El
régimen a través de su oficina de asuntos legislativos, adecuadamente
encabezada por un viejo delincuente, fijó las reglas del juego: los
diputados podrían hacer intervenciones de cinco minutos, los alter egos
del Iluminado tiempo ilimitado para evadir respuestas y repetir discos
rayados sobre la bonanza, la felicidad, seguridad y el progreso
económico y social que según el “comandante presidente” vive la nación.
Pero
el hecho es que no hubo presentación alguna ni de memorias ni de
cuentas, sino que lo que lo programado por el gobierno y su oficina
legislativa era un teatro para dar la impresión de democracia y gobierno
responsable, en el que una de las partes disfrutaba de ventajas
ilimitadas para exponer sus puntos de vista y la otra restringida a un
tiempo mínimo y sometida a los insultos y abucheos de barras, ministros y
diputados oficialistas. En todo caso esa incidencia es “clavo pasado” y
una nueva demostración de la política atropelladora y desconocedora de
los principios democráticos, que definen al régimen dictatorial del
siglo 21.
En
ese acto quedó evidenciada la sumisión de las fuerzas armadas al PSUV y
su participación activa en la ejecución de los fines de ese partido
político. Mata Figueroa se reveló como el jefe de la fracción militar
del PSUV. Jaua, con una clara percepción de lo que les depara el futuro
y del hecho de que la fuerza de las armas es el principal sustento del
régimen, se desvivió en apasionados halagos a Mata Figueroa y a la
llamada “nueva fuerza armada nacional bolivariana”.
Mata
Figueroa hizo dos afirmaciones que no se pueden dejar pasar por alto.
En una de sus intervenciones, para justificar el inmenso gasto militar y
las comisiones pagadas por las mafias rusas, dijo que ello se debía a
que Venezuela era un “país cercado y asediado” en razón de su riqueza petrolera. Dejó a la audiencia en la oscuridad respecto a quien tiene “cercada y asediada”
a la nación, aunque dejó entrever que era el Imperio. Pero hasta donde
sabemos quienes no tenemos acceso a la información gubernamental, que
somos la mayoría aplastante de los venezolanos incluyendo a los
chavistas, del millón de millones de dólares que ha manejado la
Robolución y que se han
embolsillado sus cómplices y dirigentes, más del 90% provino de las
ventas de petróleo a empresas del Imperio. De manera, que el Imperio en
lugar de asediar o cercar a la Robolución lo que ha hecho, y continúa
haciendo, es ayudar al Iluminado a mantenerse en el poder en detrimento
del pueblo venezolano y en beneficio de la Boliburguesía saqueadora
consentida del régimen.
A
este militar baboso y obsecuente que es Mata Figueroa, hay que decirle
que efectivamente Venezuela y los Venezolanos y todos los que viven en
nuestro territorio, estamos asediados
pero por el hampa común que cada año le arrebata la vida a decenas de
miles de venezolanos, obligándonos a vivir en un permanente toque de
queda, ante la indiferencia y el tácito consentimientodel régimen. Y en
cuanto a que Venezuela está cercada es igualmente cierto, pero no
cercada por ninguna potencia extranjera, sino por el hampa que con el
moño suelto nos ha obligado a todos, desde los habitantes de los barrios
populares hasta los de las más encumbradas urbanizaciones a vivir tras
cercas, rejas y muros, cual fauna en zoológico.
Y
a la acción del hampa común se suma la acción del hampa política
sociolista y bolivariana, de la cual forman parte “generales” y
oficiales como Mata Figueroa, graduados en promociones “golilla” y
ascendidos por méritos en ardientes torneos de jalabolismo. Adornados
con más soles en las charreteras que la Via Láctea y más chapitas en el
pecho que diez gaveras de tercios Polar. Pero ni los soles ni las
chapitas pueden ocultar su desvergonzado servilismo, su pobreza
intelectual, su espíritu totalitario, su afán depredador del tesoro
nacional y su precariedad de conciencia.
