Casa Militar en el Palacio de Miraflores
Sebastiana Barráez – Infobae: La entramada red de poder que protege a un oficial de la Casa Militar de Nicolás Maduro acusado por el asesinato de la novia que lo abandonó
Las hermanas Briggitte y Luz del Mar Romero y la madre de ellas, Luz Marina Quintero Sepúlveda, descubrieron indignadas que a los señalados como autores intelectuales e intermediarios del sicariato de Karla Stefanie Romero Quintero, un bella joven que tuvo amores con el ahora teniente coronel (GNB) Manuel Salvador Parra Ramírez, están libres y sin investigación alguna. La jueza Johana Rivera le dio sobreseimiento a los dos militares y a los familiares les negaron la información y mucho menos fueron notificados de lo que el tribunal había hecho. “Nos impresiona porque el sistema judicial es corrupto. Nunca nos notificaron nada”.
¿Cómo se enteran? “Porque hoy (ayer) uno de los intermediarios, el sargento mayor de tercera (GNB) Ledynsson Berkley Becerra Castillo, quien tenía orden de captura por desertor, fue detenido cerca de San Cristóbal, estado Táchira. Ahí supimos que el 14 de noviembre de 2019 la jueza Johana Rivera, del Tribunal de Primera Instancia estadal y municipal en función de control N° 6 de Los Teques, estado Miranda, decretó el sobreseimiento al teniente coronel Manuel Salvador Parra Ramírez y a su subalterno, el sargento Ledynsson Berkley Becerra Castillo. Así les decreta libertad plena y sin restricciones”.
Salvador Parra Ramírez, el día de su ascenso a teniente coronel
La entramada red de poder que protege a un oficial de la Casa Militar de Nicolás Maduro
El Tribunal Militar 13 de Control de La Fría había ordenado, a Becerra Castillo, el 20 de julio de 2020, Régimen de Presentación, según Causa Penal Militar N° CJPM-TM19C-051-2020 por el delito de deserción, por lo que el sargento debía presentarse el último de cada mes ante el Tribunal Militar 7° de Control de Barquisimeto, así como prohibición de salida del país; Becerra alegó que le quedaba muy difícil presentarse en Barquisimeto porque es natural de La Fría.
Las hermanas la madre de Karla Stefanie Romero Quintero están indignadas. Aseguran que quienes urdieron el sicariato de la joven seguirán libres y no serán investigados
La señora Quintero viajó hasta Caracas y habló con la jueza Rivera, pero la respuesta que le dio es que para poder darle información del caso de su hija muerta debía llevar una orden. “Mi mamá fue tres veces y yo lo hice en dos oportunidades y nunca nos quisieron dar información. Violan nuestros derechos como víctimas, pero los victimarios tienen toda la protección”, relata Briggitte Romero.
“Esa jueza ordenó sacar a Manuel Salvador Parra Ramírez del sistema Cicpc, de manera que nadie lo tocara. Claro, si en el expediente está señalado como el autor intelectual del homicidio de mi hermana. Cómo es que Maikel Moreno dice por un lado que si la familia de la víctima no está enterada y nunca se le citó para audiencias, ese proceso no tiene validez”, ratifica Luz del Mar.
Karla Romero fue asesinada el 9 de mayo de 2018
“Solo mía”
Karla Stefanie Romero Quintero tenía 29 años, “era novia del ahora Tcnel Manuel Salvador Parra Ramírez, pero ella ya no quería nada con él. Eso está demostrado en el vaciado del teléfono; ella le decía que quería terminar, él la presionaba hasta que ella decide dejarlo. Él parecía que había el hecho con tranquilidad. Es entonces cuando mi hermana decide volver con su ex novio. Ese fue el motivo. Y Manuel Salvador decidió arrebatarle la vida porque no aceptó que mi hermana lo dejara”, narra Briggitte.
El 9 de mayo de 2018 “Karla regresaba de la Universidad Católica, donde estudiaba Derecho. Venía a la casa a almorzar. El sicario (Jaiver Enrique Velasco Colmenares, quien usa la identidad falsa Arturo José Gómez Vásquez) la estaba esperando casi en la entrada del edificio y la sorprende con un arma. Mi hermana sale corriendo a la casa de mi abuela que vive a unos metros de ahí y él le dispara, lo que ocasiona que caiga al piso, donde él le propina dos disparos en la cabeza”.
