Foto: María corina Macado, por cortesía de EL TIEMPO/YouTube
Una tal señora Machado.
Enrique Meléndez.
Oyendo el mensaje de María Corina Machado del pasado domingo 17 corroboro una vez más, que se trata de una mujer de poder; sobre todo, por el aplomo y la seguridad que pone para hablar. Precisamente, el mensaje está dirigido a crear seguridad en la ciudadanía; dado que estamos ante una mafia muy mañosa, la que gobierna el país, y que juega al desaliento de la gente. Claro, ha bajado el tono; como lo hizo Hugo Chávez en 1998 al final de su campaña; puesto que a esa altura no le convenía seguir diciendo, que él le iba a freír en aceite caliente la cabeza de los adecos y copeyanos; aun cuando del otro lado no se muestran muy gentiles con la señora de los "apellidos": ¿Machado? Por cierto, le pasan por encima al hecho, de que los Machado (Gustavo y Eduardo) fueron los fundadores del Partido Comunista de Venezuela. Eso es lo que más les duele a estos resentidos sociales: que sea una mantuana, la que lidera la oposición venezolana; lo que ellos conocen como la burguesía o la "derecha apátrida". Además, como son misóginos, entonces su condición de mujer les lleva a exhibir arrebatos, como los que tiene Jorge Rodríguez, al referirse a su posible candidatura:
-¡Esa mujer no va!
Que es lo que demuestra que el poder es una energía, que porta la persona, y que genera atracción, a la manera de un imán. Cada vez que escribo sobre estas cosas, evoco el famoso libro la Etica de Spinoza; donde éste se propone plantear una demostración de la moral por la vía de un orden geométrico; por cierto, a Unamuno le parecía un largo poema elegíaco este libro spinociano, es decir, nuestras pasiones se mueven en el orden geométrico, puesto que hay de por medio afectos, vasos comunicantes (¿alguien ha oído hablar de un triángulo amoroso?); lo que explica el liderazgo de la señora Machado, que ha venido a articular afecto popular y descontento social y que lo ha venido fraguando a lo largo de estos años. He allí el porqué la señora Machado expresa que su liderazgo va más allá de un fenómeno político: es la voluntad de un pueblo que aspira rescatar su orden constitucional, su estado de derecho. En ese sentido, cabe destacar que resultan muy conmovedoras las escenas, que llegan por las redes sociales, con motivo de las giras, que hace la señora Machado, en sus movilizaciones partidistas por todo el territorio nacional, en su encuentro con la gente; sobre todo, porque sale a relucir con mucho fervor ese afecto. Incluso, quienes se ven más cuadrados con ella son los hombres. Por ahí por las redes sociales anda el testimonio de una carta, que le escribe un compadre a otro, poco antes de morir, fechada hace muchos años atrás, y donde ve en la figura de la señora Machado la única luz, que se observaría al final del túnel; luego de muchos años de tiranía; momento en que al diablo se le han cerrado todos los caminos. ¿Qué le queda? Arreciar la represión, como lo viene haciendo, en especial, secuestrando dirigentes políticos regionales y locales de su partido Vente Venezuela, para que graben videos, donde le atribuyen el hecho, de formar parte de una conspiración, que busca asesinar a Nicolás Maduro; lo que la llevaría de inmediato a la prisión. He allí el único recurso, con el que cuentan, para detener esa furia, que representa la señora Machado; amén de su inhabilitación, que estaría también en pico de zamuro.
Porque, por lo demás, la señora Machado ha asumido con mucha firmeza sus luchas; cuando uno observaba que exageraba su radicalismo frente al régimen, ahora le ha venido a dar resultados, sobre todo, porque ha terminado por convencer a todo el país; luego de haber tenido una dirigencia opositora; que se fue moliendo, como caña en un trapiche, a medida que el régimen los fue minando; a medida que el diablo le salía adelante a todas sus jugadas, y las que ya agotó, pues si nos vamos a los números, los de la señora Machado marcan una brecha, que nunca se había visto en la historia electoral de este país; que es lo que le impide al régimen manipular los mismos, como lo venía haciendo, a la hora de anunciar los resultados de los hasta entonces procesos comiciales. ¿Cuánto no la favoreció la torpeza del régimen al pretender sabotearle su activismo político? Aparte, de que la señora Machado no ha caído en la trampa de salirse de la ruta electoral, y que es lo que quiere el régimen. De hecho, la señora Machado se remonta en sus palabras, a lo que ha sido la génesis, de lo que Betancourt conocería como su tesis política; que es lo que yo digo, que terminó imponiéndose, rechazando todo tipo de sobornos y amenazas. En efecto, esto fue lo que perjudicó la imagen del resto de la dirigencia opositora, que pecó de codiciosa o eso es lo que quedó en el ambiente.