Son
los Mata Figueroa y similares, los integrantes de esa banda de
saqueadores y promotores del delito, incluido el narcotráfico, quienes
mantienen un permanente asedio y asalto continuo a el futuro de
Venezuela y los venezolanos. Son ellos quienes en “heroicas batallas”
ejecutan los planes de destrucción de la república que lleva adelante el
Iluminado de Sabaneta. Son ellos los que “echan gas del bueno” y “plan
de machete” a universitarios, obreros, médicos, enfermeras, maestros,
profesionales, vecinos y pueblo en general, para tratar de acallar la
protesta ciudadana frente a los atropellos y abusos del régimen. Son
ellos los que invaden y asaltan y promueven y protegen los asaltos y las
invasiones a fincas y conucos, estacionamientos y urbanismos enteros,
edificios y apartamentos, casas y ranchos, industrias
grandes o pequeñas, comercios y hasta puestos de perro caliente. El
hampa común y el hampa política del régimen, encabezada por los Mata
Figueroa, son los que tienen asediada y cercada a Venezuela y a los
venezolanos.
Mata Figueroa: son ustedes, esta “nueva fuerza armada” como
usted la define, los más obsecuentes cómplices y ejecutores de las
tropelías del chavismo, validos de la fuerza de los fusiles. Es la DIM
el brazo ejecutor de la política de represión llevada adelante por el
chavismo. Son la Fiscalía Militar y los “tribunales” militares, junto al
ministerio público y los jueces mercenarios, los encargados de llevar
adelante juicios fraudulentos contra la disidencia y de patear los
derechos ciudadanos.
Es por eso Mata Figueroa, que no son los diputados democráticos quienes sienten “desprecio y animadversión” por esa “nueva fuerza armada” como
usted dijo en el sainete oficialista. Ojalá y fuera así para ustedes,
ya que serían solamente 65 venezolanos quienes sentirían “desprecio y
animadversión” por esa “nueva fuerza armada”. Es la mayoría del pueblo
venezolano la que siente animadversión y desprecio por
esa “nueva fuerza armada”, ecabezada por lacayos como usted y el alto
mando militar chavista. El repudio de los venezolanos va dirigido contra
serviles como usted y el combo de
gigolós que disfrazados de militares sirven, por unas monedas, a los
designios del Iluminado y apuntalan la destrucción de la nación.
Por eso hoy, el “desprecio y la animadversión”
de la población está concentrada en militares como Hugo Chávez, Mata
Figueroa, Rangel Silva, Alcalá Cordones, Arias Cárdenas, García
Carneiro, Cruz Wefer, Baduel, Rangel Briceño, Lucas Rincón, José Luis
Prieto, Maniglia, Carvajal Barrios, Pérez Arcay, Albornoz Tineo, etc. No
se trata de animadversión ni de desprecio hacia la institución o el
personal de tropa que es pueblo, sino hacia los que se regodean en el
ejercicio servil del poder, el uso cobarde de la fuerza de los fusiles y
se revuelcan impúdicamente en la corrupción y el delito. Es un
sentimiento de “desprecio y animadversión” por
quienes han
envilecido una institución que había superado vicios y tendencias
dictatoriales y desarrollado el respeto a las instituciones
republicanas.
La
llamada “nueva fuerza armada” y la milicia chavista, no son otra cosa
que la resurrección de los montoneros mercenarios al servicio de los
viejos caudillos y déspotas “militares”, que desde el poder usurpado
castigaron a los venezolanos durante incontables años de dictaduras e
impidieron, hasta donde pudieron, el desarrollo de la conciencia
democrática cercenando y criminalizando, como hoy lo hacen estos
disfraces, el ejercicio de las libertades públicas y los derechos
ciudadanos.
IMAGEN SUPERIOR: El EsteNoticias.com
FUENTE DEL TEXTO: Analítica.com
REMISIÓN: Carlos Eduardo Sosa Núñez