NO QUIERO SER UN MONSTRUO
Alejado cada día más de la condición humana .
Mirando solo las vidrieras, buscando que comprar , llenando mi panza y mi venas de cuanta chatarra me anuncien.
Trabajando 12 horas sin parar .
No ver a mis hijos, ni a mis nietos. Solo ver la pantalla del Cel o de la TV, buscando ofertas, distracción. La vida de los otros .
Pensar solo en dinero, en “el tener” y olvidarme del “el ser”, convertirme en un trapo, en un muñeco monstruoso, alejado, alienado, sin empatía, casi sin lenguaje ni pensamiento propio, sin conversación, sin auténticas relaciones afectivas.
Monstruos de muchos tamaños, los hay más grandes, como esos que andan centrados solo en el hedonismo, en la avaricia, en el “ éxito económico” como sea, para llenarse de placeres a toda costa, pero sin importar muchas veces el origen de donde viene ese dinero, política, corrupción, narcotráfico, contrabando, fraudes, engaños, estafas. Y también los vemos en los vendedores sin escrúpulos, sin ética, esos que engañan al consumidor para beneficio propio sin importarle para nada el comprador, la idea es arrancarles el dinero. Convertirse así también en un delincuente tan igual como al que usa un arma para atracar, es otro monstruo más.
No , no quiero ser un monstruo.
Quiero SER una persona que está aquí, ahora, presente, que ama, piensa, ríe, llora, lee, conversa, abraza, y que ve a los ojos a la vida, a su propia vida, concentrado en El SER, en servir, en hacer el Bien, en la amistad, en los afectos, en la familia … más que sólo en EL TENER .
No, no quiero ser un monstruo.
Rafael Urribarri
Nov 2021