TRAGICOMEDIA REVOLUCIONARIA. Por: Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán.
Los efectos especiales del mundo mágico de la tragicomedia revolucionaria en Venezuela, comenzaron a verse en la primera quincena de mes de Enero de 2006. Como acto inicial observamos la instalación de la Asamblea Nacional bajo una composición pluripartidista, concepto que pregonan los parlamentarios afectos al desgobierno, pero en esencia, la misma esta arraigada a la voluntad del gendarme presidencial.
En ella, hay ausencia de la voluntad mayoritaria del pueblo, lo cual la convierten en un parlamento maniqueo, con legitimidad bufa. En segundo acto, tuvimos la presentación del mensaje anual del presidente usurpador, ante la totalidad de representantes del “congreso rojo,” situación que se traduce también en una tira cómica, por la recurrente y notoria ausencia de la mayoría representativa del sector opositor, en el cuerpo legislativo.
En ella, hay ausencia de la voluntad mayoritaria del pueblo, lo cual la convierten en un parlamento maniqueo, con legitimidad bufa. En segundo acto, tuvimos la presentación del mensaje anual del presidente usurpador, ante la totalidad de representantes del “congreso rojo,” situación que se traduce también en una tira cómica, por la recurrente y notoria ausencia de la mayoría representativa del sector opositor, en el cuerpo legislativo.
En esa condición comenzó el año de las elecciones presidenciales en Venezuela. Los poderes tradicionales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial están bajo total dominio del autócrata revolucionario. Estos, se ven reforzados por los poderes Moral y Electoral que la saga izquierdista fabricó como traje a la medida, para permitir los desmanes de sus funcionarios que actúan sin responsabilidad ante la corrupción imperante, el despilfarro y la manipulación a voluntad de los resultados electorales que cada día pretenden consolidar más al régimen Castro Comunista.
En el ambiente fantástico, se destaca también la presencia e imagen del personaje central de la obra; el usurpador de la Presidencia de la República de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, quien con vicios de grandeza, de caudillo, de líder revolucionario y figura tercermundista se proyecta ante el mundo como el rey de la Republica Bolivariana de Venezuela.
Su ego queda satisfecho cuando ve a sus pies, a sus diferentes súbditos concentrados en los cinco poderes del Estado. Su grandeza repunta cuando envía diversas cantidades de dinero al exterior para sustentar movimientos revolucionarios en Norte, Centro y Sur América. Su prestigio aumenta cuando apoya al terrorismo internacional, mediante la difusión ideológica que hacen una comparsa de izquierdistas trasnochados que “inventaron” grandes coincidencias entre Carlos Marx y Simón Bolívar y ahora las transmiten en un bolivarianismo desenfrenado, denominado: “Revolución Bolivariana.”
Así se muestra y lo muestran ante el mundo, sagaz por su incontinencia verbal, redentor por su adhesión al Comunismo y progresista porque en su afán tiene la idea de coronarse como rey de su anhelada República Bolivariana y Socialista de Venezuela.
El pretendido rey sabe que luego del referendo revocatorio presidencial, quedó igual como lo entonó en la melodía que días atrás trató de cantar, para hacer un acto de desagravio a la República de México; le ajustó como anillo al dedo: “yo se bien que estoy afuera.” Pese a esto, se impone la manipulación y la manera de fomentar la idea de que el pueblo es él, para confundir a la población y presuntamente garantizar su perpetuidad.
Pero en su comedia hay una barrera insalvable; la raya que trazó el descontento de los electores en las pasadas elecciones de diputados a la Asamblea Nacional el 4 de Diciembre del 2005, y el punto está en la abstención de un 75% de electores y un 10 % de votos nulos. ¡Quizás: El Rey se cayó sin ascender al trono!
