LA VERDADERA ENCUESTA
Vinicio Guerrero Méndez
El pueblo es siempre inconstante: no te fíes de él. El pueblo, el fuego y el agua no pueden ser domados nunca. (Focilides)
Este articulo, breve, pero que creo indispensable redactar, va con la finalidad de traer un oportuno socorro a todos los que han caído en el desaliento de las fulanas encuestas.
Las encuestas tienen por objetivo obtener información estadística con el fin de recopilar datos que se necesitan para un buen análisis. Pocas veces se da en forma clara y precisa sino tal y como se necesita. En la mayoría de los casos, la muestra de la población elegida no es suficiente para que los resultados puedan aportar un informe confiable. En fin se utiliza solo para conocer lo que piensa un número de individuos de un determinado grupo.
Basta ver desde el mismo inicio de la campaña presidencial por diversas regiones del país la diaria y masiva participación ciudadana unas por gusto y voluntad y otras en su mayoría además de obligadas; escasas. Prueba irrefutable que uno cuenta con votos seguros aun sin igualdad de condiciones, que el contrario quien con la mejor maquinaria de recursos a su alcance, corre el riesgo de recibir “voto castigo” por parte de sus seguidores por diversas razones conocidas, para no nombrar una que otra promesa incumplida.
Como quiera que sea, se visualiza un problema quizás de consecuencias impredecibles a ese contendor, que predice ganar por “knock out fulminante” debido que, hasta ahora no han sido más que virtuales los tales millones en “dudosas” encuestas.
En suma, una vez escrutados los resultados, todo será válido siempre que muestre y demuestre a Venezuela y el mundo con sobrada justificación que la euforia colectiva que viviremos, a nivel nacional por los diez millones o más de votantes sea proporcional a los votos obtenidos en cuerpo presente y no de fantasmas.
Afectuosamente,
Imperfecto.
VINICIO GUERRERO MENDEZ
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. (Art.19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)