VALORES
DEMOCRATICOS-Cesar Guillen Citterio- Movimiento
Laborista
UNA OPORTUNIDAD
PARA REIVINDICARNOS COMO PUEBLO.
El venezolano
con ínfulas de liderazgo, ha tenido siempre el complejo del superhombre
mesiánico, heredero de las glorias de los libertadores, que triunfa y se
magnifica folklóricamente en las cosas
irrelevantes, pero fracasa en aquellas esenciales que son las que fortalecen y
hacen progresar al país.
En Venezuela
todavía existe el síndrome del complejo de víctima, la del pueblo llorón y
frágil, envalentonado solo con el alcohol y el poder. Que denuncia ser engañado
y manipulado por una fuerza externa superior, primero ante los españoles luego ahora
con los norteamericanos.
Esta actitud
deplorable ha hecho que seamos incapaces de reconocer nuestras propias
autonomías, responsabilidades y competencias.
Lo demostramos
cuando se destruyó la estatua de colon, “el imperialista español asesino y
saqueador”. Ese mismo pueblo hoy le concede contratos a las trasnacionales españolas,
en la industria naval y en nuestra única economía rentable que es la petrolera.
Somos acomplejados y por eso resentidos.
Seguimos bajo
esas alucinantes imágenes, del pueblo bueno, ingenuo, noble y generoso, que no
ha podido alcanzar sus metas, sus logros y desarrollo, por culpa de un malvado
enemigo oculto que siempre acecha y que nos impide ser lo que queremos.
Pero
ingenuamente, escapando de ese “maligno enemigo imperialista” vamos del brazo
cayendo en los nuevos “neo-comunistas” y “neo Colonialistas”. Si, los rusos y chinos,
que no son nada socialistas, sino oportunistas que avanzan con su ambición por
el poder mundial y sus riquezas.
Contra lo que
creen los escépticos, en Venezuela SI HAY un gran material humano en todos los
segmentos sociales, para lograr estos propósitos, que requiere ocupar los
espacios que le han sido secuestrado por la oposición profesional que se
mantiene al abrigo del poder actual.
Es una lucha
sincera no partidista, para lograr que funcione un Estado que nos haga iguales ante
la ley y no victimas de chantajes de burócratas y depredadores de los bienes
públicos.
Un nuevo
régimen, deberá comenzar por poner orden en esta jungla llena de miseria y corrupción.
No puede
tolerarse que siga esa gangrena del “PARTIDISMO C.A” de los años ochenta y
noventa, que se potenció con la disparatada “REVOLUCION BOLIVARIANA”, hasta
convertir en una pesadilla ganarse el pan honradamente, producir y sobre todo
sobrevivir, contra todo pronóstico, al ataque omnipresente del hampa criminal,
social, político-gubernamental y como novedad hasta la policial.
IMAGEN: Cortèsía de Busaca