“Al borde del abismo”.
Recurrentemente solemos escuchar expresiones
tales como: “Éramos felices y no lo sabíamos”, refiriéndonos a la triste
realidad que actualmente vive nuestra patria pero utilizando otra expresión pudiéramos decir: “Estábamos en peligro y no lo sabíamos”. Los
gritos de advertencia que nos hacían desde variadas fuentes en torno a lo que se le avecinaba al país con el
advenimiento de Chávez al poder, ¡eran ciertos! Alertas que no fueron tomados
en cuenta en su oportunidad y hoy día se hacen sentir sus resultados. Muchos fuimos
los ciudadanos sorprendidos en nuestra buena fe pero, poco a poco se suman los
que van entendiendo la realidad que acongoja a los venezolanos ante la
disuasión cognoscitiva del régimen que impera en Venezuela.
Lejos de lamentaciones, es necesario señalar
que la aptitud asumida por la sociedad civil sobre su quietud, el miedo, “el no
puede ser y no lo creo”, el conformismo y sobretodo la ignorancia misma entre
otros calificativos, están siendo aprovechados por un movimiento de izquierda generando
una invasión disfrazada de sanas intensiones cuya acción (auspiciada sobretodo por
cubanos) lleva como objetivo estratégico; hacerse de nuestros recursos como
Nación, acabando con la República de Venezuela desde lo más profundo de sus
entrañas. No debemos olvidar el nefasto principio del comunismo: “Las revoluciones se hacen con sangre y desde
las ruinas de los pueblos”.
Antes de 1999, el país estaba sumergido en serios problemas
de variada índole, empero, posterior a esta fecha, y muy a nuestro pesar, surge
como de la nada el referido movimiento amparado en la vacía expresión
Socialismo del Siglo XXI, actuando en nombre de los más desposeídos por la paz,
justicia, igualdad, libertad y jugando con
las necesidades de un pueblo. Ese movimiento con sus actos de latrocinio nos ha colocado al
borde del abismo (título sobre estas breves reflexiones) y quienes hoy nos gobiernan al
igual que los gobernados estamos en la misma situación porque la Venezuela es
una sola. Venían estudiando sigilosamente las debilidades de la Constitución
Nacional (1961) para posicionarse a sabiendas que por las armas no lo lograrían.
Ante la cercanía de un proceso electoral y la
caída de la popularidad de un Gobierno conformado en su mayoría por adulantes
en funciones de claqueros, un Estado e Instituciones que no operan y languidece
su estructura sistémica, me viene a la mente un proverbio africano:
"Todas las
mañanas en África, una gacela se despierta. Sabe que debe correr más velozmente
que el león más rápido o será atrapada por éste. Todas las mañanas, un león se
despierta en África. Sabe que debe correr más rápido que la gacela más lenta
para no morir de hambre. No importa si eres una gacela o un león. Cuando el sol
salga en África, mejor que empieces a correr rápido".
Llevamos una dirección incierta sobre nuestro futuro como País en un
camino malentendido adornado con matices de pan y circo entre convenios, foros,
cumbres propio de la era romana y que para los actuales dirigentes políticos y gubernamentales,
es de entender que no será tan fácil que entreguen el poder porque como el león
o la gacela, saben lo que les espera e intentarán correr ya que, cuando regrese
el Estado de Derecho tendrán que
rendir cuenta de sus actos.
Ya llegará el día, cuando suene de nuevo el
clarín de la patria y se escuche el grito de un bravo pueblo en aras a su honor
y gloria remembrando a sus verdaderos héroes antepasados, fundamentados en
acciones que harán letras y honor al contenido de nuestro glorioso Himno Nacional.
Elaborado en Diciembre 2011
por:
RICHARD GONZALEZ C.