Publicado el 18 Septiembre 2009 por Informe25.com
Reconocemos públicamente la estoica labor del Gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, cuando personalmente, tan pronto conoció de la magnitud de la tragedia ocurrida el pasado jueves 18/09/2009 se trasladó a las inmediaciones de Clarines, en la zona Oeste del estado Anzoátegui, para dirigir desde el sitio de los sucesos, aún en riesgo de su salud, todo el operativo para garantizarle el traslado a las personas afectadas con el derrame de gas cloro, la atención que requerían las víctimas fatales y las medidas de prevención, así como el cierre de las vías, para no poner en riesgo más vidas.
Pudimos conocer que algunas de las personas que murieron, desafortunadamente circulaban por la carretera al momento de los hechos.
Hay que hacer notar que una vez que el gas cloro entra en contacto con las vías respiratorias y con la piel produce ácidos altamente corrosivos que ocasionan quemaduras y en ocasiones hasta la muerte.
La tragedia indudablemente ha demostrado que no se han preparado planes de contingencia para este tipo de accidentes en el estado Anzoátegui, y si existe el personal calificado para atenderlos, probablemente es muy poco. El accidente habría arrojado un saldo de más de 800 personas afectadas.
Los hospitales vecinos al lugar de los hechos colapsaron completamente, sumado a la crisis existente en hospitales como el Luís Razetti de Barcelona, en donde últimamente estarían atendiendo a los pacientes en el piso.
Llamó poderosamente la atención que se efectuó un operativo policial para impedir el acceso de los medios de comunicación, supuestamente para que no se conocieran algunas irregularidades dentro de los centros asistenciales anzoatiguenses. Después que llegaron los afectados por la tragedia fue que empezaron a aparecer camiones cargados de insumos, ya que en las emergencias de los hospitales no había suficiente material para atender a la gente.
Los principales responsables de la tragedia son la empresa que trasladaba la carga de gas cloro y el Ministerio de Energía y Petróleo. Este último despacho es el encargado de otorgar los permisos para que este tipo de empresas operen. Debido a la alta peligrosidad de gas cloro, el mismo debe ser trasladado con operativos de seguridad similares a los empleados para trasladar explosivos. Ahora no se entiende la falta de medidas preventivas y de seguridad en el caso aquí expuesto.
Reconocemos públicamente la estoica labor del Gobernador de Anzoátegui, Tarek William Saab, cuando personalmente, tan pronto conoció de la magnitud de la tragedia ocurrida el pasado jueves 18/09/2009 se trasladó a las inmediaciones de Clarines, en la zona Oeste del estado Anzoátegui, para dirigir desde el sitio de los sucesos, aún en riesgo de su salud, todo el operativo para garantizarle el traslado a las personas afectadas con el derrame de gas cloro, la atención que requerían las víctimas fatales y las medidas de prevención, así como el cierre de las vías, para no poner en riesgo más vidas.
Pudimos conocer que algunas de las personas que murieron, desafortunadamente circulaban por la carretera al momento de los hechos.
Hay que hacer notar que una vez que el gas cloro entra en contacto con las vías respiratorias y con la piel produce ácidos altamente corrosivos que ocasionan quemaduras y en ocasiones hasta la muerte.
La tragedia indudablemente ha demostrado que no se han preparado planes de contingencia para este tipo de accidentes en el estado Anzoátegui, y si existe el personal calificado para atenderlos, probablemente es muy poco. El accidente habría arrojado un saldo de más de 800 personas afectadas.
Los hospitales vecinos al lugar de los hechos colapsaron completamente, sumado a la crisis existente en hospitales como el Luís Razetti de Barcelona, en donde últimamente estarían atendiendo a los pacientes en el piso.
Llamó poderosamente la atención que se efectuó un operativo policial para impedir el acceso de los medios de comunicación, supuestamente para que no se conocieran algunas irregularidades dentro de los centros asistenciales anzoatiguenses. Después que llegaron los afectados por la tragedia fue que empezaron a aparecer camiones cargados de insumos, ya que en las emergencias de los hospitales no había suficiente material para atender a la gente.
Los principales responsables de la tragedia son la empresa que trasladaba la carga de gas cloro y el Ministerio de Energía y Petróleo. Este último despacho es el encargado de otorgar los permisos para que este tipo de empresas operen. Debido a la alta peligrosidad de gas cloro, el mismo debe ser trasladado con operativos de seguridad similares a los empleados para trasladar explosivos. Ahora no se entiende la falta de medidas preventivas y de seguridad en el caso aquí expuesto.
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