Hoy ya no tiene razones para reelegirse
En estos últimos 14 años de supuesta revolución: la democracia, la
ciudadanía, los poderes públicos, y las dos cartas magnas que hemos
tenido han sufrido los ataques más despiadados e irracionales de toda la
historia democrática. Un régimen legitimado en varias ocasiones por el
pueblo soberano; pero que hoy defraudado y desesperanzado ha comenzado a
rebelarse frente a él al no vérsele hecha realidad las promesas de 1998
de prosperidad, justicia y paz.
La situación política, económica y social para ese momento electoral no era más grave como la que hoy en día se tiene a todo nivel por todo el país. Como tampoco la descomposición moral y ética pública.
Desde la llegada al poder por los que hoy nos desgobiernan, han ocurrido una serie de eventos que analizándolos con objetivad y sinceridad, podríamos encontrar las razones del por qué estamos como estamos como sociedad, como nación. En otras palabras, el móvil de la destrucción de la economía tanto privada como pública. La vieja y retrógrada premisa de partir desde cero para facilitar la instauración del proyecto socialismo comunismo del siglo XXI, con la finalidad de asegurar la absoluta dependencia de la sociedad a los designios del jefe de la revolución, al mero estilo castrista.
El primer irrespeto contra el orden interno constituido se concretó cuando el jefe supremo se negó a recibir la banda presidencial del Presidente saliente y, luego, declaró moribunda la Constitución vigente del 61. El paso siguiente y acelerado fue la convocatoria de la Asamblea Constituyente, por cierto, los promotores y protagonistas principales que la apoyaron meses después retiraron el apoyo al gobierno cuando se dieron cuenta que el de Miraflores los había utilizado para montar el proyecto militarista cubano. Con la Constitución del 99 se eliminó la cámara del Senado, dejando sin controles el funcionamiento del Estado. Se recuerda igualmente cuando forzaron la salida de la doctora Cecilia Sosa de la presidencia del TSJ para facilitar muchos adefesios jurídicos, uno de ellos, no sumar al mandato en ejercicio los dos primeros años. El período se alargó a 6; aunque la intención primaria era 8.
El 2 de diciembre del 2007 se consumó otro intentó de golpe contra el sistema democrático cuando se sometió a consideración de los ciudadanos un referendo con el propósito develado de legitimar el proyecto del socialismo-comunismo; rechazado por las mayorías. El mismo día de reconocimiento de la derrota; el Presidente advirtió que en el futuro iba a insistir con su proyecto pero a través de leyes; cosa que lo ha venido cumpliendo al pie de la letra desde entonces. Una de sus solicitudes se le concedió como fue lo de la reelección indefinida. Lo que no imaginó el militar enfermo de poder es que su desatención a los problemas sociales del desempleo, el alto costo de la vida, la escasez de viviendas, la salud, la inseguridad, los de infraestructura en general, son hoy los principales y auténticos enemigos de su reelección para continuar dirigiendo los destinos de la nación por seis años más. Tampoco se imaginó enfrentar en esta elección del 7-O a un consumado demócrata de las nuevas generaciones, que por los cargos públicos que ha pasado (diputado, alcalde, Gobernación) ha dejado una huella reconocida y probada de voluntad de logro y de éxito, de transparencia, de respeto, de defensa de la igualdad de todos ante la ley, de la libertad, de la solidaridad inteligente y de la participación real de todos los sectores en la construcción de un camino, el del progreso y desarrollo nacional sin distingo de naturaleza y credo alguno, ese se llama Henrique Capriles Radonski.
Internacionalista
@renenunezr
La situación política, económica y social para ese momento electoral no era más grave como la que hoy en día se tiene a todo nivel por todo el país. Como tampoco la descomposición moral y ética pública.
Desde la llegada al poder por los que hoy nos desgobiernan, han ocurrido una serie de eventos que analizándolos con objetivad y sinceridad, podríamos encontrar las razones del por qué estamos como estamos como sociedad, como nación. En otras palabras, el móvil de la destrucción de la economía tanto privada como pública. La vieja y retrógrada premisa de partir desde cero para facilitar la instauración del proyecto socialismo comunismo del siglo XXI, con la finalidad de asegurar la absoluta dependencia de la sociedad a los designios del jefe de la revolución, al mero estilo castrista.
El primer irrespeto contra el orden interno constituido se concretó cuando el jefe supremo se negó a recibir la banda presidencial del Presidente saliente y, luego, declaró moribunda la Constitución vigente del 61. El paso siguiente y acelerado fue la convocatoria de la Asamblea Constituyente, por cierto, los promotores y protagonistas principales que la apoyaron meses después retiraron el apoyo al gobierno cuando se dieron cuenta que el de Miraflores los había utilizado para montar el proyecto militarista cubano. Con la Constitución del 99 se eliminó la cámara del Senado, dejando sin controles el funcionamiento del Estado. Se recuerda igualmente cuando forzaron la salida de la doctora Cecilia Sosa de la presidencia del TSJ para facilitar muchos adefesios jurídicos, uno de ellos, no sumar al mandato en ejercicio los dos primeros años. El período se alargó a 6; aunque la intención primaria era 8.
El 2 de diciembre del 2007 se consumó otro intentó de golpe contra el sistema democrático cuando se sometió a consideración de los ciudadanos un referendo con el propósito develado de legitimar el proyecto del socialismo-comunismo; rechazado por las mayorías. El mismo día de reconocimiento de la derrota; el Presidente advirtió que en el futuro iba a insistir con su proyecto pero a través de leyes; cosa que lo ha venido cumpliendo al pie de la letra desde entonces. Una de sus solicitudes se le concedió como fue lo de la reelección indefinida. Lo que no imaginó el militar enfermo de poder es que su desatención a los problemas sociales del desempleo, el alto costo de la vida, la escasez de viviendas, la salud, la inseguridad, los de infraestructura en general, son hoy los principales y auténticos enemigos de su reelección para continuar dirigiendo los destinos de la nación por seis años más. Tampoco se imaginó enfrentar en esta elección del 7-O a un consumado demócrata de las nuevas generaciones, que por los cargos públicos que ha pasado (diputado, alcalde, Gobernación) ha dejado una huella reconocida y probada de voluntad de logro y de éxito, de transparencia, de respeto, de defensa de la igualdad de todos ante la ley, de la libertad, de la solidaridad inteligente y de la participación real de todos los sectores en la construcción de un camino, el del progreso y desarrollo nacional sin distingo de naturaleza y credo alguno, ese se llama Henrique Capriles Radonski.
Internacionalista
@renenunezr
Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono, de 7:00 a 8:00 am por Skandalo 106.9 FM
FUENTE: Correo del Caroní