FOTO: Imagen REFERENCIAL, por cortesía de El Periódico de México
¿MILITARES O ASESINOS? Por: Sammy Landaeta Millán.
En reciente oportunidad nos pronunciamos en contra de la muerte y lesiones de diversos profesionales militares de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela, en una articulo titulado VIDA Y MUERTE ¿MISTERIOS O SOMBRAS?
La quema de soldados y el fallecimiento de personas en accidentes aéreos o terrestres arrojan dudas sobre su ocurrencia y dejan mucho que desear en relación con la responsabilidad del elemento intangible que en materia castrense denominamos: “La SUPERIORIDAD”
Hoy nos ocupa el caso del "asesinato de mineros" en los sucesos de La Paragua y el Alto Caura. Allí se evidencia la indignación de la población por las acciones que vienen realizando los efectivos del Ejército a raíz de la sustitución de la Guardia Nacional, en la antigua jurisdicción del Regional N° 8. Apreciamos que el Ejercito dista mucho de conocer procedimientos generales de control civil, orden público, seguridad urbana y control interno y parecería que la orden que se le dio las tropas es la de “disparar a mansalva,” sin percatarse de los daños materiales y sin reparar en las consecuencias de la perdida de vidas humanas, en sus alevosas actuaciones.
La minería ilegal ha sido combatida en Venezuela en diversos procedimientos donde han actuado las Fuerzas Armadas Nacionales en forma conjunta, para prevenir los excesos. En una oportunidad en el Cerro Delgado Chalbaud, en el Estado Bolívar, se ejecutó la una operación similar bajo las ordenes del G/D (EJ) Oswaldo Sujú Raffo. La misma arrojó un acertado ejercicio en el cumplimiento de la misión asignada y curiosamente a ese oficial hoy se le persigue, se le acosa y se le allana su residencia, estigmatizándolo como delincuente. Los verdaderos bandidos están adosados al proceso revolucionario y así quieran o no reconocer el digno ejercicio del General Sujú Raffo en la FAN, afortunadamente el lamentable suceso, de la Paragua y el Alto Caura, lo reivindica ante el descrédito revolucionario. ¡Resista, mi estimado General!
Los detenidos en las operaciones, incluyendo personal de la República Federativa del Brasil estaban identificados con “carnet de garimpéiros” y fueron tratados con el debido respeto a sus Derechos Humanos. Fe de ello puede dar el entonces Tcnel (AV) Roberto Vicente Vásquez, piloto, mi persona como copiloto y el resto de la tripulación del Súper Puma donde trasladamos los primeros 14 mineros detenidos hasta Puerto Ayacucho. Pernoctamos en San Fernando de Atabapo, procuramos su aseo personal, su alojamiento y coordinamos los alimentos en pro del cumplimiento del deber y gesto de buena voluntad, de la tripulación. ¡Que diferencia!
En las diversas reuniones a las cuales asistimos en la sede del Estado Mayor Conjunto, en ningún momento se dio la “orden de fuego” ni se facilitaron procedimientos que propiciaran el libre albedrío y ni mucho menos el asesinato. Todo estaba rigurosamente diseñado y plasmado en documentos de la “antigua doctrina de las Fuerzas Armadas Nacionales” denominados: Plan y Orden de Operaciones.
Así los ministros de la Defensa G/J (EJ) Raúl Isaías Baduel, del Interior y Justicia Teniente (EJ) Jesse Chacón Escamillo y del Ambiente, Ingeniera Jaquelin Faria se empeñen en dar sus versiones acerca de los sucesos y de publicitar los planes de reconversión de los mineros, respectivamente. NO SE PUEDE OCULTAR QUE EN LA ZONA HUBO UNA MASACRE. No es posible que se abra un debate por el número de muertos. Ni mucho menos se pretenda hacer una “análisis comparativo” como actuaron los gobiernos de la denominada IV y como lo hace ahora la V Republica.
El tema no es cuantos mató la IV y cuantos menos mueren en la V. No es necesario que se concentren en ver el asunto contrastado como sucesos anteriores y posteriores, porque los que fallecieron en cada caso son SERES HUMANOS. Tampoco es una pelea de revolucionarios y contrarrevolucionarios. Es cuestión de buscar la verdad mediante la DENUNCIA, para que se haga justicia en el mal procedimiento y se erradique el ENCUBRIMIENTO de los acontecimientos. Un aspecto vergonzoso llama la atención, parecería que los lineamientos de la “nueva doctrina de la FAN” y la publicitada actuación en el escenario de la “guerra asimétrica” proveen al Ejercito Venezolano de una patente de corzo para actuar, atropellar y asesinar a mansalva a un conjunto de venezolanos. ¡Que tristeza!
