Guerra de exterminio
Cita:
"Hoy nos
sumamos al clamor de los familiares de los jóvenes asesinados en
Cantaura y a las exigencias de distintas organizaciones defensoras de los derechos
humanos, en el sentido de que se suspenda la inmunidad parlamentaria
tanto a Roger Cordero Lara como a otros parlamentarios acusados de
incurrir en delitos y abuso de poder."
Imposible mayor similitud entre la operación Sodoma, consumada en Colombia, y la “Masacre de Cantaura, ocurrida en Venezuela en el año 1982, con veintitrés guerrilleros muertos. Uno de los pilotos que bombardeó a los insurgentes, Róger Cordero Lara, es ahora diputado de la “revolución” bolivariana
Ha asombrado al mundo que un arsenal de guerra integrado por treinta
cazabombarderos, 27 helicópteros artillados y 400 efectivos militares
hayan sido utilizados para exterminar una veintena de guerrilleros atrincherados en menos de trescientos kilómetros cuadrados,
en una operación cuyo trofeo no fue otro que los restos desfigurados
del legendario Mono Jojoy y de sus acompañantes. Autorizada el 17 de
septiembre por el recién estrenado Presidente de Colombia, la operación
Sodoma, consumada en la madrugada del jueves 23, quiso demostrar que el fuego
de Júpiter –como en la antigua ciudad bíblica- representado en nuestra
era por la avasallante tecnología bélica que comanda al Plan Colombia,
no se arroja en vano sobre indefensos territorios, sino sobre objetivos
precisos que puedan servir de escarnio y sembrar el terror entre los
moradores. Un escozor interno deben sentir quienes apostaron al
humanismo de Obama, olvidando el mensaje de Fanon en Piel negra,
máscaras blancas. Barack Obama
es el “negro blanco”, fiel a los intereses de la gran potencia. Veamos
su opinión ante esta desproporcionada acción: “Destaco el liderazgo del
presidente Santos y lo felicito porque el de ayer fue un gran día para
Colombia, en el que hubo un extraordinario trabajo de sus Fuerzas
Armadas (...) Los terroristas han engañado durante mucho tiempo a
Colombia”. Como su antecesor George W. Bush, Obama aplica la nueva
táctica estadounidense de contrainsurgencia para América Latina al
incluir la guerrilla en el mismo criterio de términos tan repudiados
como narcotráfico y terrorismo. Analistas internacionales ven en estos
hechos un peligroso camino: el exterminio de miles de combatientes de
las Farc. (“Colombia: síntomas de exterminio”, La Jornada, reproduc. en
Temas Venezuela, 01/10/2010). Puede éste ser el comienzo de una guerra
de exterminio o tierra arrasada, ante la anuencia, el silencio, la
impunidad. Hoy en Colombia, en la Sierra de Macarena, ayer en Cantaura,
pequeña población del oriente venezolano, iguales son las tácticas de
aniquilamiento designadas por el Pentágono. DE REAGAN A OBAMA Bajo los
dictámenes del Norte, sumisos gobernantes han procedido sin
contemplaciones a eliminar reales o supuestos focos guerrilleros. Las
apreciaciones de un analista político venezolano, expresadas décadas
atrás a propósito de los hechos de Cantaura, son elocuentes por tratarse
de un académico personalmente vinculado a un militar de alto rango:
“Cuando se produce la masacre de Cantaura habían cambiado ya los
conceptos de contrainsurgencia. Durante los años de Kennedy ésta se
inspiraba en la idea de cortar a los guerrilleros la base social. Sólo después de aislarlos, los guerrilleros debían sufrir el acoso militar. Con Reagan y aún antes, aparece otra doctrina. Al foco guerrillero
hay que exterminarlo aún en sus más incipientes manifestaciones.
