Nacido en Caucagua en 1969, Elías José Jaua Milano tiene una extensa trayectoria política a sus espaldas. Graduado como sociólogo en la Universidad Central de Venezuela, Jaua ha militado desde 1988 en movimientos de izquierda desde la Unión de Jóvenes Revolucionarios hasta el conocido y entonces semiclandestino grupo Bandera Roja. Hoy, como miembro activo del partido de Gobierno Venezolano, Movimiento V República, Jaua ocupa el puesto de ministro de Agricultura.
Usted se confiesa a sí mismo como un hombre comprometido con la causa social por la que ha luchado desde joven. ¿Cómo resumiría sus inicios?
Uno es lo que nace en un tiempo determinado. Comencé a militar en los procesos revolucionarios en 1983, hace ya 23 años!. Tengo 36. Veníamos de toda la farsa democrática que comenzó a desnudarse en dos sentidos. Uno porque entró en crisis el modelo económico que sustentó al movimiento “puntofijista” y frente a la protesta social, el régimen comenzó a desnudarse como un régimen de valores altamente autoritarios que incluían la represión contra los estudiantes, contra el movimiento popular.
Yo puedo decir que mi conciencia despertó por dos elementos. Uno la masacre de Cantaura, que fue una matanza de un pequeñísimo grupo de guerrilleros, mejor dicho, de un grupo de estudiantes y campesinos que estaban intentando armar una guerrilla en el Oriente del país. Fueron 25 muchachos y muchachas bombardeados por las fuerzas aéreas y ajusticiados por la DISIP.
Uno oía las noticias y se preguntaba qué era esto. Luego hubo unas movilizaciones para protestar contra elementos internos de la Universidad de un Estado cercano, de Maracay, que fueron ametrallados en la entrada de Caracas. Yo estudiaba en Maracay en ese momento y comencé a involucrarme. Fueron manifestaciones, etc, hasta que finalmente, como siempre sucede, te ven y por ahí llega alguien a preguntarte si quieres militar en un grupo formal. Se me acercó la gente del partido Bandera Roja, un partido que hoy está en la oposición, pero revolucionario, y comencé con una militancia que me llevó a ocupar un cargo de Presidente del Consejo de Estudiantes de Sociología, en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Después de la insurgencia popular del Caracazo en el 89, de la masacre contra el pueblo desarmado, era evidente que teníamos que hacer algo. Ahí tomé una decisión de vida. O esto se acaba o acaban con nosotros y comenzamos a intensificar la lucha en los barrios, sindicatos, movimientos campesinos.
De repente un buen día llegó un comunicado a la Organización en la que yo militaba en la que se informaba de que iba a venir un levantamiento militar y que nosotros íbamos a participar. Para ser honesto, mi primera reacción fue oponerme porque no me parecía posible que nos fuéramos a unir a esos mismos militares que nos habían masacrado y recordaba la experiencia de Pinochet, etc.. Tenía una gran desconfianza en los militares.
Pero cuando aparece el comandante Chávez con su discurso, comenzamos a observar los documentos que nos enviaban y pensamos en nuestra historia militar, que ha sido muy diferente al resto de la de América Latina.
Nuestros militares no tenían la misma trayectoria que la de los militares chilenos o argentinos sino que eran populares y había precedentes de la década de los 60 cuando muchos militares pasaron a formar parte de la guerrilla y crearon las Fuerzas Armadas de Liberación Revolucionaria y lideraron por lo menos dos resurrecciones de carácter socialista.
Había unos precedentes y nos dimos cuenta de que había una corriente popular histórica en el seno de las Fuerzas Armadas y así comenzó todo. En 1996 me reuní por primera vez con el Presidente Hugo Chávez en una pequeña oficina, en un carro azul y en muchos sitios apartamentos, etc… él estaba vigilado y todos nosotros también.
Fue armando muchos círculos de estudios y se fue a un recorrido por el país en el que gestó este movimiento y en el que yo entré a participar. Creamos el Movimiento V República (MVR) y conformamos la organización para participar las elecciones. Luego ganamos las elecciones.
He cumplido todas las tareas que me ha encomendado el Comandante. He sido su secretario privado en el 2000, luego en el Partido, luego en el Fondo Intergubernamental que administraba en ese momento los recursos de las Gobernaciones y Alcaldías aprobando y financiando sus proyectos.
