La Salud de PDVSA.
Por: Juan Fernández.
Si hay un tema para ocuparnos los venezolanos es la Salud de Venezuela, los síntomas reflejan una situación muy complicada y el epicentro económico de la enfermedad se concentra en la mediocre gestión de PDVSA. El 95 % o más de las divisas que obtiene el país se generan en la actividad petrolera, solo con una capacidad de producción de 2.4 millones de bbl/día y de los cuales solo 1 millón son reales generadores de caja. Con este simple cuadro de síntomas, la estrategia que viene siguiendo el gobierno de Chávez es endeudar a PDVSA, ya varias instituciones financieras mencionan un nivel de deuda financiera del orden de los 46.000 millones para finales del 2011, un aumento de 11000 millones con respecto a 2010. Un ejemplo viene siendo el recientemente anuncio de un financiamiento por los japoneses de 1.500 millones para dos refinerías la de Puerto La Cruz y la Refinería El Palito en Puerto Cabello.
Las empresas Mitsui, Itochu, Marubeni con el soporte del Banco Internacional de Cooperación de Japón (JBIC) y Nipón Exportaciones y Seguro de Inversiones (NEXI), acordaron dos préstamos de 750 millones uno para cada refinería. PDVSA por su lado para poder obtener este préstamo acuerda la entrega de crudo Santa Bárbara del tipo liviano con alto contenido de gasolinas y destilados durante 15 años, siendo una opción de los japoneses poder cambiar para otro tipo de crudo y productos. Lo anterior, implica la desconfianza que se tiene en la gestión de PDVSA actual, en el mundo financiero las empresas con capacidad para generar recursos se les presta dinero y pagan estos préstamos con dinero. Para el caso de PDVSA, las instituciones financieras evalúan a la petrolera y las inversiones que realiza, cuyo resultado basado en el actual manejo de la industria, determina exigir como método de pago Crudo o Productos. Por lo tanto, no hay confianza en su capacidad de generar dinero y exigen el suministro con destino al mercado Japonés, en el cual Venezuela no es competitiva. Lo que hacemos tener un menor precio para el crudo Santa Bárbara, perdiendo valor, ingresos y mercado. Alguien diría con toda razón; “Es peor el remedio que la enfermedad”.
Los préstamos destinados en el caso de la Refinería El Palito para duplicar su capacidad de refinación de 140 a 280 mil barriles día y Puerto La Cruz para aumentar su capacidad en 30 mil barriles diarios, de ser esto cierto los montos de 750 millones lucen incoherentes, y uno puede interpretar los prestamos mas como líneas de crédito con garantía de suministro, lo cual indica la poca flexibilidad de PDVSA para obtener recursos. Por cierto, en el caso de disputas o controversias, los contratos de financiamiento acuerdan el arbitraje internacional, en donde queda aquello dicho por el gobierno de Chávez, y Rafael Ramírez de traición a la patria por incluirse en contratos la posibilidad del arbitraje internacional.
La salud de PDVSA es frágil, lo vemos con su mermada capacidad de producción, limitaciones en sus operaciones de refinación, un flujo de caja que no llega, una estructura de endeudamiento comprometiendo cada día más petróleo. Además con claros casos de corrupción, estafas a sus fondos y enfrentada a unos procesos de arbitraje que le costaran a la nación miles de millones de dólares. Lo mínimo requerido es un tratamiento de terapia intensiva, pues solo imaginar que PDVSA colapse, es el colapso del país.
@JFernandeznupa