El Odio Visceral Contra Donald Trump y sus Consecuencias:
En los últimos años, hemos sido testigos de un odio visceral, absurdo e infundado contra la figura de un hombre. Políticos de izquierda, grupos progresistas-liberales y la mass media se han encargado de esparcir un enfrentamiento extremista y radical en contra del presidente Trump, presentándolo como un enemigo de las libertades y, por ende, de la democracia.
Lo ocurrido el día 13 de julio , con el atentado al candidato y expresidente 45 de este país, deja un saldo de dos personas fallecidas, varios heridos y el propio presidente Trump lesionado. Sin embargo, lo peor es la gran herida que este odio ha infligido a la nación, sembrando divisiones profundas entre los ciudadanos.
Donald Trump fue presidente de este país y, en sus cuatro años de mandato, respetó los derechos ciudadanos y cumplió con su deber manteniendo a EE.UU. fuera de guerras internacionales. Desarrolló su programa de gobierno, en el cual la economía y su estabilidad jugaron un rol fundamental. Sin embargo, tocó muchos intereses ocultos de grupos ligados a organizaciones , a gobiernos de izquierda y de extrema izquierda en el mundo ( incluida la China comunista ) que no gustaron y molestaron en el "deep state" de USA .
Trump se hizo de poderosos enemigos , gente influyente , periodistas , académicos, intelectuales , artistas de todas las áreas ( incluido los hollywoodenses) , los dueños de medios , y de grandes emporios empresariales , son quienes se encargaron de promoverlo como el monstruo que no era , ni es.
Su estilo directo, sin filtros para expresar sus opiniones y puntos de vista, tampoco le ayudó a su imagen frente a muchos , generando más bien antipatías ante aquella ciudadanía que se alimentó a su vez de las informaciones manejadas y manipuladas por medios alineados en su contra .
La persecusion judicial no se hizo esperar y se le presentaron cargos de todo tipo y especie.
No obstante, más allá de estas consideraciones, Trump fue un gran presidente que cumplió cabalmente con sus funciones.
Este terrible atentado no es solo un ataque a un hombre, es una amenaza a toda una nación, a una gran parte que cree y apoya la candidatura de Trump y sus seguidores. Es un acto producto de todo el odio sembrado en un sector que profesa la falsa creencia de que Trump traería maldad al país, cuando ya sabemos que no es así.
Hoy, tenemos a un joven de 20 años muerto como consecuencia, a otro fallecido entre los asistentes y varios heridos, incluyendo al presidente Trump. Esto debe ser visto como un llamado a la ponderación, a recuperar la cordura y a bajar el termómetro de la polarización. Estados Unidos necesita una profunda y honesta revisión de lo que está ocurriendo aquí.
Es imperativo que se trabaje para sanar las fracturas , las cicatrices y divisiones hechas , construir un futuro donde las diferencias políticas no conduzcan a la violencia, sino a un diálogo constructivo y respetuoso. La nación debe unirse en torno a los principios de libertad y democracia que siempre la han caracterizado.
Rafael Urribarri
Julio 2024