César Guillén Citterio
EL COMUNISMO, RAICES DE UN FRACASO (11)
El comunismo
en Latinoamérica ha sido un desastre desde que el Che Guevara intentó en su
delirio, el de sembrar a Latinoamérica
de “Varios Vietnam”. Lo único que dejó fueron sus huesos en las montañas
bolivianas, producto de la traición de los comunistas de ese país en
concordancia con los Castro en Cuba, quienes lo siguieron utilizando como
imagen publicitaria y cuasi religiosa para sus intereses.
China criticó la
revolución de Allende y de cómo manejaba la economía, refiriéndose a la
redistribución a base de dinero inorgánico, precios congelados e importaciones.
Era el inicio del populismo producto de los prejuicios y a una visión errada de
la justicia social. Repartir el trabajo de otros para crear el clientelismo de
burócratas y académicos que ya empezaban a medrar en el tesoro público.
Se habla de la CIA y el Imperialismo
contra Allende. Pero lo cierto es que los chinos, rusos y checos fueron los
primeros en dejar Chile. No hay un solo ejemplo en nuestro continente de avances
y progresos concretos, con los sistemas neo-comunistas y del socialismo
populista que hemos padecido.
“Con la fuerza y el fusil
se establece un orden socialista”. Decía Lenin. Rosa de
Luxemburgo, le respondió: “Entiendo y
comprendo esas medidas, camarada Lenin, pero no olvide que la libertad será
siempre del que discrepe de mi”. Fue el comienzo del modo de terror
comunista.
Los revolucionarios latinoamericanos,
plagaron de guerrillas a nuestra región con su saldo de violencia, sangre y miseria. Sobreviven hoy gracias a las
alianzas perversas con el narcotráfico en las selvas de Colombia, en la
hipócrita política de los Castro, en la plataforma inútil del Foro de Sao Paulo
y en la burocracia degenerada de la revolución bolivariana del siglo 21.
"Adhuc Stantes"