Luis Manuel
Aguana:
El fenómeno del TSJ legítimo
Jun 23 2018, 5:04 pm
Publicado en:
Opinión
Deseo agradecer al Dr. José Vicente Haro por su excelente
artículo del miércoles 20 de junio y publicado en este blog titulado “¿Es
legítimo y constitucional el Tribunal Supremo de Justicia venezolano en el
exilio?” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/ 2018/06/es-legitimo-y- constitucional-el.html). Generalmente
solo hago referencia a aquellos materiales que considero relevantes para
respaldar cualquier argumento. Sin embargo, el tema es tan trascendental que
preferí publicar directamente la explicación enviada a mí por el Dr. Haro, con
una nota explicativa.
Sin embargo esto no es suficiente. Creo necesario abordar varios aspectos que
giran alrededor de lo que daré en llamar “El fenómeno del TSJ Legítimo” y que
guarda relación con los ataques que desde varias trincheras está recibiendo esa
institución.
Efectivamente,
tal y como lo mencione en la nota explicativa previa al artículo del Dr. Haro,
se está presentando una campaña de desprestigio del TSJ legítimo que opera en
el exilio, y que está paradójicamente saliendo de “influencers” locales ligados
a la oposición oficial. ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Cuál es su verdadero
sentido? ¿Por qué si la misma oposición los designó en la Asamblea Nacional, -y
que luego los abandonó a su suerte- ahora los atacan por mampuesto,
desestimando sus decisiones o, peor aún, no acatándolas?
Esta es una
situación compleja que podría considerarse una consecuencia natural del grave
proceso de descomposición política que está sucediendo en Venezuela y que corre
parejo a los estertores finales de una manera de hacer política en nuestro país
desde hace muchísimo más tiempo del que tiene la revolución chavista. Y algo
que a mi juicio es el fondo preciso del problema: al no haber existido NUNCA
una verdadera separación de Poderes en Venezuela, esto que está sucediendo con
los Magistrados en el exilio, que han tenido que vérselas negras para
sobrevivir y hacer el trabajo de colaborar para sacar a Venezuela la dictadura,
nos está mostrando de manera inédita, una perspectiva colateral que nunca
habíamos imaginado: un Poder Judicial sin ataduras.
Si bien es cierto que los Magistrados en el exilio fueron propuestos por los
diferentes factores políticos de la Asamblea Nacional para ocupar esos altos
cargos –como siempre ocurrió- se está presentando un fenómeno inusitado: ningún
jefe político como Ramos Allup, Borges, Barboza tendría se atrevería a levantar
un teléfono para exigirle nada a ningún Magistrado, luego de haberlos dejado
expuestos a ser masacrados por los leones de este circo romano de la revolución
rojo-rojita.
Los políticos
creyeron equivocadamente que los Magistrados se dispersarían en el exilio y que
hasta allí llegaría el tema de esos jueces designados legítimamente para
sustituir a los Magistrados “express” de la anterior Asamblea Nacional. Y se
equivocaron. Los Magistrados perseguidos hicieron un esfuerzo monumental para
sobrevivir en el exilio, y con la ayuda de mucha gente anónima han logrado
articularse fuera del país para impartir justicia legítima. Eso deja afuera la
influencia nociva y toxica de unos partidos que se creen dueños de los jueces
porque fueron propuestos por ellos o les deben ese cargo.
¡Qué interesante! Esta situación les ha dado a los venezolanos un Tribunal que
lo único que debe hacer es lo que les ordena la Constitución y las leyes:
impartir justicia de manera imparcial y a conciencia, lo que es el fundamento y
piedra angular de un Estado de Derecho. Pero eso solo es producto del esfuerzo
sin precedentes de los Magistrados del actual TSJ legítimo en el exilio,
por lo que creo que la Nación les deberá por eso un reconocimiento
imperecedero.
Sin embargo,
ese fenómeno colateral descrito aun no corrige la situación estructural. Algún
día, que espero sea muy pronto, Venezuela retornará a la normalidad y los
Magistrados deberán regresar a Venezuela a ocupar sus posiciones naturales. Y
de nuevo esos Magistrados que ahora actúan con independencia y aquellos que les
sustituyan en el futuro, se sumergirán en el ambiente nocivo y toxico de la
política “as usual” de Venezuela, donde es moneda corriente la influencia de los
políticos en las decisiones de los jueces y Magistrados. Es por eso que es
ahora que se deben tomar las decisiones que nos lleven a garantizar la
INDEPENDENCIA del Poder Judicial. Ese caramelo que ahora estamos saboreando se
acabará cuando todo comience a ser de nuevo lo que era antes. Y eso no podemos
permitirlo desde la sociedad civil.
¿Ustedes creen que se hubiera producido una sentencia histórica como la que
surgió el 13 de junio de 2018 de la Sala Electoral del TSJ legítimo, declarando
la nulidad del sistema Automatizado de Votación y Escrutinio del CNE para la
elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos y
otras elecciones, si los Magistrados hubiesen estado sometidos a la influencia
de los partidos políticos dentro de Venezuela? ¡Nunca! A los partidos les
interesa todavia heredar ese sistema electoral corrupto del
castro-chavismo-madurismo para sus propios fines.
