LA
VERDAD SEA DICHA:
EL CINÍSMO DIPLOMÁTICO…
Por: G/D. Oswaldo Sujú Raffo.
Pdte. del
IDEFV.
12-06-2015
El Decreto 1.787 publicado en la Gaceta Oficial de
Venezuela, el día 27 de Mayo del año en curso, donde se determinan los límites
de las áreas marinas, submarinas y zonas económicas exclusivas de Venezuela, en
el Caribe ó Mar de Venezuela y en un área del Océano Atlántico ó Mar Atlántico
Venezolano; trajo una reacción cínica e impúdica de Guyana, de sus aliados
naturales y de oportunistas, así como el acostumbrado silencio ingrato de nuestros
“hermanos históricos”… Esta actitud del nuevo gobierno de Guyana, plasmado en sendos
comunicados de su Presidente Brigadier (r) David Granger, del
Canciller Carl Greenidge, del Brigadier Mark Phillips, Jefe del Estado Mayor de
las FDG y del “asomado” Alto Comisionado del Reino Unido en Guyana, Mr. James
Quinn, motivó el titular de este artículo de opinión.
En el supuesto de que
pueda existir algún error involuntario en el referido Decreto 1.787, ello no justifica la verborrea desmedida y procaz de querer
acusar a Venezuela, de lo hecho por Guyana desde hace 49 años, en franca violación
del Acuerdo de Ginebra de 1966 y de lo que hizo Inglaterra hace 180 años, 1era.
Potencia del Mundo y voraz usurpadora colonial, en contra de LA SOBERANÍA E INTEGRIDAD TERRITORIAL DE UN
PAÍS PEQUEÑO, DÉBIL E INDEFENSO… nuestra
Venezuela del 1835.
Como se observa en esos comunicados, es repetitiva y
cansona las frases de: “Violaciones al
Acuerdo de Ginebra de 1966; violaciones flagrantes al Derecho Internacional; que
se usurpaba la soberanía de Guyana; que la reclamación de Venezuela no tiene
base y los límites entre los dos países fue fijado por Laudo de París de 1899;
que Guyana resistirá enérgicamente cualquier invasión..” Debo contestar ese cinismo diplomático guyanés, con
informaciones verificable por todos, tirios y troyanos. Guyana nunca cumplió el
espíritu del Acuerdo de Ginebra de 1966, que involucra buscar soluciones
prácticas y pacíficas a través de Comisiones Mixtas a la contención de
Venezuela, de que el Laudo de 1899 es
nulo, írrito e injusto como en verdad
y de acuerdo al Derecho Internacional lo
es y así puede comprobarse.
Desde F. Burnham,
Ch. Jagan, D. Hoyte, B. Jagdeo, D. Ramotar y ahora D. Granger, mantuvieron y
mantienen que los límites del Laudo de París de 1899 son “completos, exactos y
definitivos”. Por este motivo las Comisiones Mixtas nunca tuvieron resultados
positivos por la inexplicable intransigencia de Guyana; entonces ¿ por qué
firmó el Acuerdo el Premier de la
Guayana Inglesa, F. Burnham?. Los alegatos que Venezuela pudo reunir desde la
época colonial y desde el año 1949, fueron tan abrumadores, consistentes e
irrefutables que la Gran Bretaña aceptó revisar las irregularidades del Laudo,
y se sentó por vez primera con
Venezuela; hecho muy importante pues quedó en evidencia, la falsa “doncellez” del
Laudo de 1899 y del Tratado de Arbitraje de 1897.
Con respecto al Art.5 (2) del Acuerdo de Ginebra, Mr.
Quinn, su contenido aunque indefinido como un “tornillo sin fin”, no autoriza a
Guyana a destrozar, contaminar, explotar
y alquilar a múltiples transnacionales el Territorio Esequibo, en reclamación
por Venezuela. Guyana debe informar cualquier actividad de explotación y explotación en ese territorio a Venezuela y nunca
no lo ha hecho. Asimismo ese párrafo 2 es taxativo en cuanto a los actos o
actividades que allí se realicen, mientras este en vigencia este Acuerdo; por
lo tanto no otorga derechos de soberanía en dicho territorio, a excepción si son convenios por escrito y
aceptado por los dos países. Además se prohíbe cualquier nueva ampliación o
reclamación mientras dure este Acuerdo.
De esto último, podría explicar
Guyana por qué en el año 2009 solicitó en forma unilateral, la ampliación de
“su” plataforma continental a 350 Mn y más reciente, amenazó con solicitar otra
opción de lo contenido en el Art. 33 de la Carta de la O.N.U (Mediación,
Conciliación, Arbitraje, Arreglo Judicial, etc) por lo estéril de la figura del
Buen Oficiante. ¿Entonces, quien violó y hoy sigue violando el Acuerdo de Ginebra de 1966 ?
En cuanto a las “fragantes violaciones al Derecho
Internacional”; hay que ser muy caradura y descarado acusar a Venezuela de
esas ilicitudes. Al contrario, Guyana
desacató jurisprudencias vigentes del Tribunal Internacional de Justicia de La
Haya, de La Comisión Permanente de Límites de la O.N.U y de la Comisión de
Límites Marítimos de la O.E.A, cuando en forma unilateral y sin previo aviso,
en el año 1999, trazó líneas límites de
“Bloques marítimos” para exploración y explotación de hidrocarburos y gas, en
áreas marinas frente al Territorio
Esequibo e incluso en la fachada atlántica del Delta Amacuro, aguas nacionales
sin discusión alguna; violando el principio vigente de que “la Tierra domina al
Mar”, es decir no se debe hacer atribuciones en áreas marinas mientras exista
una controversia territorial.
En el año 2004 Guyana y Barbados firmaron un acuerdo
de zonas económicas comunes por encima de la plataforma continental de Delta
Amacuro y en el año 2007, se dictó un Laudo
limítrofe entre Guyana y Surinam, por la Comisión de Límites Marinos de
la O.N.U tomando como referencia, en tierra, puntos dentro del territorio en
reclamación, al oeste del delta del río Esequibo, lo que vicia ese Laudo y
confunde la verdadera delimitación entre
esos dos países y por ende, la futura delimitaciones en el área entre Venezuela
y Guyana. ¿Quién viola el Derecho Internacional?
En cuanto a previsiones y amenazas de agresiones,
ajenos al espíritu de paz entre países vecinos; en nuestra historia Venezuela
nunca atravesó fronteras para subyugar ni ocupar tierras ajenas, sino para
libertar pueblos oprimidos y ayudar su desarrollo.
Nuestras fronteras nacionales
están muy bien definidas al Este y es nuestra obligación defenderlas, recuperarlas,
desarrollarlas y mantenerlas como lo exige nuestra Carta Magna; evitando nuevas
depredaciones de nuestra soberanía y
dignidad nacional, responsabilidad ineludible de todos los venezolanos sin excepción
alguna, porque esta Venezuela es tuya, es mía y siempre será nuestra. ¡La
Patria es primero!
Fuera los castro-comunistas
y vividores.
Oswaldo Sujú Raffo.