El desgobierno de Hugo Chávez sigue aplicando el uso del poder militar para funciones de control civil y orden interno. Los desmanes de estas acciones conllevaron solamente a ejecutar lo que era de esperarse: ASESINATOS. Lo más insólito del caso es que se señale como presuntos responsables a un Oficial Superior, varios Oficiales Subalternos y Soldados. Preguntarnos: ¿Dónde queda la responsabilidad de la Superioridad? Recalcamos que antiguamente las operaciones militares iban acompañadas de una Plan y una Orden de Operaciones. Esos documentos contenían anexos y apéndices para contribuir con el cabal cumplimento de la misión general y especifica. Los jefes de las reparticiones del Estado Mayor suscribían los anexos de Personal (S-1), Inteligencia (S-2), Operaciones (S-3) y Logística (S-4) y tantos como requiriese las diversas tareas las tareas en materia de contrainteligencia, comunicaciones, ASUNTOS CIVILES y otros. ¿Dónde esta el Plan o en su defecto la Orden de Operaciones de actuación de las fuerzas militares que involucra afectaciones a la población civil? El tema de los Asuntos Civiles debió incluirse en un Anexo. ¿Cómo se denominan ahora esos documentos? ¿Que carácter tienen en la Nueva Doctrina de la FAN, Bolivariana y Revolucionaria?
En los documentos. Cada jefe de repartición del Estado Mayor (Oficial Superior: Coronel o Teniente Coronel) firma su anexo. ¿Dónde están esos oficiales? Lo más delicado del asunto esta en la firma del Coronel Jefe del Estado Mayor del Teatro de Operaciones N° 5, (cargo que recientemente resulto relacionado con un trágico suceso por el secuestro y la muerte de la hija de su titular) Suponemos que el anterior Coronel no debe ser el mismo JEM que esté ejerciendo funciones en este nuevo escándalo. Otro aspecto significativo estaría en señalar que los documentos se elaboran en Original y diversas copias que van DISTRIBUIDAS a los niveles superiores: Comando Unificado de la FAN (CUFAN), Inspectoría y Comando General del Ejercito, Estado Mayor Conjunto, Inspectoría General de la FAN y Ministerio de la Defensa. La información sobre una operación “de alto riesgo” debió obedecer al planeamiento de Estado Mayor y la Orden de Operaciones debe estar acorde con la decisión previa del Comandante del TO-5. ¿Habrá algún documento que respalde la actuación del Ejército Venezolano?
Al G/J (EJ) Raúl Isaías Baduel, Ministro de la Defensa no le conviene tergiversar, opinar, ni argumentar versiones a priori. Su trabajo es simplemente establecer responsabilidad en el uso indiscriminado de las armas, más aún cuando la carreta con su bochornosa carga y hasta con los bueyes; el usurpador de la presidencia de la república se la dirigió directamente a él como representante uniformado de la FAN. Hugo Chávez pensó más en su suntuosa campaña por la reelección que en la luctuosa acción que ejecutó la FAN. Se le olvidó mencionar que él es Comandante en Jefe de la FAN, de lo cual se ufana y la denomina, Fuerza Armada Nacional Bolivariana y Revolucionaria. Alli están los efectos de la inclusión de la política en el cuerpo castrense. Hoy tristemente se evidencia que en el Ejército podríamos tener “asesinos a sueldo” que le importa muy poco disparar a mansalva contra seres humanos. Por ello se hace urgente la necesidad de que sus miembros observen la Constitución Nacional como un instrumento para retornar a los postulados que en materia militar preserven la Seguridad del Estado Venezolano, lo que en ningún momento significa “obediencia ciega” a un inadecuado y putrefacto Gobierno de un agotado, proceso revolucionario.
El ajusticiamiento de personas en “La Paragua y el Alto Caura” no puede conllevar a Hugo Chávez a lavarse las manos y no asumir su responsabilidad como Comandante en Jefe. Él es responsable de hecho por la actuación de la FAN. Si esto sucede así, con efectivos que tiene comando naturales, imagínense como sería si se llegase a suscitarse algún incidente, que en defensa de la revolución, involucre la actuación de La Reserva y la Guardia Territorial. Ellos, en número significativo, se les dotaron con armas de la república y dependen de la Comandancia en Jefe. ¡UNA MATAZÓN!
Debemos condenar el hecho que originó esta nueva MASACRE, por exceso del Poder Militar. Pero tenemos que estar pendiente de la destitución del Jefe de Teatro de Operaciones N° 5 y su plana mayor. De la renuencia del Jefe del CUFAN o el Ministro de la Defensa o del abandono del cargo del usurpador de la presidencia Hugo Chávez Frías. Ellos son los principales responsables por estos nuevos ASESINATOS. Nos solidarizamos con la tragedia que hoy enluta a diversos hogares venezolanos. Expresamos nuestras más profundas palabras de condolencias a las diversas familias afectadas por la MASACRE de LA PARAGUA y EL ALTO CAURA.
En los Gobiernos DEMOCRÁTICOS, las Fuerzas Armadas se caracterizan por garantizar la soberanía de su territorio y el respeto a los DERECHOS HUMANOS de los ciudadanos. Se propicia preservar, proteger y resguardar personas y propiedades en peligro. Se condenan y denuncian sus posibles excesos.
¡Estamos indignados con las actuaciones alevosas de los miembros del Ejército, que bajo el concepto inadecuado de la FAN bolivariana y revolucionaria han contribuido a convertir diversos MILITARES, en ASESINOS.
Cita: “Yo soy soldado, mi deber no me prescribe otra cosa que la obediencia ciega al Gobierno, sin examinar la naturaleza de sus disposiciones”
Simón Bolívar.
Simón Bolívar.
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
CIV-3.441.697
Email: sammylan@yahoo.es
Twitter: @ProtestaMilitar
Caracas, 28 de septiembre de 2006.