Abogado del diablo
Carlos E Méndez
Sábado, 21 de mayo de 2011
Siempre se ha dicho en el buen sentido de la palabra, que la clase media ha sido la responsable de los golpes de estado y de las revoluciones en el mundo, por ser política y económicamente la de mayor poder dentro de la sociedad. Pero en las revoluciones surgidas de movimientos populares o militaristas de izquierda, la clase media tradicional como entidad social comienza a debilitarse para ocupar un segundo o tercer lugar dentro del nuevo orden absolutista. Los regimenes autocráticos, si acaso y por conveniencia permiten que se levante una nueva clase media que se identifique con el poder central para poder aparentar mas que todo ante el mundo, que en el nuevo orden impuesto todos se sienten complacidos. De tal manera que, todo es nuevo, aunque no necesariamente bueno o malo del todo.
En Venezuela donde el régimen como estrategia política ha dividido a la sociedad entre pobres y ricos; ahora con la Misión Vivienda Propia, esta poniendo a pelear a la clase media tradicional y, por consiguiente dividiéndola entre “media” y “media arruinada“. Los “media” vendrían a ser aquellos que han acumulado mayores riquezas y bienes a través de los años, las cuales le han servido y le sirven para “explotar” no solo a los pobres, sino a los de su propia clase, mediante la aplicación de altas tasas de interés en los prestamos y altos precios en las ventas y alquileres de las viviendas, terrenos, galpones y oficinas de su propiedad. Con ello - dice el gobierno -, los “medias” están contribuyendo al alto costo de la vida y a asfixiar a los “arruinados” de su propia clase. De tal manera que la tradicionalmente clase media que hasta ahora se había mantenido unida en su lucha contra el autoritarismo, comienza a resquebrajarse al entrar en pugna para poder sobrevivir a esta economía de guerra y adaptarse al régimen que profundiza su revolución pacifica que, en cierta forma, favorece a los “arruinados” pero que irónicamente le deja dividendos políticos al gobierno al que tanto los unos como los otros por naturaleza se han opuesto .
En la operación Misión Vivienda Propia no solo se están enlistando o registrando los que no tienen casa propia con la ilusión de obtener una en el futuro inmediato, sino aquellos dueños de casas que las mantienen en comodato o en alquiler y temen perderla o ver reducidas sus ganancias cuando el gobierno en defensa del ocupante les plantee vendérselas o reducirles el canon de arrendamiento. Por esta razón y ante el temor que a los dueños de viviendas les produce la nueva ley decretada recientemente, la clase media tradicional y los nuevos ricos están corriendo a las notarias a traspasar sus propiedades a algún familiar o amigo y registrar alguna otra como oficina o vivienda principal para asegurar su bien, lo cual es muy legitimo si tomamos en cuenta el esfuerzo y la inversión que originalmente tuvieron que hacer sus dueños para adquirir sus bienes.
No creo que un clase media arruinada se vaya a prestar o a confabular con el gobierno para arrebatarle la vivienda principal, secundaria o terciaria, a su propietario. Tampoco creo que un clase media clásico vaya a lanzar a su igual por un despeñadero. Lo que si pienso es que en justicia el que no tiene techo propio podría estar de acuerdo en que sea el estado el que regule el precio de la venta o del alquiler de la vivienda para beneficio mutuo, ya que dada la economía de guerra que se vive en Venezuela, al clase media arruinada que no tiene vivienda propia, a duras penas le alcanzan sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas incluyendo la renta. Y, por otro lado, al propietario tampoco le produce dividendos matar a la gallinita de los huevos de oro a sabiendas de que la tendencia del mercado inmobiliario es reventarse como todas las burbujas inflacionarias. En los EU por mencionar un país capitalista, hay pueblos que parecen fantasmas debido a que no hay a quién rente los locales comerciales ni las viviendas, puesto que las rentas no se corresponden con la nueva realidad económica del país norteño.
carlosemendezs@yahoo.com
En Venezuela donde el régimen como estrategia política ha dividido a la sociedad entre pobres y ricos; ahora con la Misión Vivienda Propia, esta poniendo a pelear a la clase media tradicional y, por consiguiente dividiéndola entre “media” y “media arruinada“. Los “media” vendrían a ser aquellos que han acumulado mayores riquezas y bienes a través de los años, las cuales le han servido y le sirven para “explotar” no solo a los pobres, sino a los de su propia clase, mediante la aplicación de altas tasas de interés en los prestamos y altos precios en las ventas y alquileres de las viviendas, terrenos, galpones y oficinas de su propiedad. Con ello - dice el gobierno -, los “medias” están contribuyendo al alto costo de la vida y a asfixiar a los “arruinados” de su propia clase. De tal manera que la tradicionalmente clase media que hasta ahora se había mantenido unida en su lucha contra el autoritarismo, comienza a resquebrajarse al entrar en pugna para poder sobrevivir a esta economía de guerra y adaptarse al régimen que profundiza su revolución pacifica que, en cierta forma, favorece a los “arruinados” pero que irónicamente le deja dividendos políticos al gobierno al que tanto los unos como los otros por naturaleza se han opuesto .
En la operación Misión Vivienda Propia no solo se están enlistando o registrando los que no tienen casa propia con la ilusión de obtener una en el futuro inmediato, sino aquellos dueños de casas que las mantienen en comodato o en alquiler y temen perderla o ver reducidas sus ganancias cuando el gobierno en defensa del ocupante les plantee vendérselas o reducirles el canon de arrendamiento. Por esta razón y ante el temor que a los dueños de viviendas les produce la nueva ley decretada recientemente, la clase media tradicional y los nuevos ricos están corriendo a las notarias a traspasar sus propiedades a algún familiar o amigo y registrar alguna otra como oficina o vivienda principal para asegurar su bien, lo cual es muy legitimo si tomamos en cuenta el esfuerzo y la inversión que originalmente tuvieron que hacer sus dueños para adquirir sus bienes.
No creo que un clase media arruinada se vaya a prestar o a confabular con el gobierno para arrebatarle la vivienda principal, secundaria o terciaria, a su propietario. Tampoco creo que un clase media clásico vaya a lanzar a su igual por un despeñadero. Lo que si pienso es que en justicia el que no tiene techo propio podría estar de acuerdo en que sea el estado el que regule el precio de la venta o del alquiler de la vivienda para beneficio mutuo, ya que dada la economía de guerra que se vive en Venezuela, al clase media arruinada que no tiene vivienda propia, a duras penas le alcanzan sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas incluyendo la renta. Y, por otro lado, al propietario tampoco le produce dividendos matar a la gallinita de los huevos de oro a sabiendas de que la tendencia del mercado inmobiliario es reventarse como todas las burbujas inflacionarias. En los EU por mencionar un país capitalista, hay pueblos que parecen fantasmas debido a que no hay a quién rente los locales comerciales ni las viviendas, puesto que las rentas no se corresponden con la nueva realidad económica del país norteño.
carlosemendezs@yahoo.com
FUENTE: Analítica.com