Una inminente derrota
Enrique Meléndez.
A Diosdado Cabello es el que más se le nota lo derrotado, que se siente la camarilla gobernante desde un punto de vista electoral; cuando dice que a la oposición no le dan los números; que nunca más volverá a ganar las elecciones; mientras sus tarifados asientan en sus análisis, que la oposición no ganará, porque de nuevo está haciendo mal las cosas, con un cierto lenguaje de mercadotecnia. Aquí se está sorteando el futuro, a la manera como Pascal decía que había que apostar la existencia de Dios. No se sabe que va a pasar después del 22 de octubre; dado que estamos viviendo un terrorismo de Estado; es decir, donde todas las instituciones se utilizan como aparatos de terror; de modo que las decisiones se toman sobre la marcha en la conducción de un tigre, sobre el que se ha montado la camarilla gobernante, es decir, conforme la bestia va yendo, se va viendo; donde lo que priva es el derecho natural y no el civil, y, en ese sentido, la oposición tiene que asumir la jugada más conveniente por el momento, como es la de continuar con el proceso de las elecciones primarias, sin limitar a los precandidatos su participación, por la circunstancia de estar inhabilitados; partiendo del hecho, de que han sido inhabilitaciones burocráticas; producto de un peloteo entre un par de tipejos, al servicio de estas jugadas sucias del gobierno; que, por cierto, vino a resultar una paradoja del destino, el hecho de que el principal inhabilitador, el señor Elvis Amoroso llega a ser presidente del Consejo Nacional Electoral. El heredero de Tibisay Lucena, como le ha dicho Nicolás Maduro con toda la ironía del caso; porque si algo tienen estos tiranuelos es su patanería.
Que es donde se observa, que se ha puesto allí, para mantener esa política, que ha asumido el régimen de manipular las instituciones, para indisponer a la ciudadanía; crear fantasmas en la opinión pública; en lo cual hemos caído todos, y de allí viene la desconfianza en el voto; tomando en cuenta que la señora Lucena se mantuvo en ese cargo hasta envejecer, como cifra incondicional del régimen; muy repudiada, por lo demás, por la opinión pública: titular del ministerio de Asuntos Electorales, según se hacía ver; lo cual lo sabe Maduro, y es por allí por donde saca a relucir su conducta de patán; de modo que el señor Amoroso viene a repetir el mismo papel: incidir para que la ciudadanía pierda la fe en el voto; porque a Maduro, al contrario de lo que dice Cabello, sí es verdad, que no le dan los números.
-Yo creo que si Braulio se lanza, le gana a Maduro-, le decía un señor a un vigilante de una de nuestras urbanizaciones de Altos Mirandinos, que lo acompañaba en ese momento en la garita. A los pies de ambos estaba echado un perro. Ese perro es Braulio. Así está la popularidad de Maduro en los sectores más populares. De allí que se especula que la reciente visita de Cabello a Cuba responde a la circunstancia, de que esta situación la ha percibido el régimen de los Castro y que, en ese sentido, se pudiera ventilar la posibilidad, de que en lugar de Maduro, sea Cabello el candidato del oficialismo; aun cuando en conversaciones privadas, que Jorge Rodríguez ha sostenido con algunos amigos comunes, éste asegura que será Maduro, y que va a ganar las elecciones; como manifiestan los cagatintas del gobierno, que envían análisis de mercadotecnia por las redes sociales, por "errores de la oposición"; como es la de no admitir el recurso de las inhabilitaciones; realizar un proceso de primarias, que no tiene razón de ser, etcétera.
Porque, por lo demás, Cabello resulta menos aburrido que Maduro; porque es mucho más estridente y atorrante. El otro hecho donde se le nota lo derrotado a Cabello, es cuando dice que el candidato de la oposición será Manuel Rosales; con lo cual ya lo comienza a rayar, sobre todo, luego de haberle anunciado su apoyo Rosales a Henrique Capriles; lo que en ese mismo momento se interpretó que se trataba de una jugada, quizás, negociada con el gobierno; de modo que, una vez impedida María Corina Machado, triunfante en las elecciones primarias, a consecuencia de la medida de inhabilitación, que le fue sobrevenida a última hora; habida cuenta de su transformación en un fenómeno político; el segundo sería Capriles, que también está inhabilitado, y quien renunciaría a favor de Rosales. Por lo demás, candidato que ponga la señora Machado, que se transformaría en la gran electora, candidato que será inhabilitado; apelando el régimen a lo que decíamos al comienzo: a las leyes del derecho natural. De modo que si resulta esta jugada, entonces a Rosales se le verá como el candidato del gobierno, y más de uno no se animará a votar. Es decir, sería el gallo tapado, como se dice en criollo, y que es lo que le viene a objetar al gobierno un grupo de senadores de EEUU, que lanzaron un manifiesto reclamando el respeto a los derechos humanos en nuestro país, en el sentido, de que no es posible que interfiera en los asuntos internos de la oposición, a los fines de lograr el candidato que más le convenga, de acuerdo a sus cálculos electorales; sobre todo, a partir del capítulo de las inhabilitaciones sobrevenidas, después de prescrita su pena correspondiente.
Porque, como decía el Libertador, los criollos éramos súbditos de una autoridad local, como era el Capitán General, a quien no teníamos derecho a elegir. Nos llegaba de España impuesto. Aquí sucede lo mismo. Nosotros no tenemos derecho, ni siquiera para escoger nuestro propio candidato. ¿No habló Diosdado? El hecho es que hay una ciudadanía activada, que ha asumido la desobediencia civil a través del proyecto electoral de la señora Machado; que sería la presión interna. Luego está la presión internacional.