Cuando el mundo sucumbe por el egoismo y demás infames vicios de sus "líderes políticos" a la cabeza y el ciudadano siguiendo el mal ejemplo, alguien debe atreverse a romper paradigmas, frase que estuvo de moda como eslogan hace poco tiempo, pero al estilo político, para conquistar idiotas.
El némesis por tanta perfidia debe ser la proscripción de los políticos y la instalación del liderazgo verdadero desde la probidad, la moral y el conocimiento. "Un hombre sin estudios es un ser incompleto", de la carta de El Libertador a María Antonia Bolivar, su hermana mayor (Lima, 25 de abril de 1825). ¿Cómo un país puede tener en el gobierno seres incompletos, pero además inmorales y bandidos?
Se agotaron las ideologías, la izquierda y derecha, los viejos sistemas de gobierno, incluida la democracia, solo utilizada pero nunca realmente instaurada. Sobran ejemplos en el mundo, uno de los más grotescos, el de Venezuela, que lleva a la presidencia estos últimos dos sujetos y un tercero interino para lo que todos conocemos. ¿Cuándo fue que hubo un gobierno del pueblo y para el pueblo? La génesis de la democracia, además, nunca tuvo que ver con los ignorantes sino con los ciudadanos, que no eran todo el pueblo.
También se agotaron los discursos grandilocuentes y empalagadores y hasta las mentiras y promesas, que nunca se cumplirían, se han agotado como estrategia de políticos.
El sistema de la trilogía de poderes, como se ha conocido desde la Grecia post socrática, también hace aguas luego de ofrecer pocos resultados para cumplir las demandas de los ciudadanos.
Venezuela, por el contrario, ha sufrido el incremento burocrático de dos poderes más y el aumento exagerado de cargos como ministros del Ejecutivo que realmente no sirven para el Estado y sus fines.
La conciencia de tutela del bien común nunca fue una prioridad para los políticos, pero sí el engañoso populismo que destruye todo y a todos.
Los tiempos dictan pautas para repensar las estructuras del Estado y el sistema político.
La mejor y más demandada acción contra los viejos paradigmas es proscribir a los políticos y sustituirlos por tecnócratas, donde no tendrían cabida los presidentes de los últimos sesenta años en Venezuela ni sus poderes públicos ni su sistema electoral.
Una eficiente estructura de Estado comprendería un sistema de contraloría de gestión y administración idóneo sin la participación de personas, pero sí con un software que evaluará y calificará resultados.
La estructura del Estado reposaría sobre una trilogía de poderes distintos a saber:
Poder de Salud Pública, en atención a que es el mayor bien jurídico y humano que existe y debe garantizarse con una tutela efectiva del Estado.
Poder económico, que garantizaría el crecimiento positivo del país y de sus habitantes, según las demandas del mundo globalizado y las necesidades de los habitantes del país.
El Poder Educativo desarrollará la personalidad e intelecto de los ciudadanos como garantía de hacer una gran nación desde la formación de grandes ciudadanos, donde se crearán software para la administración de justicia y seguridad ciudadana donde no tengan que intervenir las personas, pues nunca habrá justicia mientras exista un anacrónico, peligroso y obsoleto poder judicial en manos de políticos y sus acólitos, la corrección, sanción, reeducación y reinserción social es inherente a este poder educativo.
Todos los poderes serían institucionalizados en organizaciones efectivas no burocráticas.
El sistema político será el que mayor suma de logros y beneficios otorgue, con la mayor estabilidad social y paz, ya lo señalaba El Libertador con otras palabras en su Discurso ante el Congreso de Angostura. Si el ser humano no cumple con Dios menos cumplirá con sus semejantes, por lo que la ley y ejecución será una misión más de cada Poder.
La política será empleada desde la cancillería en las relaciones internacionales y las FFAA con el modelo y organización que sean útiles como servicio al Estado y de acuerdo a las necesidades del mismo.
Siento no poder desarrollar cada aspecto de tan difícil escrito para ser digerido por los que han vivido de la política, del Estado, del clientelismo, de la mentira, de la vagancia de la demagogia y otros infames vicios, es decir una gran suma de personas de un país.
Una familia normal como célula fundamental de la sociedad es además un mini Estado con los tres poderes referidos, los que conforman su estructura y no existe la burocracia sino la efectividad.
Es paradójico que un Estado tenga un poder ejecutivo dirigido por políticos, un poder judicial dirigido por criminales y un poder legislativo conformado por mandaderos para hacerle leyes a la medida de sus jefes políticos y en Venezuela dos poderes adicionales ad hoc para apoyar la permanencia en el poder como sucede con el electoral.
No es posible vivir tantos años sin la simple imaginación creativa de un mundo mejor que no esté secuestrado por políticos que han hecho lo que todos deberíamos conocer.
Las tantas preguntas que surjan a partir de este escrito no tienen que hacérmelas a mí sino a usted mismo, comenzando por dos fundamentales:
Si sus respuestas no son positivas, usted es parte del sistema que acabó a Venezuela y debe ser reeducado.