El 14 de octubre de 2018 son detenidos tanto Velasco Colmenares como Enderson Daniel Hernández Vargas, que conducía la moto. Ellos fueron los que señalaron, como autor intelectual, a Parra Ramírez, entonces adscrito al Destacamento de Frontera 353 de Guasdualito, estado Apure.
Los investigadores policiales determinaron que el ahora comandante de la Guardia Nacional Parra Ramírez le solicita a un subalterno suyo en Guafitas, estado Apure, el sargento Ledynsson Berkley Becerra Castillo alias El Mono, que le quien ejecutara el asesinato de Karla Romero. Y Becerra, a su vez, contrata a Wilfrid Andrés Tovar Landetta, quien ubica a los dos sicarios.
“Manuel Salvador Parra nunca ha estado detenido” dicen las tres mujeres. “Se presentó a unas audiencias, de las cuales nunca fuimos notificadas. Hoy nos dimos cuenta que él ya salió del sistema como si no debe nada ante la justicia”.
La jueza Johanna Rivera ordenó el sobreseimiento
Aparece la poderosa GHP
Desde tiempos de Hugo Chávez la Casa Militar, encargada de la custodia del presidente de la República, adquirió una connotación relevante. Todos los que entraban a ese círculo de poder se creyeron merecedores de llegar a los más altos cargos de la institución castrense.
Pero antes, uno de los hechos que demuestra la importancia de Casa Militar quedó demostrada el 4 de Febrero cuando la actuación del jefe de Casa Militar, Vicealmirante Mario Iván Carratú Molina, fue decisiva para que el entonces presidente Carlos Andrés Pérez retomara el poder.
Durante la revolución bolivariana quienes pasan por Casa Militar, mejor llamada Guardia de Honor Presidencial (GHP), ya van coronados de poder. Ahí ingresó el teniente coronel Manuel Salvador Parra Ramírez y eso le ha bastado para creer que podía ordenar el asesinato de la joven que renunció a sus amores, burlar la justicia, lograr que Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenara quitarle el expediente al Tribunal del Táchira, lo desapareciera un tiempo hasta que lo traslada a Los Teques y, en una maniobra silenciosa, obtener de la juez Johana Rivera que le retirara los cargos, lo declarara inocente y que Nicolás Maduro lo ascendiera de Mayor a Teniente Coronel.
“La jueza Johana Rivera siempre nos mintió. En una oportunidad nos dijo que los sicarios Jaiver Enrique Velasco Colmenares y Enderson Daniel Hernández Vargas, estaban presos en Caracas. Nosotros corroboramos que ellos estaban aun aquí en el Cicpc de San Cristóbal”.
Aseguran que en el Ministerio de la Defensa no las quisieron atender. La madre de las hermanas Romero relata: “Fui a hablar con la jueza Rivera a averiguar cómo va el juicio, ella me responde ‘estamos en eso’, pero agrega que para darnos alguna información hay que pedir autorización, incluso del Ministro”.
Las jóvenes confirman que “nunca hubo respuestas. Lo único que recibíamos eran amenazas. El día en que Parra Ramírez fue a declarar él supo que se vio obligado a declarar porque un militar de más alto rango que él. Llegando a mi casa, veo que tengo una moto a mi costado, uso hombres me sacaron un arma de fuego, se reían y me siguieron una cuadra”, relata Luz del Mar.
“El 14 de octubre de 2018 a Parra Ramírez le ordenan orden de captura y dos días después entra al cordón principal. Estuvo un año con orden de captura y aun así ingresa a la GHP y después los ascienden”.
Madre e hijas consideran que “no es posible que en la Fuerza Armada de este país ocurra este tipo de irregularidades; ese tipo de personas no deberían pertenecer a esa institución”.
Luz Marina Quintero Sepúlveda dice sentir “mucho dolor, con indignación inmensa por no poder lograr justicia, con un Gobierno corrupto completamente, desde el presidente del TSJ. No tenemos estado de derecho. Me tuve que ir del país. Yo vivía en Mérida y después de unas entrevistas que hicimos, nos siguieron unos motorizados, nos robaron. Vivimos aterrorizados completamente”.
FUENTE: COSTA DEL SOL FM