Mensaje contra los
falsos profetas
Por: Vinicio Guerrero Méndez
En cuanto al día y la hora, no los conoce nadie, ni los
ángeles en el cielo, ni el hijo; solo los conoce el Padre. (Marcos 13:32)
Esta vez me dirijo a ustedes en la confianza de que no
debemos seguir escuchando alarmas de falsos anuncios contra el fin del mundo,
de personas que tergiversan el mensaje de Jesús.
¡Como se ve el miedo que suscitan los presagios! Son
innumerables las profecías y tanto más las ocasiones en que no ha pasado nada. Es
impresionante el escándalo que se
presenta cuando nos hablan de previsiones proféticas esotéricas mezcladas con
conceptos científicos o religiosos que predicen el fin del mundo.
Y es precisamente la ignorancia lo que más sorprende. Cualquier
creencia ajena a la Verdad
tiene la capacidad de nublar el entendimiento y hacer ver oro donde hay mugre. Acerca del fin del mundo solo sabemos lo que el Señor
manifestó a sus Apóstoles y figura en la Biblia. El que se considere
un hombre justo no debe temer el fin porque el mismísimo Dios lo protegerá.
Deseo esbozar de la propia biblia el mensaje de Dios
contra estos señores.
“Hay profetas que anuncian a Israel mensajes que ellos
mismos inventaron. ¡Pobres profetas, que tontos son ustedes! Yo no les he dado
ningún mensaje. Ustedes inventan sus mensajes; son como los chacales cuando
buscan alimento entre las ruinas. Todo lo que ustedes anuncian es mentira; es
solo producto de su imaginación. Aseguran que hablan de mi parte, pero eso es
mentira: yo nunca les he pedido que hablen por mí. ¿Y todavía esperan que se
cumplan sus palabras? Yo los castigaré por dar mensajes falsos. (Ezequiel 13:5-9)
Todos los acontecimientos que se
presenten en el mundo tendrán su epicentro en Israel todo converge en base a
esa nación. Es el punto focal del fin del mundo como esta anunciado. Es allí en
esa nación tan pequeña donde se vera manifestada la grandeza de Dios.
Si bien es cierto, hay que temer no solo al último y
terrible Juicio de Dios, sino también al juicio individual, siempre cercano a
nosotros. Es cierto que el mundo no durará para
siempre, el fin del mundo no será su destrucción, sino su plenitud. El mundo no
es para Dios un juguete sino "la obra de sus manos". Hoy en el mundo
hay guerras, revoluciones, terremotos, pestes, hambre, persecuciones, y parece
que muchas otras cosas andan mal. Pero, esto no es el fin del mundo, sino parte
de él.
"llegará el tiempo en que los hombres no aceptarán
más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se
procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán
de la verdad para escuchar cosas fantasiosas" (2 Tim. 4:3-4) es decir, que
los hombres en lugar de interesarse por la verdad, preferirán lo que sea
curioso y agradable de escuchar.
No
sigamos a los que hablan del fin del mundo, no nos asustemos si oímos hablar de
guerras y disturbios, porque estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el
fin no llegará tan de inmediato, no nos alarmemos, porque eso tiene que pasar,
pero todavía no será el fin.
Miremos
el cielo, allá está el trono de Dios la tierra es solo el escabel de sus pies.
Las nubes no son más que sus carrozas en las que en cualquier momento nuestro
amado Jesús se manifestará. Cuando esto se suceda no tengamos miedo.
¡La oración! No la dejes nunca por nada. Ella da brillo a
tus ojos, ardor a tu corazón, fuerza a tu voluntad. Persevera todos los días,
sin desistir y Dios te escuchará.
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO
MENDEZ
FUENTE: La Región