DESPERTANDO EL ALMA
NOV 08. REFLEXIÓN DEL DÍA
EL RICO Y EL POBRE LÁZARO
"Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros acercándose le lamían sus llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando sus ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno; y gritando, dijo:
-Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Contestó Abrahán:
-Hijo, acuérdate de que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros.
Y dijo:
-Te ruego entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también a este lugar de tormentos.
Pero replicó Abrahán:
-Tienen a Moisés y a los Profetas. ¡Que los oigan!
Él dijo:
-No, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán.
Y les dijo:
-Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite"
Twitter: @aragonzal
Cumaná, 08-11-2020