De ahí pasé a la construcción del Ministerio de Economía Popular, tal y como me solicitó el Presidente, para impulsar el modelo de desarrollo endógeno. Allí estuvimos trabajando año y medio con la Economista Olly Millán, que era mi viceministro y que se convirtió en ministra de ese ministerio cuando el comandante me pidió, más bien me obligó, a aceptar tomar las riendas del Ministerio de Agricultura y Tierras.
Dentro de su trayectoria política y revolucionaria, ¿cuál diría que ha sido el momento clave de su vida?
Haber sido Constituyente, haber participado de la elaboración de la Constitución siempre será más importante para mí, independientemente del cargo que ocupe. Y esa oportunidad que me dio el Comandante Chávez. A los 29 años pude firmar la Constitución Revolucionaria de mi país.
El ministerio de Agricultura y Tierras es uno de los ministerios clave en la política de Estado venezolana y según la Biblia, Elías era el profeta de los campesinos. Pero es difícil imaginarse a un sociólogo dirigiendo a los agricultores, ¿cómo enfrenta este nuevo reto?
En efecto este es un Ministerio muy complicado con muchas rémoras del pasado y de la vieja visión de la propiedad de la tierra que tiene, no obstante, la posibilidad de un gran desarrollo de cara al futuro.
Complicado pero muy atrevido porque la Ley de Tierras promulgada en Venezuela ha estado envuelta en un sin fin de acusaciones y polémicas…
En Venezuela hay una estructura semi-feudal en el campo caracterizada por el latifundio que es una figura absolutamente pasada de moda.
Aquí hoy persiste y es defendido por los que dicen ser liberales democráticos de manera que el latifundio es la raíz del problema, no solo tomado como extensión de tierra, sino como la tierra utilizada para especular financieramente y las condiciones de vida en las que trabajan o habitan muchas comunidades que están dentro de los terrenos.
Nos ha tocado la tarea de derrotar este modelo y construir un modelo de desarrollo agrario, con la organización social y política de los campesinos y pequeños y medianos empresarios. Despertando la conciencia de la gente.
Dice que Chávez más bien le obligó a tomar este puesto, ¿cuál fue su primera reacción?
¡Pensé que íbamos a pasar hambre! (risas). No, no es mi área, yo soy sociólogo y politólogo, pero luego le pregunté el porqué y me contestó que este Ministerio requiere dirección política y con esta premisa hemos armado un equipo de buenos profesionales comprometidos con la visión que presenta la nueva Ley de Tierras.
A mí me toca la tarea de conducir, orientar y controlar la gestión de desarrollo de este nuevo modelo. Lo más importante es que, tras apenas 8 meses de gestión, hemos logrado contener los conflictos a través de reuniones continuas con los gremios, con los terratenientes y con los campesinos de todo el país. Tenemos diferencias, tiene que haberlas en una democracia, pero hemos de buscar el bien de la mayoría y avanzar en el nuevo modelo.
Ya hemos avanzado en la creación de nuevos grupos productivos así como en la mejora de los laboratorios y la puesta en activo de centros genéticos porque sin ciencia y tecnología la agricultura está muerta. Estamos produciendo semillas en un programa conjunto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y ahora vamos a empezar un plan especial de la caraota, de carácter simbólico nacional. Vamos a sembrar nuestra propia caraota porque lo que importamos son realmente porotos, no las caraotas típicamente venezolanas.
Volviendo sobre la Ley de Tierras, existe una polémica continua creada alrededor tanto de las expropiaciones del Gobierno como de las invasiones campesinas. Los empresarios temen por la aparente fragilidad de la propiedad privada. ¿Cómo poner fin a estos conflictos?
A diferencia de todas las Leyes de Tierras que penalizaban la extensión y que de manera populista se aprobaron en América Latina en la década de los 60 para contener los avances de los movimientos guerrilleros, la nuestra solo la regula.
El Gobierno compraba y la distribuía las tierras entre los campesinos sin créditos de apoyo para su trabajo.
Nuestra ley cambia ese concepto. En primer lugar dice que se pueden tener tantas hectáreas como se deseen dentro de un justo límite de distribución, bajo un patrón por zonas, pero si su tierra no la tiene produciendo, si está ociosa, o el Estado o el latifundista buscan la manera de ponerla a trabajar o puede ser objeto de penalización con impuestos muy altos. Es el mecanismo de rescate de la producción.