Por lo demás, no dejó de ser objeto de tratamiento esa ola represiva, que ha desatado el gobierno, sobre todo, contra parte de la dirigencia de Vente Venezuela, y que lo denunció la señora Machado en forma calmada, sin estridencia en esas palabras, que pronunció la tarde de este domingo pasado, y que llamaron más la atención, que la proclamación de Nicolás Maduro como candidato presidencial del PSUV, en un acto, que se realizaba ese mismo día en el Poliedro de Caracas: ¿a casa llena? No lo pareció. El hecho es que este mensaje, que lo había anunciado la señora Machado para ser pronunciado en horas de la tarde, no demostró sino el peso del poder, que ostenta hoy en día, a propósito de la repercusión que tuvo dicho mensaje frente al acto de proclamación de Maduro; más acartonado que nunca al recibir la bandera psuvista, correspondiente a su candidatura presidencial de manos de un Diosdado Cabello.
Lo que parece es que hay alguien detrás de Maduro, que lo está instigando a lanzarse por un barranco; tomando en cuenta que esta ola de persecución, que ha desatado amotina todos los factores en el juego; aparte de que se raya más ante un tribunal de justicia como el de La Haya; donde están a punto de llamar a algunos de los involucrados en los delitos de lesa humanidad de su entorno, lo que supone prisión para algunos de ellos; cuyas denuncias fueron introducidas en esa instancia internacional por los familiares de las víctimas, objeto de violación de sus derechos humanos. Una cobardía, se los dice una y otra vez la señora Machado; que los lleva a caer en el terror; pues de otro modo no se explica o, al menos, que Maduro quiere jugar al caos total, en cuyo final el tercio desaparece. Porque, además, se vaciló al gobierno de Biden, y no respetó para nada los acuerdos de Barbados, y que lo más probable es que tarde o temprano allí habrá un ajuste de cuentas. ¿Cuál es el miedo de Maduro? El miedo suyo es el miedo de las mafias, que conforman su entorno: el G-2 cubano, el Cártel de los Soles, el Arco Minero, el terrorismo islámico, la narcoguerrilla; hasta Vladimir Putin parece que tiene metida la mano a través de Vladimir Padrino López.
Mientras Maduro ofrece ocuparse de la economía bajo este nuevo mandato; la señora Machado va mucho más allá, y es que promete traer de nuevo a la diáspora de nuestros compatriotas, que anda por el mundo; lo que da por contado el hecho, de que entonces desde el primer día de su gobierno, de lo que pasaría a ocuparse sería de eso, que viene ofreciendo Maduro desde que asumió el poder. "Es la economía estúpido", mandaba Bill Clinton, que le pusieran en el pódium, cuando iba a hablar, siendo candidato presidencial, y que Chávez dentro de su visión de mundo populista, dijo un día que, lo que era él, se mandaba a poner: "Es lo social, estúpido". He allí lo que es un estadista frente a un aventurero, de cuya herencia es tributario Nicolás Maduro. Por cierto, Clinton le ordenaba que le pusieran esa sentencia a su equipo de campaña; porque, como Hugo Chávez, se trataba de un hombre muy elocuente y tendía mucho a la dispersión; sólo que en Clinton privaba la racionalidad de un político estadounidense, mientras que lo de Chávez eran delirios de un ignaro y felón comandante, los que pronunciaba. Uno pudiera decir que la señora Machado trae a colación un discurso nuevo y que se dirige, fundamentalmente, a la familia: yo prometo traer a nuestros hijos; de lo contrario –añade-, bajo un gobierno de Maduro esa diáspora se acrecenterá.
ENRIQUE MELÉNDEZ
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