No obstante, en su afán de seguir adelante irresponsablemente habla de la disminución del desempleo, la pobreza, el hambre y la miseria, pero en la realidad la población sucumbe ante esos males sociales. El pueblo se debate entre la Democracia y la Dictadura no consigue armonizar ninguna idea racional para respaldar al Comunismo o al Socialismo a la cubana y la Nación sigue buscando otra salida porque observa que la situación ha degenerando en un nuevo sistema: “El bandolerismo gubernamental de izquierda.”
Por su parte, el autócrata constantemente azota con sus discursos de permanecer en el cargo hasta el año 2021. En sus delirios, se proyecta hasta el 2030 y sus seguidores hacen lo imposible por nombrarlo “presidente vitalicio.” Pero sucede algo curioso, actualmente, el propio caudillo reduce la fecha y ahora pretende quedarse hasta el 2013, mediante su reelección, sin tomar en consideración diversos factores que lo afectan:
Los pobres, son más pobres en Venezuela. Los que viven en miseria, descendieron en su nivel de marginalidad. Los niños de la calle deambulan en cantidades mayores por diversas ciudades. La empresa petrolera del Estado llamada “la Pdvsa del Pueblo” es un antro de corrupción, ineficiencia e incapacidad. Los graduados de la Misión Robinson, pese a sacar el bachillerato, no son aceptados para cursar estudios superiores en Cuba.
Las operaciones de la “Misión Milagro” ha dejado muchos personas sometidas a las tiemblas. El país tiene prohibido olvidar los muertos, heridos, torturados, perseguidos, encarcelados, exiliados y otros afectados, por estar en desacuerdo con una pretendida revolución, que abolió el Estado de Derecho y el respeto a la dignidad humana.
Las principales vías y autopistas sucumben por la incapacidad del mantenimiento, pero el usurpador de miraflores Hugo Chávez Frías cree que sigue siendo el rey y como horrendo cantor pregona: “Pero sigo siendo Chávez.”
Quizás es el rey para sus vasallos y acólitos, para aquellos que aplauden semana a semana su gestión nefasta y la dilapidación de los dineros del pueblo. Tal vez, para los que aprueban el despilfarro y la corrupción: “Evo eso no me los vas a pagar con dinero.” ¿Quien le dijo a esa sabandija que es el dueño del patrimonio del Estado Venezolano?
Los venezolanos estamos en el deber de reclamar nuestros derechos y disponernos a destronar la autoridad de un pretendido rey que luego de autorizar la manipulación de las cifras en el referendo revocatorio presidencial se auto calificó con "un rey desnudo."
La idea de Hugo Chávez de mostrarse como pretendido rey, dista mucho de los auténticos valores de El Libertador. Querer parecerse a Simón Bolívar lo muestran más aún como ese rey desnudo, porque EL Libertador, siempre aborreció un trono.
Proyectarse como rey es otra de las falacias en post de mantener el poder y debemos negárselo. Debemos arrebatarle de una vez por todas, el país que nos corresponde y que él se lo ha servido en bandeja de plata al Comunismo.
Es obvio que el único apoyo popular que tiene el ilegal presidente Hugo Rafael Chávez Frías es el que le brindan los “misioneros de franela roja” que son trasladados a todos los actos en el país y los pagados por el Estado Venezolano en el exterior.
Los electores, mantenemos la férrea posición de desconocer al ilegal y fraudulento CNE y por supuesto, no avalamos ninguna operación electrónica. ¡Exigimos un conteo manual de votos, para cualquier tipo de elección en Venezuela!
Finalmente, con sobradas razones la patria convoca hoy al 85 % de venezolanos para consolidar el gran frente opositor. Unidos tendremos la posibilidad real y cierta de acabar con la tragicomedia revolucionaria y con seguridad podremos decir mañana: “El pretendido Rey, ha muerto.”
Cita: “Libertador o muerto, es mi divisa antigua. Libertador es mas que todo; y, por lo mismo, yo no me degradaré hasta un trono”
Simón Bolívar
Simón Bolívar
Coronel (Av.) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 19 de Enero de 2006
Caracas, 19 de Enero de 2006