De allí que
muchos arrugaron la cara cuando se enteraron de la decisión del TSJ legítimo en
su Sala Electoral, y están aterrados de qué otras cosas puedan decidir. No se
sienten a gusto con un TSJ que actué “a la libre” y sin su control, y
están intentando desesperadamente influir en los Magistrados, amenazando con
desconocer decisiones que pudieran tomar, como la que actualmente cursamos en
la Sala Constitucional solicitando que se designe un Gobierno de Emergencia
Nacional (ver solicitud completa enhttps://tinyurl.com/y7x87ldb), dada la
gravísima crisis que existe en el país y que no aguanta más dilaciones, como
las que le quiere imprimir de nuevo la oposición oficial tratando otra vez de
convencer a los venezolanos de asistir al circo electoral, ahora ilegal, del
próximo diciembre que está convocando el CNE precisamente por la sentencia de
la Sala Electoral del TSJ legítimo.
Ahora resulta
que los políticos pretenden desconocer las decisiones que de pleno derecho
tomen los Magistrados porque “no les convienen a sus fines políticos. ¿Y que se
creen estos personajes? Somos nosotros, los ciudadanos, los que concurrimos a
esas instancias porque ellos no están haciendo el trabajo que les encomendamos
hacer. Y ahora de pleno derecho ejercemos nuestra prerrogativa ciudadana de
exigir un Gobierno de Emergencia porque Maduro y su régimen está asesinando
venezolanos.
¿Entienden ahora porque están apareciendo “expertos” pagados para desconocer la
validez del TSJ legítimo en el exilio? Es por eso que los venezolanos debemos
manejarnos con criterios propios y conocer lo que está pasando para no caer en
el peine de quienes quieren continuar sojuzgando a la población de la misma
manera que lo hicieron por años, y que ahora están en el juego del “quítate tú
para ponerme yo” con el régimen pero sin cambiar las reglas de juego. De no
haber sido por la presión ciudadana que realizó una población indignada no
hubieran aprobado el antejuicio de Maduro en la Asamblea Nacional, esa es la
lamentable realidad.
El Poder
Judicial es el que marca el equilibrio del balance del Poder en los Estados. El
aporte fundamental los Padres Fundadores de la nación norteamericana tuvo que
ver precisamente con estas ideas. Thomas Jefferson (1743-1826) aportó en la
Declaración de Independencia norteamericana, que los poderes de los gobiernos derivan
de sus ciudadanos. Esta sola idea es la que prevalece en los
países donde se respetan los derechos de sus ciudadanos, y es la que nos reta
desde la sociedad civil a impulsar los cambios que sean necesarios para
controlar el Poder que tienen los gobernantes. John Adams (1735-1826) definió
que esto debía hacerse “dentro de la ley”. Como referencia histórica,
Adams es el prócer norteamericano que dijo que una República debía ser un gobierno
de leyes y no un gobierno de hombres.
James Madison
(1751-1836), por su parte, concibió el texto constitucional como aquel que pone límites al Poder de
las autoridades, porque su permanente preocupación fue el abuso del poder. “Madison
se da cuenta muy tempranamente de que la esencia del gobierno es el poder y que
todo hombre tiene dentro de sí mismo, al igual que muchas cualidades positivas,
una tentación, una predisposición a abusar del poder, eso lo sabemos todos” (ver
De Padres Principios y Partidos, en http://ticsddhh.blogspot.com/ 2014/09/de-padres-principios- y-partidos.html).
Otro de los
Padres Fundadores norteamericanos, Alexander Hamilton (1755-1804), fue el autor
de la idea del desempeño vitalicio de los Magistrados el cual defendió con el
siguiente argumento: “el organismo judicial es el más débil de los tres
organismos del Estado, porque no posee el poder militar que tiene el organismo
ejecutivo, ni el poder de disponer del tesoro público y de dictar leyes, que
tiene el poder legislativo. Solo
posee el poder de juzgar; pero con tal poder no puede defenderse del ataque de
los otros organismos. Un recurso para evitar ese ataque consiste en que los
jueces que tienen buena conducta no puedan ser destituidos; y posean, entonces,
independencia para juzgar la licitud o no licitud constitucional de los actos
de los otros organismos del Estado”(ver Sobre Jueces
Vitalicios, Luis Enrique Pérez en https://ar-ar.facebook.com/ notes/luis-e-perez-e/logos- sobre-jueces-vitalicios/ 403297803139124/).
Estas lecciones
de la democracia más perfeccionada del mundo están abiertas para todo ciudadano
que desee un cambio verdadero en su país. Entonces, si no entendemos que
debemos tener un Poder Judicial que le ponga límites al Poder y sea
verdaderamente independiente, jamás recuperaremos la República. Ni ahora que
hay dictadura ni después que recuperemos al país. Y de eso se trata la
necesidad de que luego de establecido ese Gobierno de Emergencia Nacional, este
tenga la obligación de convocar al Constituyente Originario para
reinstitucionalizar la República para enfrentar ese reto. Estoy seguro que los
Magistrados en el exilio saben eso, pero también nosotros como ciudadanos
conscientes. Que Dios los acompañe en sus decisiones.
Caracas, 23
de Junio de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
FUENTE: LA PATILLA