EL NECESARIO PRAGMATISMO POLITICO
Cesar Guillen
Citterio
Mientras el intelectual está preocupado, el político
está ocupado…. (Mirabeu)
“La discusión más trivial sobre la importación del
trigo de Egipto, me había enseñado más sobre el manejo del estado, que la República
de Platón” (Adriano. Siglo III). Uno de los
retos que enfrenta la democracia en nuestro tiempo, es la de mejorar su
capacidad para hacerse entender de una forma a la que podríamos definir como
más “pragmática”.
Para nadie es
un secreto que el bajo nivel de educación y cultura en Latinoamérica, nos hace
más propenso a las ideas esperanzadoras que a los deberes y compromisos de la
vida en democracia. Pues de tal manera
está compuesto el espíritu humano, que les es más satisfactorio la ficción que
la realidad.
Una forma de
gobierno por sí sola no constituye la libertad, sino el grado de ilustración y
virtudes de los individuos que la componen. En las naciones con marcadas
carencias en todos los órdenes, la comunicación efectiva es aquella que logra
conciliar el sentido del mensaje con su realización concreta.
No basta para
la conducción efectiva, el rigor académico y un lenguaje poco entendible, ni
aun en las sociedades más avanzadas tal estrategia es eficaz. El pretender que
el hombre inteligente, es aquel que sabe muchas cosas de memoria es como
considerar sabio al que tiene una gran biblioteca.
El adaptar
modas en sistemas políticos no es sino la típica falta de identidad, tan propio
de los países subdesarrollados. Es por
ello que un país requiere más de sistemas de gobiernos sólidos y bien
estructurados, que de dirigentes mediáticos, pintorescos o ilustrados.
El dirigente
político selecto, no es el petulante que se cree superior, sino el que más
acierta en las soluciones, aun cuando las condiciones personales de un
dirigente no determinan la historia, la marcan. El genio se compone de un 2% de
talento y el 98% de perseverante aplicación. Nada es tan peligrosamente fácil
que “renunciar”.
El fallar en
las soluciones más elementales de las sociedades modernas como son el empleo,
la alimentación y la salud, abren las posibilidades por la desesperación y la
angustia a todas aquella formas de gobiernos ilusorias, manipuladoras y por
ende restrictivas de la libertad.
Quien acumula
saber, se hace filósofo o erudito, gana en conocimientos pero pierde en
audacia. La acción sin talento se convierte entonces en revuelta y anarquía (El
chavismo) pero por igual, el talento sin acción resulta en un ejercicio
académico y retórico (la oposición).
"Adhuc Stantes"
Cesar Guillen cesarguillencittrerio@gmail.com