¿MILITARES O CIVILES?
Por: Paciano Padrón
“La crisis la van a resolver los políticos, no los militares que no deben intervenir”, acaba de sentenciar el Ministro de la Defensa de Venezuela, como si la FAN no tuviera velas en este entierro. No conforme con hacerse el Pilatos, el Gral. Padrino López excluye a importantes sectores de la vida nacional, al espetar que: “No es la Conferencia Episcopal la que la va a resolver, ni los empresarios, no es por la vía militar, son los políticos”. Este padrino está pelao de punta a punta.
Esta crisis brutal que afecta a los venezolanos -que también amenaza crecientemente la estabilidad del hemisferio, y tal vez la de más allá- es de todos los afectados. En primer lugar, es nuestro problema. En consecuencia, ningún venezolano puede eximirse de cumplir el ciudadano deber de participar. Tal vez podríamos preguntarnos si los militares hoy son parte de la solución o parte del problema. Más aún, si son el problema en sí. Nuestra Fuerza Armada tiene un rol fundamental para salir de la crisis. Padrino López y los que como él constituyen el nefasto cogollo del régimen, son el problema, pero la gran mayoría, hasta ahora sometidos y silenciosos, pueden y deben levantar la voz.
Pero hay más, cuando Venezuela hoy está sometida y es víctima de las fuerzas internacionales del terrorismo y el narcotráfico, de la guerrilla colombiana y de la presencia real e insolente de Irak, Irán, China, Rusia y Cuba, no solo nos convertimos en una desgracia para nosotros mismos, sino en un verdadero peligro hemisférico, que pone en juego la paz en la región. Ante tal amenaza y peligro, el derecho a defenderse y actuar podría sobrepasar los linderos nacionales.
Escribí la semana pasada que el régimen imperante en Venezuela, califica de traidores a quienes hablan de solicitar ayuda internacional para nuestra libertad, siendo la verdad lo contrario: Nicolás Maduro y sus secuaces son traidores a la patria, por permitir la invasión de la tierra de Simón Bolívar. Miles de soldados cubanos y sus oficiales, leales a Castro, nos han invadido, están en nuestros cuarteles y mesas de mando; nos han invadido también terroristas internacionales, a quienes el régimen ha dado parte de nuestro territorio para su libre actuación, donde el Estado venezolano ha perdido soberanía, son terroristas que manipulan nuestras riquezas mineras para la extracción de componentes de armas estratégicas y nucleares. Lo mismo ha hecho con el narcotráfico internacional, al convertir a Venezuela en un narco-Estado.
Los militares venezolanos son los primeros en la obligación de defender la patria de la invasión extranjera. ¿Cómo bate la sangre y pulsa el corazón de un soldado cuando ve la bandera de Cuba en un cuartel, o cuando recibe órdenes de un oficial extranjero?, ¿cómo siente un soldado nuestro, en su ser venezolano, cuando le dicen que no puede entrar en tal o cual parte del territorio nacional, porque está reservada a este o aquel grupo del terrorismo internacional, del narcotráfico o de la guerrilla colombiana? Los soldados que tienen sangre en las venas deben reaccionar, tienen la obligación de actuar, es más, tienen el compromiso bajo juramento de defender la integridad de nuestro territorio y la soberanía nacional. Bien acomodaticia la frase de Padrino López, la cual desprecian los soldados venezolanos, al escucharle al general decir que la crisis no es su problema, que no corresponde a ellos resolver. Esos soldados, amantes de la libertad, al igual que los soldados en el Campo de Carabobo que selló la libertad de Venezuela, quieren la ayuda humanitaria extranjera, para vencer a los traidores de la patria que han permitido convertir el nuestro en territorio del crimen. Así como el soldado de Carabobo aplaudió la presencia de la Legión Inglesa y la Legión Irlandesa, hoy aplaudiría la ayuda humanitaria extranjera que nos permita sellar la libertad frente a los invasores traídos por los traidores a la patria.
Padrino López, usted es el problema, o parte de él. Militares como usted y los que integran los cogollos de mando o el Cártel de los Soles, han de ser puestos de lado, a ellos no incumbe la solución de la crisis. Son la crisis de la narco-dictadura militar y comunista.
