Al Coronel Sammy Landaeta Millán.
Recientemente, mientras revisaba las notificaciones en mi correo electrónico, me enteré de que mi respetado Coronel Sammy Landaeta está luchando una batalla contra el cáncer. Ante esta noticia, sentí la necesidad de detenerme y expresar mis sentimientos.
En primer lugar, deseo expresar mi sincero agradecimiento al Coronel por permitirme compartir mis pensamientos, aunque en ocasiones carezcan de coherencia. En muchos sentidos, él nunca puso obstáculos para que yo me expresara. Aunque no tengo el honor de conocerlo en persona, es posible que en algún momento haya cruzado caminos con el General Andara en algún rincón de Caracas, o que el General Fernando Graterol Calles me haya mencionado al Coronel. Todos ellos hablan de su integridad moral y ética, de la persona que es. Por lo tanto, me enorgullece al menos tener la oportunidad de entablar conversaciones con él a través de este medio.
Mis pensamientos y deseos están enfocados en su pronta recuperación. Anhelo que la vida le brinde muchos años de existencia, donde pueda presenciar la anhelada libertad de Venezuela y disfrutar de la serenidad al ver a sus nietos y bisnietos crecer en un país de paz, estabilidad y, sobre todo, prosperidad.
Espero que el juramento a la bandera que ha hecho no sea en vano y que cada mérito y servicio que ha brindado a nuestra nación sea reconocido y valorado. Estos son mis más sinceros anhelos.
Envío un abrazo afectuoso y mis mejores deseos para su pronta recuperación.
Que las bendiciones lo acompañen en esta lucha.
Con el más preciado respeto.
Cordialmente.