Y el segundo, tiene que ver con la legalidad. Muchos dicen que se están expropiando tierras pero es que la mayoría de los latifundios no tienen un sustento legal que indique la propiedad de esas tierras. En Venezuela, hay dos maneras para que la propiedad de la tierra sea cierta. Una es a través de los Títulos que la Corona Española repartió entre algunos venezolanos y que luego se fueron vendiendo y traspasando. Ese es un origen cierto. El otro se produce después de la Guerra de la Independencia cuando Simón Bolívar decreta una recompensa en tierras a los soldados y oficiales que participaron en la liberación del país. Hubo un desprendimiento del estado y por tanto esas dos son las únicas fuentes de origen privado de la tierra en Venezuela.
El resto han sido apropiaciones indebidas por parte de los generales de las dictaduras y los grandes dirigentes del país que se repartían las tierras del Estado.
Por otro lado están las invasiones de los campesinos, que también han ocupado tierras del Estado que están en la actualidad bajo revisión para determinar si están produciendo o no.
Con aquellos que se apropiaron de tierras privadas estamos llevando a cabo negociaciones privadas y acuerdos de conciliación para que el Estado pueda indemnizar a algunos de los propietarios privados como lo hemos hecho en el caso de unos ciudadanos españoles o con la Compañía Inglesa.
Pero nuestra ley penaliza y prohíbe las invasiones. El Gobierno venezolano exige a todos los campesinos o personas que demanden tierras para producir que lo hagan a través del Instituto Nacional de Tierras en el marco de la Ley.
El Gobierno Bolivariano no avala ni impulsa las invasiones.
Claro que hay que hacer una diferencia entre las formas. Nosotros nunca vamos a utilizar la fuerza pública desmedida como se utilizaba antes. No vamos a reprimir a los campesinos como se reprimían antes dejando una historia de muertes.
Nosotros llegamos aquí para traer la paz.
Uno de los más ambiciosos proyectos dentro de su ministerio es la creación de la Corporación Venezolana Agraria (CVA) que se perfila como una imitación al modelo de la CVG para el desarrollo del sector. ¿A qué fines obedece la creación de la CVA y cuáles son sus planes inmediatos y a largo plazo?
En Venezuela existe un monopolio de la industria de alimentos a través de tres o cuatro grandes compañías privadas, siendo Polar la más importante, que son protagonistas de un chantaje permanente a la sociedad venezolana.
Antes, las empresas de alimentos imponían su precio a los campesinos, que sin forma de almacenamiento, vendían sus por la urgencia del tiempo al precio que pedían. No habría manera de que el campesino tuviera un precio justo para su producción si no existe un sistema de acopiamiento y preservación. Pero adicional a este hecho, el sector agroindustrial se paralizó en contra del Presidente Hugo Chávez en la huelga del 2002 y en contra de todos los venezolanos finalmente.
Para desmantelar este monopolio de la agroindustria se tomó la decisión de fortalecer a la pequeña y mediana industria y a las cooperativas dándoles créditos a precios preferenciales -organización y financiamiento de la gente- y se comenzó a trabajar en la creación de la CVA.
La CVA va a encadenar los procesos, desde la siembra hasta el procesamiento y la distribución de los productos para lo que estamos instalando plantas conservadoras, silos de almacenamiento, sistemas de frío, etc...
El proceso culmina con el ministerio de Alimentación y su red de distribución Mercal y estamos continuamente, junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, firmando acuerdos de cooperación Irán, Argentina, Cuba, Bielorrusia, etc, que nos permitirán mejorar los rendimientos, etc.
Ya está funcionando la empresa mixta creada con Irán para la producción de tractores y pronto estaremos creando una nueva con Bielorrusia para construir cosechadoras, y otras con Brasil y Argentina para el procesamiento de leche.
Hemos articulado este proceso con el fin último de crear seguridad y soberanía alimentaria.
Dado el nivel de ingresos que tenemos podemos importar sin producir y de hecho, en el 2002, no nos derrotaron porque teníamos esa capacidad y países que no cedieron al chantaje norteamericano nos enviaron alimentos para subsistir.
Pero este es un Estado muy vulnerable. Tenemos que lograr el autoabastecimiento alimentario.
Uno, para acabar con el chantaje por precio tanto a los productores como a los consumidores con precios demasiados altos que impiden el acceso a determinados productos a gran parte de la población.
En segundo lugar, nosotros estamos claros de que las amenazas sobre nosotros están en el escenario y de que se van a materializar en algún momento. En ese momento tenemos que estar listos para poder darle a nuestro pueblo la alimentación que necesite.
