Arria: El 4F será registrado en la historia como el día de la infamia y de la cobardía
ND.- A través de una carta, el ex embajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, recordó que el presidente Hugo Chávez "encabezó un frustrado golpe militar que le costó la vida a más de cien personas". A su juicio, el 4 de febrero de 1992 representó "un acto militar cobarde, sin precedente en la historia del país".
Asimismo, señaló que el país recibió el apoyo y la solidaridad de la comunidad internacional, que rechazó a los golpistas. Destacó que uno de los primeros en pronunciarse fue Fidel Castro.
"No tengo dudas que el 4 de febrero será registrado en la historia nacional como el día de la infamia y de la cobardía", afirmó.
A continuación la carta:
Hace 19 años-el 4 de febrero de 1992- el Teniente Coronel Hugo Chavez Frias encabezó un frustrado golpe militar que le costó la vida a más de cien personas, y casi la del entonces Presidente de la República, Carlos Andrés Pérez.
Simultáneamente ordenó atacar con morteros la Residencia de La Casona poniendo gravemente en peligro la vida de la esposa e hija del Presidente de la República. Un acto militar cobarde, sin precedente en la historia del país.
Cuando ocurrieron estos hechos Venezuela acababa de ser elegida con el mayor número de votos de la Asamblea General como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde tuve el privilegio de representarla.
El prestigio democrático del país le hizo fácil recibir el apoyo y solidaridad de la comunidad internacional que rechazó categóricamente a los golpistas y magnicidas, incluyendo al propio Fidel Castro -uno de los primeros en pronunciarse públicamente.
En la mañana del 4 febrero ingresé a Miraflores con el Presidente Pérez y el Jefe de su Casa Militar, el Almirante Mario Iván Carratú -allí conocí quién era Hugo Chávez Frías- al ver la sangre en el vestíbulo del despacho presidencial del oficial que había enviado a ultimar al Presidente constitucional de Venezuela.
A pesar de semejantes crímenes el régimen de Hugo Chavez Frías celebra el 4 de febrero los siguientes hechos -toda una apología al delito:
Primer intento de magnicidio en la historia del país perpetrado por un oficial de las Fuerzas Armadas Nacionales; Intento de golpe de estado; Muerte de mas de cien personas; Intento de dar muerte a la familia presidencial; Traición de juramento militar a la patria y a la Constitución.
No tengo dudas que el 4 de febrero será registrado en la historia nacional como el día de la infamia y de la cobardía.
Está ejemplarizado por el propio líder del golpe escondido y aterrorizado en el Museo Militar desde donde sin riesgo alguno para él promovió y dirigió las acciones que le han ganado el mote popular del “Héroe del Museo Militar” con el cual cargará hasta el final de sus días. Semejante realidad explica sus acciones y palabras de violencia que más que las de un guerrero, que no lo es –corresponde al que se sabe descubierto como cobarde.
Hoy Hugo Chávez Frías no es más un teniente coronel. Es el auto ungido jefe supremo de la fuerza armada nacional de Venezuela a la que intenta someter a una obediencia ciega no a la patria, sino a él disfrazado para estos fines como otros lamentables déspotas del mundo. Esta desviación institucional, contraria a los intereses de la patria, tiene consecuencias muy graves para los venezolanos que aspiramos a vivir en libertad y democracia.
Entrometiéndose en la crisis de Honduras, en la cual tuvo una responsabilidad central, Hugo Chávez le dijo a los militares de ese país: “¿Me pregunto hasta cuándo va a durar la obediencia ciega a estos gorilas?”. Es la misma pregunta que yo le vengo haciendo como ciudadano, con todo mi derecho, a los militares venezolanos que se comportan como gorilas. ¿Hasta cuándo va a durar la obediencia ciega a un hombre, y no a la nación?. El celo con que el ejército de Egipto cuida estos días el valor de su institucionalidad merece la atención y la admiración de todos. La fuerza armada nacional merece lo mísmo.
Es evidente que Hugo Chávez y sus cómplices civiles y militares del 4 de febrero, al igual a los que se le sumaron en estos doce años representan un peligro extraordinario para la sociedad en general porqué cometen crímenes sin que la sombra de la culpa inquiete sus conciencias. Se asumen como superhombres, sin obligaciones morales o legales No le temen a la justicia. Claro, son sus amos.
Hoy 19 años después reitero mis sentimentos de afecto y de solidaridad con los familiares de las víctimas de Hugo Chávez Frías.
Estas más de cien víctimas, ha sido apenas el comienzo de una carrera hacia la muerte de un país entero: miles de jóvenes asesinados, familias enlutadas por la tragedia y el dolor, la ruina del aparato productivo, la entrega de la soberanía nacional a Cuba, el exodo del talento nacional, y el desprestigio internacional por sus vinculaciones a algunas de las peores causas de la humanidad.
Hugo Chávez Frías-quién pública y orgullosamente- asumió la responsabilidad por sus injustas muertes- hoy las celebra. Le rinde homenaje a la muerte, celebra la fuga de los mejores, la pérdida de la libertad, de los derechos y de la democracia ejecutando la sentencia a muerte que le ha decretado al futuro de Venezuela-en especial de los mas desafortunados y de los más jóvenes.
Es por eso que hoy invito al pueblo venezolano sin distinciones de ningún tipo que mediten sobre una tragedia que se acelera donde los únicos que no serian afectados son Hugo Chavez Frias, sus familiares, amigos y jerarcas-y por supuesto tampoco el grueso número de enriquecidos bajo el amparo del régimen cuyo líder “tiene las manos manchadas de sangre” como públicamente lo denunció Francisco Arias Cardenas. Los venezolanos merecemos reunificarnos para tener un país en paz, estable y próspero con oportunidades para todos. Solo el odio y la violencia promovida por un hombre nos lo impide.
Hugo Chávez Frías y sus principales asociados civiles y militares - por ahora- siguen en libertad, pero más temprano que tarde la JUSTICIA NACIONAL se hará cargo de ellos por crímenes por los cuales no han sido juzgados y que por su naturaleza no prescriben.
FUENTE: Noticiero Digital