beneficio de los intereses recíprocos de
ambos países sino para ayudar a mejorar la situación económica mundial.
El día siguiente se comprometió a fortalecer empleos de los gringos a
cambio de que las empresas chinas tuvieran un trato favorable similar
por parte del gobierno de Barack Obama.
Al final Hu Jintao y
Barack Obama firmaron contratos que sostendrán 235 mil empleos
estadounidenses, incluyendo uno de US$ 19 mil millones de dólares para
comprar 200 aviones de Boeing Co en Chicago. A final del año pasado un
contrato similar suscribieron los rusos.
Entretanto, nuestro gobierno descuida la economía nacional,
y dedica casi todas sus horas de trabajo a malponer al imperio que
hasta ahora ha mantenido con la compra de petróleo su proyecto
socialista-comunista del siglo XXI. Un proyecto radicalizado que intenta
impone una voluntad de poder para lograr el dominio total de los
ciudadanos, a través del culto permanente a la personalidad del líder de
la revolución, quien se reserva el mandato de gobierno de por vida.
Los
resultados hasta ahora son: más exclusión, más división, más
sectarismo, más populismo, más violencia, más miseria y pobreza, más
desigualdades sociales.
Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono, de 1:00 a 2:00 pm por la emisora La Mejor FM 91.5, acompañado del periodista Armando Grúber
Twitter: @renenunezr
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FUENTE: Correo del Caroní
IMAGEN SUPERIOR: LatinoVenezuela