PACIANO PADRÓN
Teléfonos: (0212) 482-4569 y (0414) 328-1848
E-Mail: pacianopadron@gmail.com
“La crisis la van a resolver los políticos, no los militares que no deben intervenir”, acaba de sentenciar el Ministro de la Defensa de Venezuela, como si la FAN no tuviera velas en este entierro. No conforme con hacerse el Pilatos, el Gral. Padrino López excluye a importantes sectores de la vida nacional, al espetar que: “No es la Conferencia Episcopal la que la va a resolver, ni los empresarios, no es por la vía militar, son los políticos”. Este padrino está pelao de punta a punta.
Esta crisis brutal que afecta a los venezolanos -que también amenaza crecientemente la estabilidad del hemisferio, y tal vez la de más allá- es de todos los afectados. En primer lugar, es nuestro problema. En consecuencia, ningún venezolano puede eximirse de cumplir el ciudadano deber de participar. Tal vez podríamos preguntarnos si los militares hoy son parte de la solución o parte del problema. Más aún, si son el problema en sí. Nuestra Fuerza Armada tiene un rol fundamental para salir de la crisis. Padrino López y los que como él constituyen el nefasto cogollo del régimen, son el problema, pero la gran mayoría, hasta ahora sometidos y silenciosos, pueden y deben levantar la voz.
Pero hay más, cuando Venezuela hoy está sometida y es víctima de las fuerzas internacionales del terrorismo y el narcotráfico, de la guerrilla colombiana y de la presencia real e insolente de Irak, Irán, China, Rusia y Cuba, no solo nos convertimos en una desgracia para nosotros mismos, sino en un verdadero peligro hemisférico, que pone en juego la paz en la región. Ante tal amenaza y peligro, el derecho a defenderse y actuar podría sobrepasar los linderos nacionales.
Escribí la semana pasada que el régimen imperante en Venezuela, califica de traidores a quienes hablan de solicitar ayuda internacional para nuestra libertad, siendo la verdad lo contrario: Nicolás Maduro y sus secuaces son traidores a la patria, por permitir la invasión de la tierra de Simón Bolívar. Miles de soldados cubanos y sus oficiales, leales a Castro, nos han invadido, están en nuestros cuarteles y mesas de mando; nos han invadido también terroristas internacionales, a quienes el régimen ha dado parte de nuestro territorio para su libre actuación, donde el Estado venezolano ha perdido soberanía, son terroristas que manipulan nuestras riquezas mineras para la extracción de componentes de armas estratégicas y nucleares. Lo mismo ha hecho con el narcotráfico internacional, al convertir a Venezuela en un narco-Estado.
Los militares venezolanos son los primeros en la obligación de defender la patria de la invasión extranjera. ¿Cómo bate la sangre y pulsa el corazón de un soldado cuando ve la bandera de Cuba en un cuartel, o cuando recibe órdenes de un oficial extranjero?, ¿cómo siente un soldado nuestro, en su ser venezolano, cuando le dicen que no puede entrar en tal o cual parte del territorio nacional, porque está reservada a este o aquel grupo del terrorismo internacional, del narcotráfico o de la guerrilla colombiana? Los soldados que tienen sangre en las venas deben reaccionar, tienen la obligación de actuar, es más, tienen el compromiso bajo juramento de defender la integridad de nuestro territorio y la soberanía nacional. Bien acomodaticia la frase de Padrino López, la cual desprecian los soldados venezolanos, al escucharle al general decir que la crisis no es su problema, que no corresponde a ellos resolver. Esos soldados, amantes de la libertad, al igual que los soldados en el Campo de Carabobo que selló la libertad de Venezuela, quieren la ayuda humanitaria extranjera, para vencer a los traidores de la patria que han permitido convertir el nuestro en territorio del crimen. Así como el soldado de Carabobo aplaudió la presencia de la Legión Inglesa y la Legión Irlandesa, hoy aplaudiría la ayuda humanitaria extranjera que nos permita sellar la libertad frente a los invasores traídos por los traidores a la patria.