Permitir que subsista, así sea larvado, constituye un grave peligro. Una
guerrilla que arraiga o se mantiene resulta indestructible (…) La
ciudad oriental fue el primer teatro en el cual se la aplicó en Venezuela. Eso explica la brutalidad con la cual se procedió a sabiendas que allí no había un núcleo propiamente guerrillero
o en todo caso que los allí reunidos no presentaban un desafío de
carácter militar. La doctrina Reagan aconseja disipar toda duda apelando
a los medios más brutales desde el primer momento. (Domingo Alberto
Rangel: “La masacre de Cantaura o cuando la democracia también mata”,
Últimas Noticias 18/10/1987). La era Obama se rige por el manual
Tácticas de Contrainsurgencia, recientemente desclasificado por el
Pentágono y, por consiguiente, de libre acceso en las bibliotecas.
Además de vincular narcotráfico y terrorismo con las guerrillas en el
concepto de insurgencia, la estrategia es “eliminar a los insurgentes
que amenazan la seguridad y bienestar de la población”. En este sentido,
no difiere de la doctrina Reagan, aplicada en Cantaura. En otros
términos: guerra de exterminio amparada en la impunidad. ¡EN GUARDIA
CONTRA LA IMPUNIDAD! Es absolutamente injustificable que en Venezuela,
donde se ha constituido una “Comisión Especial para Investigar los
Asesinatos y Desapariciones en los años 60, 70 y 80”, donde se mantiene
-bajo el lema “Prohibido olvidar- una permanente campaña de denuncia y
condena a aquellos hechos nefastos de pasadas décadas, el partido hoy
gobernante haya respaldado la candidatura a la Asamblea Nacional del
ciudadano Roger Cordero Lara, quien pilotaba uno de los aviones que
bombardearon el campamento del Frente Guerrillero Américo Silva en
Cantaura, causando la muerte de decenas de compatriotas. Que cumplía
órdenes superiores es la pretendida justificación de este coautor de un
acto de exterminio hasta ahora impune. ¡Peregrina excusa! También
cumplieron órdenes superiores los soldados de Hitler y –sin ir tan
lejos- los esbirros de Juan Vicente Gómez, de Pérez Jiménez y de los
gobernantes puntofijistas. ¡No debemos bajar la guardia! ¡Profundicemos
las acciones de protesta hasta barrer del escenario político a
delincuentes enmascarados de revolucionarios!
EL GENERAL CORDERO ROJAS Con actos y discursos se conmemora cada
año en Venezuela el aniversario de aquella siniestra masacre, descrita
en estos términos por altos funcionarios del gobierno bolivariano: El 4
de octubre de 1982, en horas de la madrugada, aviones de la Fuerza Aérea
Venezolana, Camberra y Broncos;
helicópteros, más de 400 hombres de la Fuerza Armada Nacional, decenas
de efectivos de la Disip, procedieron a asaltar un campamento en el cual
estaban aproximadamente 40 ciudadanos, mujeres y hombres, en una
reunión del partido Bandera Roja, entonces en armas. Imposible mayor
similitud con la operación Sodoma consumada hace pocos días en Colombia.
La diferencia de tiempo y lugar
no anula la semejanza en la desproporción de ambas operaciones. Una y
otra están guiadas por un mismo hilo conductor: la estrategia
estadounidense de contrainsurgencia. p CÓMPLICES SILENCIOSOS
La impunidad sigue en pie y muchos ejecutores de ominosos crímenes han
sido premiados con altos cargos en el actual gobierno. Así lo hemos
denunciado en otras ocasiones, como en el caso de la masacre de El
Amparo (“Retórica encubre impunidad”, La Razón, 2/11/2008). Hoy nos
sumamos al clamor de los familiares de los jóvenes asesinados en
Cantaura y a las exigencias de distintas organizaciones defensoras de los derechos
humanos, en el sentido de que se suspenda la inmunidad parlamentaria
tanto a Roger Cordero Lara como a otros parlamentarios acusados de
incurrir en delitos y abuso de poder. Basta de ritos despojados de
combatividad en actos conmemorativos de quienes se alzaron en armas para
contribuir a forjar un mundo libre de injusticias y de cómplices
silencios. p irbami@cantv.net.
Fuente: La Razón
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