Pero…
Estoy seguro de que esto va a ocurrir pero nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos por que no sea así.
Esa afirmación rotunda es finalmente una acusación indirecta al Gobierno de los Estados Unidos, supongo, como lo han expresado en varias ocasiones otros ministros para este mismo informe…
Ahí está la historia. No hay que repetir cómo Estados Unidos ha parado todos los procesos de carácter popular en nuestro Continente.
Hoy conmemoramos la muerte de Allende y la interrupción de un proceso democrático popular hermoso por parte de la CIA, de los Estados Unidos. Y no es un invento de la izquierda ni un cuento de dinosaurios, ellos mismos han desclasificado los documentos que están más que probados.
Qué pasó en Nicaragua con la Revolución Sandinista, más allá de los errores que todo proceso comete y que no son excusa suficiente para sabotear el proceso. Solo Cuba sobrevivió y sigue sobreviviendo a esas amenazas. Y seguramente porque fueron los primeros y los agarró desprevenidos pero el resto… no ha habido un proceso revolucionario en América Latina que se haya podido consolidar.
En Bolivia ya han comenzado con las amenazas. De manera que Estados Unidos, y más que Estados Unidos digamos los grupos económicos y fundamentalistas religiosos que gobiernan ese país, es enemigo y hará lo imposible y lo que tengan que hacer para detener en América Latina cualquier proceso revolucionario.
Yo estoy seguro de que nosotros hemos logrado ganar mucho tiempo porque sobrevivimos al golpe, porque nuestro pueblo sacó su fuerza moral y su conciencia y nos permitieron ganar tiempo.
Aquí ya hay procesos irreversibles y un contexto nacional e internacional cada vez más dirigido a un mundo multipolar. El presidente lo ha dicho. Ha seguido en consejo de Noam Chomsky y está ganando la batalla de la opinión pública internacional contra el Imperio Norteamericano.
Incluso el pueblo norteamericano está en contra de su Gobierno porque le está cercenando sus libertades. En Estados Unidos vives en una sociedad vigilada, supervisada donde las libertades individuales desaparecen.
Pero son capaces de inventar informes de armas químicas, intentar barrer un país como Afganistán… no nos vamos a engañar, seríamos unos ilusos si pensáramos que Estados Unidos no caerá sobre nosotros. Lo van a hacer, no sé cuándo o si será una invasión o qué será. Han experimentado en el mundo muchas formas para detener estos procesos. Pero nosotros vamos a dar la batalla y no van a ganarnos, no vamos a claudicar.
No somos enemigos de los Estados Unidos pero no vamos a venderles el petróleo a 5 dólares como ellos quieren. El ingreso de nuestra renta petrolera tiene que ser reinvertido y distribuido aquí. Hasta ahora, lo único que se había hecho era llenar de recursos a los Estados Unidos de Norteamérica y llegó la hora de que los venezolanos podamos disfrutar de nuestras propias riquezas.
El segundo elemento de diferencia con los Estados Unidos es el tema de la lucha contra el narcotráfico. Nosotros somos capaces de combatir el narcotráfico y no vamos a permitir, y nuestra constitución no lo permite, los vuelos no autorizados sobre nuestro país o la instalación de bases militares extranjeras. Y no vamos a permitir que nos monitoreen con radares ni sobrevuelos aéreos, aunque ellos lo harán porque tienen la tecnología para hacerlo.
En tercer lugar, no nos vamos a involucrar en el conflicto colombiano. Es un tema que deben resolver los colombianos, ojalá que lo resuelvan en paz y que lo resuelvan pronto. Ahora que nosotros vamos a poner a nuestros efectivos militares a combatir contra cualquiera de los bandos de Colombia, no lo vamos a hacer.
Estados Unidos pretende decidir con quién debemos relacionarnos y con quién no. Y nosotros definimos nuestras relaciones internacionales de acuerdo a nuestros intereses nacionales como las definen ellos, en muchas ocasiones con dictaduras y demonios.
Nosotros, que intereses hemos ido encontrando buenos y entrañables amigos.
Por todo esto, le pedimos al pueblo norteamericano simplemente que nos ayuden a que su Gobierno nos respete porque las decisiones que ha tomado este Gobierno, de carácter soberano, en el manejo de nuestros recursos y nuestra política, han sido ratificadas en más de 10 consultas electorales a lo largo de 7 años. Han sido dos elecciones presidenciales, una consulta para continuidad del mandato, la Constituyente, el Referéndum, las elecciones regionales y municipales… donde la mayoría nacional se ha pronunciado a favor de las políticas y del proyecto establecido en nuestra Constitución.
