Crisis, economía y política
Enrique Prieto
Silva
Jueves 16 de junio
de 2016
El líder político Pedro Pablo Fernández, propuso dejar
de lado la política para enfrentar la crisis económica. Criterio que pareciera ser cierto, si pudiéramos
separar en el Estado lo económico de lo político. Cosa imposible, por cuanto en
los sistemas democráticos y en cualquier sistema que se implante para gobernar,
la economía aporta los recursos necesarios para ejercer el gobierno, que no es
otra cosa que la forma de conducir las políticas, vistas dentro de los
parámetros administrativos, que no difieren del empresarial sino en la
orientación que se le da al manejo del proceso administrativo, considerando los
fines que se persiguen en ambos casos. Mientras, en la empresa el objetivo es
el rendimiento económico, es decir la ganancia o dividendos para lucrar al
empresario; en el Estado, el objetivo es la eficiencia en el manejo de los
recursos, con el fin de satisfacer las necesidades de colectivo. En ambos
casos, surge la necesidad de aplicar un eficiente proceso administrativo, ya
que sin este proceso, sería imposible el logro de los resultados esperados,
satisfaciendo o cumpliendo los objetivos propuestos, que es imposible lograr,
sin la aplicación de acertadas y convenientes políticas, que son en si las
máximas propuestas, que permitan orientar el ejercicio del proceso, siguiendo
las reglas ya definidas en el ejercicio de una eficiente administración.
Es cierto, que en Venezuela, se hace necesario un cambio
de administración, que llamamos pública, para diferenciarla de la empresarial,
pero este cambio no puede hacerse, si no se cambia la orientación política de
la administración, que siendo errada, es errática y terca. No se puede atender
el problema económico, sin que apliquemos cambios o ajustes a la política, sea
cual fuere el proceso administrativo. Es obvio, que el empresario, quien ejerce
las mismas funciones que un gobernante en la administración, nunca mantendría
la política empresarial, si percibe que es errática, ya que se le hace
imposible cumplir sus objetivos, por lo que decide cambiarla para mejorar su
administración. Lo mismo debe hacer un gobernante, quien habiendo percibido una
debacle económica, tiene que saber, que nunca podrá cumplir con el objetivo del
bien social, si no cambia su orientación política.
No se puede comprender, como el gobierno “socialista del
siglo xxi”, ni de cualquier siglo, piense, y se empecina en mantener la misma
política de gobierno, que es la política de la administración, si sabe o le han
hecho saber que esa es la causa de la crisis económica. Ello nos indica, que es
inseparable la política de lo económico. Allí la equivocación de Fernández, al
creer que puede resolverse la crisis económica en Venezuela, dejando de lado la
política. Es como creer, que se puede atender una enfermedad, solo con paños
fríos o calientes, sin atacar al germen que la provoca.
No podemos seguir creyendo, que el político es solo el
líder dentro de un partido o el que milita en él. No, político es el líder
capar de comprender, que lo social, lo político y lo económico, son los
elementos necesarios en el manejo de cualquier Estado. El social es el
beneficiario de la buena administración pública y lo económico es lo más
necesario. Sin economía no puede haber satisfacción social, pero con una mala
política, no hay recursos económicos, por ingente que sean, que permitan
satisfacer a un pueblo, por ello, no podemos separar la política de lo
económico, para resolver la crisis que vive Venezuela.
No creemos en este gobierno incapaz. ¡Revocatorio ya!