Padrino López, usted es el problema, o parte de él. Militares como usted y los que integran los cogollos de mando o el Cártel de los Soles, han de ser puestos de lado, a ellos no incumbe la solución de la crisis. Son la crisis de la narco-dictadura militar y comunista.
PACIANO PADRÓN
Teléfonos: (0212) 482-4569 y (0414) 328-1848
E-Mail: pacianopadron@gmail.com
Esta crisis brutal que afecta a los venezolanos -que también amenaza crecientemente la estabilidad del hemisferio, y tal vez la de más allá- es de todos los afectados. En primer lugar, es nuestro problema. En consecuencia, ningún venezolano puede eximirse de cumplir el ciudadano deber de participar. Tal vez podríamos preguntarnos si los militares hoy son parte de la solución o parte del problema. Más aún, si son el problema en sí. Nuestra Fuerza Armada tiene un rol fundamental para salir de la crisis. Padrino López y los que como él constituyen el nefasto cogollo del régimen, son el problema, pero la gran mayoría, hasta ahora sometidos y silenciosos, pueden y deben levantar la voz.
Pero hay más, cuando Venezuela hoy está sometida y es víctima de las fuerzas internacionales del terrorismo y el narcotráfico, de la guerrilla colombiana y de la presencia real e insolente de Irak, Irán, China, Rusia y Cuba, no solo nos convertimos en una desgracia para nosotros mismos, sino en un verdadero peligro hemisférico, que pone en juego la paz en la región. Ante tal amenaza y peligro, el derecho a defenderse y actuar podría sobrepasar los linderos nacionales.
Escribí la semana pasada que el régimen imperante en Venezuela, califica de traidores a quienes hablan de solicitar ayuda internacional para nuestra libertad, siendo la verdad lo contrario: Nicolás Maduro y sus secuaces son traidores a la patria, por permitir la invasión de la tierra de Simón Bolívar. Miles de soldados cubanos y sus oficiales, leales a Castro, nos han invadido, están en nuestros cuarteles y mesas de mando; nos han invadido también terroristas internacionales, a quienes el régimen ha dado parte de nuestro territorio para su libre actuación, donde el Estado venezolano ha perdido soberanía, son terroristas que manipulan nuestras riquezas mineras para la extracción de componentes de armas estratégicas y nucleares. Lo mismo ha hecho con el narcotráfico internacional, al convertir a Venezuela en un narco-Estado.
Los militares venezolanos son los primeros en la obligación de defender la patria de la invasión extranjera. ¿Cómo bate la sangre y pulsa el corazón de un soldado cuando ve la bandera de Cuba en un cuartel, o cuando recibe órdenes de un oficial extranjero?, ¿cómo siente un soldado nuestro, en su ser venezolano, cuando le dicen que no puede entrar en tal o cual parte del territorio nacional, porque está reservada a este o aquel grupo del terrorismo internacional, del narcotráfico o de la guerrilla colombiana? Los soldados que tienen sangre en las venas deben reaccionar, tienen la obligación de actuar, es más, tienen el compromiso bajo juramento de defender la integridad de nuestro territorio y la soberanía nacional. Bien acomodaticia la frase de Padrino López, la cual desprecian los soldados venezolanos, al escucharle al general decir que la crisis no es su problema, que no corresponde a ellos resolver. Esos soldados, amantes de la libertad, al igual que los soldados en el Campo de Carabobo que selló la libertad de Venezuela, quieren la ayuda humanitaria extranjera, para vencer a los traidores de la patria que han permitido convertir el nuestro en territorio del crimen. Así como el soldado de Carabobo aplaudió la presencia de la Legión Inglesa y la Legión Irlandesa, hoy aplaudiría la ayuda humanitaria extranjera que nos permita sellar la libertad frente a los invasores traídos por los traidores a la patria.
Padrino López, usted es el problema, o parte de él. Militares como usted y los que integran los cogollos de mando o el Cártel de los Soles, han de ser puestos de lado, a ellos no incumbe la solución de la crisis. Son la crisis de la narco-dictadura militar y comunista.
PACIANO PADRÓN
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