Nosotros pedimos y piden todos los pueblos de América Latina que se respeten las decisiones de los pueblos. En Estados Unidos existe la libertad de elección a pesar de que esté manejada por un aparato de propaganda y alienación.
Lo único que pido es que, 20 años después, no se desclasifiquen unos archivos que revelen que en Venezuela pasó lo mismo que en Guatemala o Nicaragua o muchos otros países latinoamericanos.
Fuente: World INvestment NEws (WINNE)
NO obstante al Reportaje tambièn es oportuno reseñar lo siguiente:
De: Omitido
Enviado el: Domingo, 14 de Febrero de 2010 08:17 p.m.
Enviado el: Domingo, 14 de Febrero de 2010 08:17 p.m.
Para: Undisclosed-Recipient:;
Asunto: Fw: PRONTUARIO DE NUEVO VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA....
Subject: PRONTUARIO DE NUEVO VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA....
Prontuario del Vicepresidente de la Republica
Por ésto estamos como estamos y si seguimos igual, el diablo oficiará las misas en Semana Santa ...
PRONTUARIO DEL VICEPRESIDENTE DE LA REPUBLICA: ELIAS JAUA
Elias José Jaua Milano (a) Ojitos, (a) Abigail, C.I. 10.096.662, Nacido en Caucagua el 17/12/1969, hijo de Carlos José Jaua (Copeyano) y Elba Tomasa Milano. Sociologo graduado en la UCV.
En 1988 se incorpora a la Unión de Jovenes Revolucionarios (UJR), fachada semilegal del grupo Bandera Roja.
En Diciembre de 1989 pasa a ser "Clandestino" del Grupo Terrorista BANDERA ROJA, es decir se presenta como "Independiente" .
En Agosto de 1990 realiza Pasantía de un mes en el Frente Guerrillero "Américo Silva" de BR. Al bajar de las montañas del Turimiquire pasa al las Brigadas de Auto Defensa (BAD) en la UCV participando en disturbios en dicha casa de estudios.
Desempeña un papel de importancia en el Cómite Político Regional "Tito González Heredia" (Caracas) de BR.
En mayo de 1991 realiza contactos importantes con el Grupo Terrorista SENDERO LUMINOSO del Perú. Se vuelve el "Enlace" entre la Subversión criolla y ese grupo.
Participa activamente en septiembre de 1991 en el asalto y quema de una unidad Metrobús en la UCV.
En diciembre de 1991 participa en la fracción disidente de BR y funda con varias personas el grupo Terrorista Coordinadora Nacional Revolucionaria (CNR).
En marzo de 1992 es nombrado Secretario General del Movimiento Juvenil "Ezequiel Zamora" brazo juvenil de la CNR, miembro de la Dirección nacional de la CNR.
Julio de 1992, según declaración de Maria Alejandra M###### P### en la Disip, una banda armada de estudiantes participan en la UCV en disturbios y enfrentamientos con la Policía, ellos son: Felix Farias, Juan Luis Sosa, Miguel Vivenes (a) Culebra, (a) Pelo Lindo, (a) El Osito, (a) El Llanero, ELIAS JAUA(a) Ojitos, Rafael Rodriguez (a) Federico el Colombiano, Ricardo Font, Victor Reyes Curiel y (a) Bichito...asimismo que ella es junto a varias personas, miembro de la Dirección Nacional del MJEZ-CNR y Elias Jaua también".
Mediados del año 1993, sale junto a Luis Figueroa, Rene Cedillo y otros a Cuba a recibir entrenamiento Terrorista. En este año BR decide "infiltrarlo" a él y a otros en el MBR200.
Desarrolla trabajo político en las Comisiones Regionales de Miranda por el MBR200
Participa en varias acciones clandestinas de ese grupo irregular:asaltos a bancos, secuestros, extorsión
Participa en Agosto de 1997 en la fundación del MVR.
Nombrado a la Asamblea Nacional Constituyente.
Designado como Segundo Vicepresidente del Congresillo.
Le fue negado el placet (2004) como embajador en Argentina ..ni los Kitchner , ni los piqueteros ni nadie quiere a este sociópata ahora convertido en Vicepresidente de Venezuela.